Oficiales y guardias de la prisión Kilo 7 en Camagüey aplican tortura y malos tratos contra los reclusos, de acuerdo a las denuncias de dos presos políticos.
En sendas llamadas telefónicas grabadas por el Consejo de Relatores de Derechos Humanos, los activistas encarcelados Fernando Vázquez Guerra y Virgilio Mantilla Arango describen los tratamientos degradantes a los reos en los que incurren las autoridades del penal.
Your browser doesn’t support HTML5
“Yo estoy en el destacamento 2 en Kilo 7. Aquí están torturando personas. Voy a dar nombres: un preso conocido como Percherón, otro conocido como Burbery, otro que es de la provincia de Ciego de Ávila que se llama José Luis Cuellar Rodríguez, otro de la provincia de Las Tunas que se llama Ramón Ernesto Ricardo Parra y torturaron, esposado en una cama conocida como El Potro, al preso Adalberto Sánchez Ramos”, refirió Fernando Vázquez, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba en la provincia camagüeyana, condenado a 1 año y 6 meses por “Resistencia” y “Desacato”, luego de que lo detuvieran por “Acaparamiento”.
“Los responsables de esta tortura son el Jefe de Unidad capitán Leonardo, este tiene el apelativo del tailandés porque golpea a los presos hasta con los codos y el Jefe de Orden Interior conocido como el Mellizo, también un guardia que pasa conteo que le dicen Hanoi y otro de apellido Medina”.
“Los motivos por lo que torturan es porque los presos se plantan pidiendo una mejor alimentación, o que les revisen su expediente porque están mal sancionados, haciendo cualquier otra demanda y lo que hacen es esposarlo en ‘el potro’ en la enfermería en una cama sin cartón”.
"Los reclusos son esposados a los barrotes de la cama por días, sin que se les dé la posibilidad de ir al baño; se defecan y orinan sobre sí mismos. Entonces, sus carceleros les tiran cubos de agua y los mantienen así mojados", narra Vázquez.
Del mismo modo, el prisionero político Virgilio Mantilla Arango, internado en el destacamento 9 de la misma prisión, coincidió en sus comentarios con Vázquez Guerra y acusó a los mencionados oficiales de emplear tratos crueles contra reos que reclaman un medicamento o una mejor alimentación.
Lee también Cuba aplica "medidas manifiestamente contrarias a Convención contra la Tortura", concluye Comité ONU (VIDEO)
“Usan la tortura conocida por ‘crucificación’ que consiste en fijar a la gente a la reja y así los dejan por 3 ó 4 días. Tienen que hacer sus necesidades en esa posición o tomar un poco de agua.
“Otras veces llevan a los presos a la enfermería donde te esposan de manos y pies, pero en una cama. A esta tortura le llaman ‘el potro’”, continúo Mantilla, jefe de la opositora Unidad Camagüeyana, arrestado en el contexto de las protestas el 12 de julio de 2021 y más adelante sentenciado a 3 años y 9 meses por los delitos de "Desórdenes públicos" y "Daños".
“Esto ha sucedido con José Cuellar Rodríguez, con Ramón Ernesto Ricardo Parra y Adalberto Sánchez. El jefe de cárcel Eider Sierra Ochoa, más conocido como Toro Bravo, de rango coronel, tiene conocimiento de todo esto....estimula esta práctica”, dijo.
“Y lo que están reclamando es alimentación. Aquí el 90% de los recursos están en estado de bajo peso porque es muy mala la comida y muy reducida”, señaló Mantilla.
Las torturas cometidas por personal de centros penitenciarios de la Isla incluyen, además, agresiones físicas, abuso verbal, privación de atención médica, trabajos forzados, confinamientos en solitario, privación de sueño y de comida, ofensas y humillaciones constantes, según han relatado personas que pasaron por lo que han dado en llamar “las mazmorras castristas”.
El centro de asesoramiento legal CUBALEX documentó varios métodos de tortura en las cárceles cubanas, entre ellos, el bautizado como "la bicicleta", que consiste en "esposar a los reclusos y lanzarlos escaleras abajo".
Para eso se basó en testimonios de los presos políticos Félix Navarro, Lázaro Díaz, José Rolando Casares, Maykel Castillo, Danilo Maldonado y José Díaz Silva, quienes dijeron haber sufrido o presenciado este tipo de torturas en prisiones como el Combinado del Este y Valle Grande, en La Habana; Agüica, en Matanzas; Guajamal, en Villa Clara; y Kilómetro 5½, en Pinar del Río.
En abril de este año, la organización Cuba Prisoners Defenders presentó ante el Comité de la ONU contra la Tortura la investigación titulada “Las torturas, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes sobre los prisioneros políticos en Cuba”, que compila 101 testimonios.