La Asociación Sindical Independiente de Cuba, ASIC, condenó la represalia contra Yuri García Caraballo quien podría ser expulsado de su centro laboral en Batabanó, Mayabeque, por manifestarse el pasado 15 de noviembre en respuesta a la convocatoria de la plataforma Archipiélago.
“Como sindicalistas cada vez que nos encontramos ante situaciones de este tipo, de aberraciones que pisotean los derechos de los trabajadores; nos llenamos de mucha indignación”, afirmó a Radio Televisión Martí, el secretario general de la organización, Iván Hernández Carrillo.
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“El de Yuri García es uno de estos casos que estaremos denunciando y llevando ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT [Organización Internacional del Trabajo] para su examen por constituir un abuso flagrante que no estamos dispuesto a tolerar, porque para poder despedirlo o sancionar a un trabajador debe haberse producido una infracción laboral en su puesto de trabajo y no puede considerarse como tal la discrepancia de opiniones, salvo que en ellas se involucre a la empresa o se le perjudique claramente. Lo que no ha sucedido”, indicó el defensor de los derechos de los trabajadores.
“La empresa tendría que demostrar un incumplimiento de sus obligaciones laborales, pero ¿qué infracción ha cometido García desde el punto de vista laboral?, cuestionó Hernández Carrillo.
Lee también Fórmula para frustrar la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba: Arrestos, vigilancia y actos de repudioGarcía Caraballo permaneció arrestado por 5 días en la Prisión de San José de las Lajas, tras marchar por su localidad hasta la sede del Partido Comunista municipal, donde mostró un cartel que decía "Martí Sí, Marx No".
“Mi centro laboral es una UEB (Unidad Empresarial Básica) de carga de camiones, se llama UEB4 Transcontenedores donde me desempeño desde hace casi 11 años como técnico de GPS, esa es mi plaza. Después de mi protesta pacífica, el director general de la empresa de esta rama de Transporte mandó al director de mi UBB a acusarme de que no soy confiable”, dijo a nuestra redacción García Caraballo.
“Cuando salgo de mi arresto con un acta de advertencia de que no podía incurrir nuevamente en un acto de protesta, el jefe me manda para la casa y me dice que tengo una medida de suspensión por 30 días mientras determinan si me expulsan o no, o me cambian de puesto de trabajo. Estoy a la espera de que oficialmente decreten lo que harán”.
También fueron despedidos por apoyar la marcha cívica del 15N el doctor Manuel Guerra, del Hospital “Nicodemus Regalado León”, en Holguín, y el ingeniero David Alejandro Martínez Espinosa, de su puesto de profesor en la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos.
“Es éticamente inaceptable lo que ha ocurrido y lo vamos a denunciar en los más duros términos”, recalcó el sindicalista.