Defenestrado máximo dirigente de San Juan y Martínez, uno de los pueblos más golpeados por Ian

Miguel Ángel Álvarez Rodríguez, vestido de militar, posa con niños en San Juan y Martínez.

El máximo dirigente de la localidad tabacalera de San Juan y Martínez, uno de los municipios de Cuba más afectados por el paso del huracán Ian, ha sido destituido, según reportan medios locales.

Miguel Ángel Álvarez Rodríguez, quien fungía como primer secretario del Partido Comunista (PCC) en ese municipio de Pinar del Río fue removido de su cargo, informó el diario provincial Guerrillero.

La información no precisa detalles sobre los motivos de la destitución, sólo especifica que se hizo a propuesta del Buró Provincial del Partido en Pinar del Río y contó con el visto bueno del Comité Central.

La nota explica que "por decisión del Buró Provincial del Partido (PCC) fue designado con carácter provisional el compañero Leonardo Rivera Mena".

Desde el paso de Ian por Cuba el pasado 27 de septiembre, en el municipio de San Juan y Martínez solo se ha restituido el 20% del servicio eléctrico. La localidad quedó arrasada, con numerosas viviendas dañadas parcial o completamente, postes y árboles caídos y considerables pérdidas en los cultivos.

San Juan y Martínez tras el paso de Ian.


La semana pasada Radio Martí entrevistó a un residente en la comunidad tabacalera Hermanos Saíz, en este municipio quien criticó la respuesta de las autoridades para ayudar a los damnificados.

“Aquí no ha venido nadie, ni para evaluar los daños de la vivienda, ni al menos para enviarnos agua, nosotros tuvimos que comprar una pipa particular con nuestro dinero. Tampoco hay electricidad. Hace cuatro días trajeron pollo por primera vez desde el paso del ciclón y tuvimos que consumirlo el mismo día ante el riesgo de que se eche a perder por la falta de refrigeración”, apuntó el tabacalero Osmani Poveda Hernández.

72 horas después del paso de Ian, una residente de San Juan y Martínez, Yamili Valdés, alertó a Radio Martí sobre la precariedad en que se encontraban muchos habitantes, que al igual que ella quedaron sin techo, sin agua y sin alimentos.

"San Juan y Martínez es un desierto total", afirmó.

"Mi casa se perdió, y con el mismo zinc del techo y otras partes de los materiales armamos un bohío para ver qué pasa, estamos aislados completamente y aquí no hemos visto a nadie. Están todas las palmas reales y demás árboles encima de la carretera, y los mismos vecinos que viven donde están caídos los arbustos los han ido quitando, pero no porque han venido las brigadas del estado para retirarlos", relató Valdés.

"Todo se mojó y estamos lavando con el poquito de agua que teníamos almacenada en los tanquecitos porque no hay agua, no hay nada, en la bodega no han dado nada. Estamos esperando para ver si dan algo, yo no sé de esos linieros que anunciaron para reparar los daños en la redes eléctricas, no sé si cogieron rumbo para oriente porque aquí no han llegado”, concluyó.