El doctor Eduardo Cardet coordina dentro de la isla el Movimiento Cristiano Liberación (MCL), el grupo de la oposición que más lejos ha llegado mediante la vía legal para buscar un cambio político en Cuba. En 2002, el MCL, a través del Proyecto Varela, se apoyó en una ley que permite a los cubanos proponer leyes, si 10.000 electores registrados presentan sus firmas a favor de la propuesta. Entonces, recolectaron 11.020 firmas. Dos años más tarde, presentaron a la Asamblea Nacional 14.000 firmas adicionales.
Pero nada cambió en la realidad cubana, excepto que el líder de ese proyecto, el reparador de instrumentos médicos Oswaldo Payá Sardiñas, murió en un extraño accidente de tránsito. Cardet sustituyó a Payá dentro de Cuba, toda vez que los principales dirigentes del MCL, luego de un proceso de persecución y cárcel, marcharon al exilio. El joven Cardet lo hace como mismo llevaba su lucha Payá, trabajando en su profesión.
Es Médico de Familia. Ejerce en un consultorio de la localidad de Velasco, al norte de la provincia de Holguín. Velasco, en sus buenos tiempos, fue llamado “El granero de Cuba”, pero de eso nada más queda el nombre, confirma Cardet con una sonrisa amable. Él es un hombre educado y muy tranquilo. Sin embargo, cuando habla de los abusos cotidianos que comete la policía política contra los opositores pacíficos comienza a cambiar de color. Se enrojece; su rostro cambia de expresión y la frente se le contrae.
No le ha sido fácil mantener su puesto de trabajo siendo un activista de derecho humanos. El acoso es constante, a tal punto que, mientras se encontraba esta semana en Miami en un viaje programado por el MCL, su esposa fue detenida en la comisaría de Velasco. El mayor Juan Carlos Espinosa, oficial de “Enfrentamiento” (así le denomina la nomenclatura oficial), quiso entrevistarse con la mujer para hacerle saber que ellos conocían todos los pasos de Cardet en Miami.
A estas alturas, mientras redactamos estas líneas, deben saber que el activista visitó este jueves la redacción de Radio y Televisión Martí, que aquí compartió los micrófonos del programa Contacto Cuba, con cuyos anfitriones el activista conversa regularmente desde Velasco. Vincular a una persona con Radio Martí es estigmatizarlo para siempre.
Sin embargo, Cardet no dudó en visitar nuestra redacción. Sus opiniones sobre frecuentes crisis epidemiológicas en Cuba salen a menudo por esta emisora. Y podemos asegurar que es bien crítico.
“El MCL ha sido agresivamente perseguido por el gobierno Cubano y sus órganos de seguridad. Durante la ola de represión del 2003, conocida como la Primavera de Cuba, 42 de los 75 prisioneros de conciencia fueron organizadores claves del Proyecto Varela, 17 miembros del MCL , entre ellos los líderes del MCL Regis Iglesias, Tony Díaz, Jesús Mustafá, Alexis Rodriguez, José Miguel Martinez y Efrén Fernández”. Esto se lee en la página web de la organización.
Pero los tiempos han cambiado. Ahora los opositores pueden salir y regresar a la isla, aunque no lo tienen muy fácil que digamos. Cardet viajó con su documentación en regla y a su esposa, Yaimari Vecino Leyva, intentaron amedrentarla. “Son estas cosas que siguen sucediendo las que no nos dejan ser optimistas en nuestra lucha”, comenta el doctor, ahora con auriculares y un micrófono delante.
Durante la grabación de Contacto Cuba, Cardet pudo conversar con una activista en Villa Clara a quien la noche anterior le habían embadurnado la vivienda con chapapote. Él mejor que nadie sabe de lo que se trata. Se le vio afectado tratando de enviarle ánimos a la activista. La experiencia de estar del otro lado de la línea fue algo inédito en su vida.
Fin de año, “si Dios quiere”, dice Cardet, lo pasará con su familia en Velasco. Nadie sabe qué pudiera ocurrir en el control de aeropuerto a su regreso a Cuba. “Nada a ha cambiado, solo que ahora relativamente podemos salir”, expresa el joven político todavía emocionado por visitar la emisora que, asegura, es la voz de los cubanos.