Denuncian extorsión y amenazas contra migrantes cubanos en Chiapas

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Leticia Lucía Díaz Pérez pide ayuda para recuperar a su hija, detenida por Inmigración en Chiapas.

Agentes del Instituto Nacional de Migración exigirían a los cubanos entre $2.000 y $2.500 dólares para obtener un salvoconducto que les permita continuar viaje hacia la frontera con Estados Unidos.

Migrantes cubanos serían extorsionados, amenazados y detenidos por agentes del Instituto Nacional de Migración en Chiapas, México, para que paguen por la obtención de salvoconductos que les permitan continuar viaje hacia Estados Unidos, asegura este domingo un reporte de la agencia local de noticias Quadratin.

La cubana Leticia Lucía Díaz Pérez dijo a Quadratín que su hija, de 22 años, fue detenida por las autoridades migratorias desde hace un mes por no tener documentos. La mujer denunció las condiciones en que se encuentra la joven, y dijo que no es la única en un caso similar.

Según Díaz, los funcionarios de Migración no liberan a su hija en represalia por haberle puesto un abogado, y le están pidiendo $2.000 dólares por el salvoconducto.

“Le puse un abogado a mi hija para que no fuera deportada”, aclaró Díaz.

“Esto se ha vuelto un negocio”

En otro reporte, una cubana identificada como Sahilí dijo que llegó a México el 3 de agosto y se dirigió al Instituto Nacional de Migración, donde le informaron que no era obligatorio entregarse.

Según Sahilí, acto seguido fue detenida por cuatro oficiales de inmigración que la despojaron de sus pertenencias y la mantuvieron incomunicada. “Supuestamente me iban a dejar que me comunicara con mi familia y nunca fue así”, señaló.

La cubana, que pasó 26 días encerrada, dijo que sufrió maltratos, y vivió en pésimas condiciones, “hasta que conseguí a alguien que me sacara, por un precio de $2.500 dólares”.

Sahilí explicó que una vez libre tenía que depositar el dinero, y que ante la demora por problemas con el depósito comenzó a recibir amenazas de que su documento de tránsito iba a ser anulado y no iba a poder viajar. Ahora teme por su vida, y asegura que lo único que quiere es poder salir del país lo antes posible.

“Esto se ha vuelto un negocio”, dijo Sahilí, quien recomienda a los cubanos que lleguen a esta etapa de su viaje por Centroamérica que no confíen en los funcionarios de Inmigración. “Que no se entreguen, porque van a terminar siendo deportados”.