Detenida Berta Soler cuando intentaba asistir a la primera misa del año en la Catedral de La Habana

El expreso político, Ángel Moya, y la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler.

La líder de las Damas de Blanco Berta Soler fue detenida el primer día del año cuando salía de la sede del movimiento opositor en Lawton, en el municipio Diez de Octubre en La Habana.

"Líder de las Damas de Blanco Berta Soler, arrestada por fuerzas represivas de la Seguridad del Estado vestidos de civil, al salir de la sede Nacional de las Damas de Blanco en Lawton La Habana, Cuba. Berta Soler se dirigía hacia la iglesia de La Catedral de La Habana para participar en la primera misa del año", denunció su esposo y expreso de conciencia, Angel Moya.

Moya compartió un video donde se vé a Soler rodeada de mujeres vestidas de civil. Antes de ser detenida, la líder de las Damas de Blanco gritó consignas en defensa de los derechos humanos.

Posteriormente, en Facebook, Moya dijo que "todo el que forme parte de las estructuras que sostienen al régimen comunista recibe un beneficio", y por lo tanto, "son culpables por acción u omisión".

Para explicar su punto, plantea este diálogo:

-Pero conozco a un amigo que trabaja en tal lugar, que no se mete en nada.

A ese le digo: Por omisión se convierte en cómplice.

-!Oye¡ pero tengo un familiar que es del PCC y no le ha hecho daño a nadie.

A ese le digo: pero se beneficia de las prebendas que da el Partido Comunista.

-¡Ay! mi vecino es militar y nunca le ha dado un golpe a nadie.

A ese le digo: si se mantiene o forma parte de una organización criminal aunque no haga nada, se convierte en cómplice de criminales.

-Mi familia o un amigo trabaja en tal lado y si se mete en política lo botan y de donde va a sacar para mantener a sus familiares.

A ese le pregunto: ¿Y si le dan la orden de repartir palos a gente indefensas y los da?

"No sean hipócritas y no justifiquen. Todo el que se mantenga dentro de las estructuras que sostienen al régimen comunista son culpables por acción u omisión", subrayó Angel Moya al concluir su texto.