Familiares de trabajadores de la Base reclaman pensiones de hasta $684

  • Lizandra Díaz Blanco

La Base Naval de Guantánamo.

Las esperanzas de estos familiares se acentúan con el anuncio del Pentágono el pasado jueves de que la Marina de Estados Unidos tiene una solución para pagar unos 45 mil dólares mensuales en pensiones a 67 cubanos retirados.
Descendientes de los cubanos que trabajaron en la Base Naval norteamericana de Guantánamo durante años, realizan disposiciones legales para acceder a fondos de jubilación que sus padres no pudieron cobrar en vida.

Las esperanzas de estos familiares se acentúan con el anuncio del Pentágono el pasado jueves de que la Marina de Estados Unidos tiene una solución para pagar unos 45 mil dólares mensuales en pensiones a 67 cubanos retirados de la Base Naval de Guantánamo, según informó a la prensa el portavoz de esta institución, el teniente coronel de la Marina, Todd Breasseale.

Algunos de los jubilados guantanameros murieron sin poder acceder a ese dinero, pues la transferencia oficial de fondos a los retirados en Cuba siempre estuvo prohibida por las regulaciones del embargo. El asunto dio un nuevo giro con el retiro de los dos últimos trabajadores que durante años sirvieron de puente para cobrar los cheques y entregar el dinero a 65 jubilados que sí recibieron su dinero.

Sin embargo, son las esposas e hijos de quienes no recibieron su jubilación quienes ahora reclaman el dinero que debió ser otorgado en vida a sus progenitores.

En el caso de los hermanos Beisy y Oscar Augusto Tur, quienes pasan de los 60 años, las posibilidad de reclamación surgieron hace aproximadamente un año atrás cuando un grupo de funcionarios norteamericanos se reunieron con familiares de las personas que trabajaron en la Base Naval antes o después de 1959, para informarles sobre su derecho.

Su padre, Oscar Augusto Tur, trabajó en la base norteamericana en la década del 30, pero hasta su muerte en 1967 el acceso a su jubilación por los 7 años de trabajo en la Base, no era posible. Su viuda inició los trámites, pero también murió poco después, y entonces los documentos quedaron en manos de sus hijos.

Los hermanos, únicos descendientes vivos, entregaron los documentos que prueban su parentesco con Oscar Augusto en la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana y desde entonces esperan por la buena noticia. Beisy explica que se pusieron en contacto con las autoridades norteamericanas recientemente para conocer sobre los avances en el proceso, pero solo les respondieron que debían aguardar.

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Declaraciones de hija de uno de los jubilados de la Base Naval de Guantánamo


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Declaraciones de César Augusto familiar de jubilado base naval Guantánamo


El caso de Pilar, viuda de Oscar Soto, es ligeramente diferente. Según cuenta Dalvis Soto a Martinoticias.com, su padre trabajó como dibujante en la Base durante 50 años y cuando se retiró en el 2000 recibió mensualmente su dinero en efectivo a través de quienes quedaban trabajando. Pero inmediatamente después de su muerte en junio de 2010 suspendieron su entrega.

Desde entonces, Dalvis y su hermano han apoyado a su madre en la reclamación. De las autoridades norteamericanas no han recibido explicación; funcionarios cubanos han sido los encargados de recomendarles esperar que los gobiernos gestionen una solución.

Mientras, los 67 retirados recibirán sus pensiones este mes mediante el mecanismo que el teniente coronel Breasseale declinó detallar. El mismo no pudo precisar el total de los pagos correspondientes a enero del 2013, pero dijo que el de los 65 retirados el mes pasado fue de $44,508.53, un promedio de $684 por persona, muy superior al salario medio del cubano, que oscila en los 20 dólares.