La plataforma Inteligencia Ciudadana presentó una queja a la sección América de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet y a la representante de ese organismo en Cuba, Consuelo Vidal Bruce, por la falta de una resolución frente a la revancha del régimen contra los asistentes a las demostraciones del 11 de julio y sus familiares.
“La comunicación aborda el cuadro selectivo, persistente, deliberado e impune de hostigamiento a familiares de las personas detenidas por oponerse al totalitarismo, en especial los manifestantes del 11 de julio”, indicó el abogado independiente Sergio Osmín Fernández Palacios, autor de la reclamación.
Explicó que se refiere “a la falta de declaración oficial de dichos funcionarios del sistema de la ONU con funciones hacia Cuba sobre la represalia que tuvo lugar el 11 de julio y días siguientes”.
Lee también Amnistía Internacional convoca a apoyar a los presos de conciencia en Cuba que pasarán fin de año lejos de sus familiasCinco días después de las protestas, Bachelet señaló que "todas las personas detenidas por ejercer sus derechos deben ser liberadas urgentemente", pero después no se ha pronunciado sobre los procesos penales repletos de irregularidades que exponen los familiares de los encarcelados en relación con el estallido social.
“Tampoco hay alguna declaración en cuanto al acoso que ha sido llevado a cabo por oficiales operativos de la violenta Sección 21 de la contrainteligencia contra los familiares de las personas detenidas”, apuntó Fernández Palacios.
“Le he traslado a esos funcionarios las más recientes expuestas por Disney Azahares Moré, de Camagüey; Yaíma Sardiñas Figueredo, de Artemisa; Bárbara Farrat Guillén y Yudinela Caridad Castro Pérez de La Habana. Son víctimas de la contrainteligencia y la militancia del Partido Comunista”.
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“Vivo en Caimito, Artemisa, y soy directora de un combinado deportivo del INDER. Estoy de licencia de maternidad, mi bebé tiene 8 meses y resulta que hace como un mes vinieron del núcleo del Partido aquí a mi casa y me enseñaron una publicación que yo había hecho a razón de lo de mi hermano y según ellos, ahora que estoy de licencia de maternidad, no pueden sancionarme, pero que si yo seguía posteando en Facebook y en grupos podía ser sancionada como cuadro y podía ser separada de mi puesto de trabajo”, lamentó Yaima Sardiñas Figueredo, hermana del preso político Armando de Jesús Sardiñas Figueredo, condenado a 10 meses de trabajo correccional con internamiento.
“Les dije que en realidad yo en ninguna de las publicaciones que he hecho he puesto nada en contra de la Revolución, que yo estoy defendiendo los derechos de mi hermano y los voy a defender al costo que fuera. Mi hermano no robó, no es un criminal, se sentía incómodo por la situación de las medicinas, por la falta de alimentos, por todo lo que está sucediendo en Cuba”, explicó Sardiñas en conversación con Radio Martí.
Inteligencia Ciudadana también ha hecho públicos los abusos practicados a los menores Cristopher Lleonart Santana y Jonathan Torres Farrat, golpeado en el rostro en la Unidad de Procesamiento Penal de la calle Acosta en 10 de octubre, La Habana; sometido a bajas temperaturas y esposado de pies y manos al ser conducido a un hospital.
“Desde el 2 de diciembre, empezó la Seguridad del Estado a acosarme, prácticamente no me dejan salir de la casa. No les bastó que fueron a amenazar a mi hijo a prisión. Lo ha ido a ver la Seguridad del Estado dos veces ya, y estoy cansada de decirles a ellos que hasta que yo no tenga a mi hijo Jonathan Torres Farrat en la calle no voy a dejar de denunciar”, recalcó Bárbara Farrat.
La madre de Ángel Jesús Véliz Marcano, otro de los presos políticos del 11J, Ailex Marcano, fue más específica y responsabilizó al régimen en un programa especial de seis horas, organizado por la plataforma Cuba Spaces con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos.
"He recibido coacción psicológica desde un principio, han visitado mi casa. Mi hijo no es un delincuente. Mi hijo es una persona que aspira vivir en un mundo mejor. Solo por eso participó, equivocadamente, porque creyó que vivía en un país donde estaba permitido expresarse. Estoy siendo vigilada", puntualizó Marcano.