Denuncian tratos crueles en prisiones Agüica y Combinado del Este

Prisión Combinado del Este, en La Habana. (Reuters/Archivo).

Autoridades de la prisión Agüica, ubicada en el municipio Colón de la provincia Matanzas, aplican tratos crueles e inhumanos a los reclusos que cumplen sus penas en ese establecimiento penitenciario, denunció el preso político Félix Navarro.

“El viernes 3 de febrero de 2023, el preso Nivaldo Pedroso Martínez, de la raza negra, fue golpeado por el mayor Noslen Pedroso Sotolongo, jefe de Orden Interior en la prisión Agüica”, dijo en una grabación telefónica enviada a Radio Televisión Martí, Félix Navarro, líder del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, que cumple su sentencia de 9 años de privación de libertad en esa cárcel matancera.

“Golpear, torturar e implantar terror en los presos es algo cotidiano en el accionar abusivo, por encima de la ley de este miembro del Ministerio del Interior cubano”, recalcó Navarro, apresado el 12 de julio de 2021, en relación con las protestas populares ocurridas el día anterior en su localidad.

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Reportaje de Yolanda Huerga

“Ya denuncié las golpizas propinadas a Gustavo García Montalvo, el 25 de julio, a Jaime Ezequiel Ramos Rubio, el 18 de octubre y contra Alberto Eduardo García Castillo el 21 de septiembre. Todas en el año 2022”, añadió.

Con anterioridad, Navarro había acusado a la Fiscalía Militar cubana de ser la piedra angular de la impunidad con la que actúan las autoridades penitenciarias.

Por otra parte, en La Habana, en el Combinado del Este, el coronel Leonelvis Jardit Baró la emprendió a golpes contra el prisionero político, Alexis Borges Wilson, manifestante del 12 de julio en la barriada La Güinera, condenado a 17 años por el delito de sedición.

“Lo cogió por el cuello, le jorobó los brazos y le dio golpes hoy de nuevo”, aseguró su sobrina, Dayana Borges Pérez, a Radio Televisión Martí.

Días antes, el oficial había propinado una golpiza a Borges Wilson por haberse quitado el uniforme de preso, vestirse con ropas blancas y decir a los guardias que él no era un criminal.

“Lo amenazaron que si no se quitaba la ropa blanca no iba a bajar más al patio. También suspendieron su derecho a llamadas telefónicas y le dieron otra paliza”, dijo Borges Pérez, quien añadió que, próximamente, entregará una queja sobre el proceder de este uniformado a la Fiscalía Militar.

Decenas de quejas entregadas a Fiscalía Militar por familiares de manifestantes del 11 de julio de 2021 y otros presos políticos sobre malos tratos en las prisiones cubanas han quedado sin contestación o reciben como respuesta la negativa de haber encontrado indicios suficientes sobre el reclamo presentado. Tampoco el órgano impulsa acciones penales contra los transgresores de la ley.

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La Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes estableció en 1987 que se entenderá como tortura “todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de …castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras”.

El organismo mundial ordena que el Estado donde se ejecuten estos hechos, tomará medidas legislativas, administrativas, judiciales o de otra índole eficaces para impedirlos y castigará la comisión de esos delitos con penas adecuadas en las que se tenga en cuenta su gravedad.

Félix Navarro y Alexis Borges Wilson son dos de las más de 1.000 personas cuyas capturas el 11 de julio y días posteriores han sido denunciadas como detenciones arbitrarias por organizaciones como Cuban Prisioners Defenders, Justicia 11J y Cubalex, entre otras.