El veterano oficial de la contrainteligencia militar de Estados Unidos, Chris Simmons, lamenta que la espía al servicio de Cuba, Ana Belén Montes, no fuese condenada a la pena de muerte.
El teniente coronel retirado, conversó con Radio Televisión Martí poco antes de la anunciada libertad de Montes, programada para el 8 de enero de 2023, según el Buró Federal de Prisiones.
Radicado en el suroeste de Florida, Simmons fue el interrogador principal de la espía confesa al servicio de la Dirección de Inteligencia de Cuba y quien durante más de 15 años pasó información secreta a La Habana desde su puesto de analista en la Agencia de Inteligencia para la Defensa (DIA, por sus siglas en inglés).
Montes, de origen puertorriqueño, fue arrestada el 21 de septiembre de 2001, a las 11 a.m., y condenada el 16 de octubre de 2002 a 25 años de privación de libertad, más 5 de condicional. Cumple sentencia en el Centro Médico Penitenciario Federal (FMC) Carswell, en Fort Worth, Texas. Tiene 65 años.
Asegura Simmons que nunca estuvo sobre el tapete su nombre en un posible canje porque la propuesta estadounidense previó a connotados prófugos de la justicia norteamericana como Joanne Chessimard, y Cuba no aceptaría.
Durante más de 5 meses, el experto interrogó a la agente de más alto rango en la historia del espionaje cubano en EEUU, que evitó la pena capital a cambio de aceptar su culpabilidad, suministrar información sobre los servicios cubanos de inteligencia y quemar a varios de sus vínculos.
En la entrevista, Simmons comentó sobre la información que brindó a EEUU el cubano Rolando Sarraff Trujillo, un ex oficial de la inteligencia cubana arrestado en diciembre de 1995 y condenado en agosto de 1996 a 25 de años de prisión en la isla, acusado de ser agente de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU y liberado en 2014.
Por otro lado, el exmilitar aseguró que Cuba sigue siendo una amenaza para EEUU y que la venta de información sobre temas relacionados con la seguridad nacional estadounidense es uno de los rubros más importantes de la economía cubana.
Según ha dicho, la información que consigue Cuba es negociada en trueque por armas a China, por petróleo a Venezuela o por votos en Naciones Unidas.
Han pasado poco más de 20 años y Montes será puesta en libertad a principios del próximo mes de enero, incluso antes de que expire su sanción. ¿Qué me dice de eso?
Decepcionado, porque nuestra recomendación original, basada en el daño que ocasionó a nuestro personal militar y a nuestros aliados en El Salvador, fue la pena de muerte. Habíamos hecho presión para que se aplicara, y aclaro que no estoy a favor de la pena de muerte, pero con ella haría una excepción. Y, de hecho, nuestra agencia y el secretario de Defensa apoyaron nuestra propuesta, según la evidencia que teníamos, pero el Departamento de Justicia la rechazó y prefirió llegar a un acuerdo con ella.
¿Una vez en libertad, cree que Belén Montes permanezca en EEUU o se vaya a otro lado, por ejemplo, a Cuba?
Bueno, todavía tendrá que cumplir los términos de la libertad condicional, así que no se irá muy pronto y el régimen cubano no la querría porque ha salido de una prisión estadounidense. Espero que trate de vivir tranquilamente su vida.
Mucha gente se pregunta, y no salen del asombro, ¿por qué Ana Belén Montes no fue considerada en un canje de prisioneros?
Para mí todavía hay muchas preguntas sobre el caso, como por qué no fue canjeada incluso durante la administración del presidente Barack Obama. Hubo casos en los que salió el tema a relucir, no quiero usar la palabra discutido, pero como parte de la puja entre los dos países, debido a su importancia, las personas que querríamos recuperar eran terroristas connotados a quienes Fidel Castro se había comprometido a jamás entregar. O sea, que el debate sobre el tema estuvo realmente condenado al fracaso desde el principio.
¿Por qué no fue sentenciada a cadena perpetua?
Debería haber sido condenada a cadena perpetua, en mi opinión, porque teníamos suficiente evidencia, especialmente en la guerra en El Salvador, un caso en particular, cuando la guerrilla atacó el cuartel de la Cuarta Brigada cinco semanas después de que ella visitara la instalación. Y sabemos que pasó la información a los cubanos sobre cuándo exactamente la guarnición estaría casi indefensa. Y ese período de cuatro horas que estuvo en esa base, ayudó a que la guerrilla matara a un asesor estadounidense y a 70 soldados salvadoreños. Sí, sabemos que la información, como mínimo, fue a parar a Rusia y a China, además, por supuesto, a varios grupos guerrilleros.
¿Qué me dice del cubano Rolando Sarraff?
Roli trabajó en lo que se conoce como comunicaciones entre agentes, por lo que la información que pudo brindarnos ayudó a entender realmente cómo se comunicaban los cubanos y él fue de suma valía y revelador del caso y debo decir, ayudó a desentrañar la carrera de Montes y de otros.
En su libro "Castro`s Nemesis" Ud. habla de una posible respuesta bélica de EEUU al derribo de los aviones de Hermanos al Rescate, en 1996, y que aparentemente frustró Montes.
Cuando se creó la fuerza de choque de inteligencia por orden del presidente Clinton, después del derribo, la orden fue que buscáramos opciones militares, respuestas militares. Había oficiales de todas las agencias de espionaje para determinar la respuesta correcta. Y se escogieron varios objetivos para ataques con misiles cruceros. Pero Montes pudo argumentar que ambas partes habían cometido errores y que había sido simplemente un malentendido y que ir mucho más allá sería exasperar la situación y basado en su personalidad y la longevidad sobre el objetivo, pudo, por así decirlo, callar a sus interlocutores. Algo siempre nos molestó, la Operación Escorpión, como la llamaron los cubanos, fue hábilmente diseñada en cuanto a la infiltración de Hermanos al Rescate, conocían quién iba a volar y cuándo. Fue expuesta ante almirantes generales y montaron un espectáculo de propaganda. La idea de que Montes fuera el único mecanismo para prevenir un ataque con misiles iba en contra de toda técnica profesional. Jamás tuvieron un punto único de fallo. Lo que quiero decir con esto es que, nunca pongas todos los huevos en una misma cesta. Hubo escenarios que ella pudo estar fuera de servicio, por enfermedad. Entonces, tuvo que ser alguien más que los cubanos tuvieron con quien contar para evitar el ataque con misiles. Y la pregunta es, ¿quién es esa otra persona o personas?
¿Cree que lo dijo todo en los interrogatorios?
La interrogamos durante más de cinco meses y medio. Terminó literalmente pocos días antes de la sentencia. El Departamento de Justicia nos dijo que, según los términos de su acuerdo de culpabilidad, Montes tenía la obligación de cooperar. Y, ¿cooperó? Mi respuesta para que conste fue que cooperó bajo coacción. Y expliqué que eso significaba que nos dio la información mínima. Durante cinco meses y medio grabamos en video cada minuto de los interrogatorios. Sabemos que ella minimizó aquí o allá. Eliminó las lágrimas, fue tan evasiva como pudo para cumplir con el acuerdo judicial.
Para resumir sobre su libro, ¿cuál es el mensaje que envía el texto?
Disipar el mito de que Cuba no es una amenaza, la Red Avispa, Montes y varios otros espías. A La Habana le gusta afirmar que la Red Avispa estuvo integrada solo por cinco cubanos. Y ellos son simplemente quienes fueron a prisión en lugar de aceptar el trato como los demás que desaparecieron. Así que la primera parte del mensaje es que la Red Avispa sigue siendo una red de espionaje y que Montes es uno de los 10 mejores agentes que ha tenido Cuba. Esto se remonta al papel de Cuba como traficante de personas. Montes pasó a Cuba información que estoy seguro fue vital, de que podría vender las fronteras de EEUU a nuestros enemigos. Y sabemos que La Habana lo hizo, y lo ha estado haciendo desde la invasión a Granada, en 1983. Por lo tanto, Cuba sigue siendo una amenaza hoy día como lo fue siempre. Pero hoy, incluso más, diría yo, porque hay mucho dinero y ganancias en la venta de secretos de EEUU, y no pueden detenerse porque esa es una de las fuentes de ingresos más grandes que sustenta al régimen.
Recientemente, el Departamento de Justicia de EEUU, por razones de seguridad nacional, recomendó a la Federación de Comunicaciones, negar un permiso para que una compañía privada estadounidense instalara un cable submarino de telecomunicaciones que conectaría a EEUU y Cuba. Cuba respondió que se trata de una injusticia.
Por ejemplo, la historia reciente demuestra los operativos que libremente existen en Cuba para el secuestro de información. Oficialmente dicen que no hay pruebas de que el robo y el secuestro de información haya llamado la atención del gobierno cubano, pero sabemos que eso es imposible. Nada sucede en Cuba que el régimen no sepa o sea parte de ello. Y en este caso tienes el delito de robo de información, que siguió a la participación de Cuba en el fraude al sistema de salud para personas de bajos recursos y ancianos en EEUU, el Medicare, que sigue al tráfico de información de inteligencia, que sigue al tráfico de drogas. Si hay dinero a ganar, el régimen estará ahí. Entonces, hay algo en ese cable submarino que Cuba podría explotar y lo habría hecho si lo hubiésemos permitido.