Lo que parecía impensable, que un pelotero cubano escapado de la Isla fuese allí recibido como turista ocurrió en enero: José Contreras, al día de hoy y a sus 41 años enrolado en un contrato de Liga Menor, visitó su natal Pinar del Río al despuntar 2013.
Lo que parecía impensable, que un pelotero cubano escapado de la Isla fuese allí recibido como turista ocurrió en enero: José Contreras, al día de hoy y a sus 41 años enrolado en un contrato de Liga Menor, visitó su natal Pinar del Río al despuntar 2013.
El reencuentro con el ex lanzador de la selección nacional de Cuba ocurría semanas después del anuncio de una flexibilización de la política migratoria del gobierno de Raúl Castro, interpretada por muchos como una desesperada búsqueda de moneda extranjera.
Sería un año protagónico para los peloteros del verde caimán en Grandes Ligas, con destellos particulares de José Fernández, novato del año como pitcher con los Marlins de Miami; Yoenis Céspedes, ganador del derby de jonrones con la franela de Oakland, y el debut impresionante de Yasiel Puig en los jardines de los Dodgers de Los Ángeles.
El equipo nacional de Cuba, en cambio, regresaría a casa con el rabo entre las piernas al perder sus cinco encuentros como visitante de la selección universitaria de Estados Unidos. Para no variar, hubo allí otra deserción, la del pitcher zurdo villaclareño Misael Siverio, que ahora se desempeña exitosamente en un circuito profesional de verano.
Unas mujeres, en cambio, salieron a defender el honor deportivo de su bandera, pues el baloncesto femenino conquistó el Premundial de Xalapa, México, y uno de los tres pasajes al Mundial de Turquía 2014. En semejante desempeño incluyeron un triunfo sobre el favorito Brasil.
Los futbolistas del equipo sub-20 añadieron otra buena nueva, el pase a la Copa del Mundo --un hecho inédito de ese deporte en la isla en cualquier categoría-- al disponer de Costa Rica por 2-1 en el torneo clasificatorio de Puebla, México. En Turquía, semanas después, los caribeños se despidieron temprano del Mundial, sin ganar algún partido y con una mala imagen antes de hacer las maletas, 0-5 a los pies de Portugal.
Casi al despedir el año, el Gran Maestro Leinier Domínguez alcanzaba el cuarto lugar en las partidas rápidas del ajedrez de los Juegos Mundiales de la Mente, en Pekín. Durante la misma semana, pero en New Jersey, Guillermo Rigondeaux derrotaba a Joseph Agbeko para retener los títulos súper gallo de la Asociación Mundial de Boxeo y de la Organización Mundial.
Y en la Isla, los campeones mundiales de judo Asley González, de los 90 kilos, y su compañera de equipo Idalis Ortiz, (78) eran proclamados los Mejores Atletas del Año en Cuba.
En la propia encuesta, el deporte más destacado fue el boxeo, que logró 71 medallas en eventos internacionales; además, con un equipo bautizado como "Domadores", Cuba se incorporaba a la naciente Serie Mundial, un torneo profesional concebido para la competencia entre países.
Con la aparición de los primeros puñetazos a cambio de dólares, un nuevo sistema de pago en la Serie Nacional de béisbol y la hipotética autorización para que los peloteros actúen en circuitos profesionales --en realidad los contratos son únicamente para los jugadores que el gobierno decida, en el país que el gobierno escoja-- descendía hacia la tumba, sin ruido alguno, el cadáver del falso deporte amateur tantas veces proclamado por el régimen socialista.
El reencuentro con el ex lanzador de la selección nacional de Cuba ocurría semanas después del anuncio de una flexibilización de la política migratoria del gobierno de Raúl Castro, interpretada por muchos como una desesperada búsqueda de moneda extranjera.
Sería un año protagónico para los peloteros del verde caimán en Grandes Ligas, con destellos particulares de José Fernández, novato del año como pitcher con los Marlins de Miami; Yoenis Céspedes, ganador del derby de jonrones con la franela de Oakland, y el debut impresionante de Yasiel Puig en los jardines de los Dodgers de Los Ángeles.
El equipo nacional de Cuba, en cambio, regresaría a casa con el rabo entre las piernas al perder sus cinco encuentros como visitante de la selección universitaria de Estados Unidos. Para no variar, hubo allí otra deserción, la del pitcher zurdo villaclareño Misael Siverio, que ahora se desempeña exitosamente en un circuito profesional de verano.
Unas mujeres, en cambio, salieron a defender el honor deportivo de su bandera, pues el baloncesto femenino conquistó el Premundial de Xalapa, México, y uno de los tres pasajes al Mundial de Turquía 2014. En semejante desempeño incluyeron un triunfo sobre el favorito Brasil.
Los futbolistas del equipo sub-20 añadieron otra buena nueva, el pase a la Copa del Mundo --un hecho inédito de ese deporte en la isla en cualquier categoría-- al disponer de Costa Rica por 2-1 en el torneo clasificatorio de Puebla, México. En Turquía, semanas después, los caribeños se despidieron temprano del Mundial, sin ganar algún partido y con una mala imagen antes de hacer las maletas, 0-5 a los pies de Portugal.
Casi al despedir el año, el Gran Maestro Leinier Domínguez alcanzaba el cuarto lugar en las partidas rápidas del ajedrez de los Juegos Mundiales de la Mente, en Pekín. Durante la misma semana, pero en New Jersey, Guillermo Rigondeaux derrotaba a Joseph Agbeko para retener los títulos súper gallo de la Asociación Mundial de Boxeo y de la Organización Mundial.
Y en la Isla, los campeones mundiales de judo Asley González, de los 90 kilos, y su compañera de equipo Idalis Ortiz, (78) eran proclamados los Mejores Atletas del Año en Cuba.
En la propia encuesta, el deporte más destacado fue el boxeo, que logró 71 medallas en eventos internacionales; además, con un equipo bautizado como "Domadores", Cuba se incorporaba a la naciente Serie Mundial, un torneo profesional concebido para la competencia entre países.
Con la aparición de los primeros puñetazos a cambio de dólares, un nuevo sistema de pago en la Serie Nacional de béisbol y la hipotética autorización para que los peloteros actúen en circuitos profesionales --en realidad los contratos son únicamente para los jugadores que el gobierno decida, en el país que el gobierno escoja-- descendía hacia la tumba, sin ruido alguno, el cadáver del falso deporte amateur tantas veces proclamado por el régimen socialista.