El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez repasó las políticas fallidas de su gobierno y justificó, sin ofrecer soluciones concretas, la crítica situación que atraviesa el país durante una entrevista este lunes con la periodista oficialista Arleen Rodríguez Derivet, transmitida en vivo en el espacio televisivo Mesa Redonda.
“No hay obra perfecta y sería muy ideal pensar que todo se ha hecho bien, que todo es perfecto y que tenemos la razón en todo… Nosotros estamos viviendo una situación de máxima presión, de asfixia económica para provocar el colapso de la revolución, para fracturar la unidad entre la dirección del país y el pueblo”, dijo.
En sus declaraciones, el gobernante volvió a culpar a EEUU por los problemas económicos en la isla, la escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos; y a los cubanos, por la falta de iniciativas para producirlos.
Para Díaz-Canel no había un momento ideal para implementar la Tarea Ordenamiento y la bancarización, dos de sus más cuestionadas medidas económicas, porque sin ellas de todos modos habría inflación en el país, aseguró.
“Hubiéramos aplicado las medidas o no las hubiéramos aplicado, los tiempos ya estaban complicados", dijo, refiriéndose a los estragos de la pandemia del coronavirus y el recrudecimiento de las sanciones de EEUU impulsadas por la administración del ex presidente Donald Trump.
“La bancarización entra en un momento que no teníamos efectivo, pero sin ella el déficit de efectivo hubiera sido mayor. Nosotros no somos unos cerrados ni unos dogmáticos, estamos haciendo un análisis exhaustivo de lo que pudimos hacer mal en el ordenamiento y la bancarización, y ese análisis lo vamos a compartir con la población porque queremos ser transparentes”, prometió.
El problema mayor que enfrenta su gobierno, explicó, es que “no tenemos divisas… Hoy la divisa apenas nos da para un poco de combustible y la canasta básica. Pero estamos dispuestos a ese análisis crítico, a esa rectificación de errores”, señaló Díaz-Canel.
Cuando la periodista le preguntó sobre las MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas), el gobernante respondió que le parecía ofensivo que algunos pensaran que estas constituyen “una expresión de neoliberalismo". "¿Quiénes están en las MIPYMES? ¿Son enemigos de Cuba? ¿No son cubanas y cubanos? ¿No son personas formadas en nuestra Revolución? ¿Son contrarrevolucionarios?¿Están en contra de la Revolución? ¿Quieren tumbar a la Revolución?", dijo, sin mencionar la conexión de algunas de estas con el régimen cubano.
Varias de los dueños de estas empresas privadas pertenecen a la propia cúpula del poder. Un ejemplo de ello es Gaia Mercado, cuya propietaria es Lisa Titolo Castro, nieta de Raúl Castro.
Aunque no dio detalles, insistió en varias ocasiones que su gobierno trabaja en una estrategia para dejar de subsidiar productos y comenzar a subsidiar personas en situaciones vulnerables. No obstante, aclaró que están estudiando una estructura para definir “quiénes son las personas vulnerables”.
Un reciente estudio del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) arrojó que casi un 90% de los cubanos vive en pobreza extrema, un 13% más que en 2022, de acuerdo con los resultados de su VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba.
Díaz-Canel dijo que está al tanto de todos los problemas del pueblo pero que las desigualdades están generadas desde antes de su llegada al poder. “Están ahí desde el Periodo Especial”.
No obstante, está convencido de que lograrán lo que quieren, aunque no explicó cómo. “Tengo la convicción de que esto lo vamos a superar para tener más capacidades en el presente y futuro. Un día lo vamos a lograr, crear el socialismo cubano del siglo XXI”, dijo el gobernante.
Añadió que, cuando esto se logre, estará resuelto también el problema de la migración. Durante su mandato, Díaz-Canel ha enfrentado el peor éxodo masivo de cubanos en más de 60 años, pero él insiste en que esto ha sido cíclico en la historia de la Revolución. “Cuando superemos esa situación, eso cambia”, afirmó.
El gobernante dejó claro, además, que el régimen no busca una ruptura “con los cubanos que se van del país por razones económicas”. “Muchos de los que se van quieren un país mejor, seguir ayudando a sus familiares enviando remesas”, recalcó.
Las remesas constituyen una de las principales fuentes de ingresos del régimen de La Habana, que se han visto afectadas en los últimos tiempos. Expertos aseguran que la suma de las remesas en efectivo y en especie supera lo obtenido por el gobierno cubano por concepto de importaciones en tres décadas.
Sobre las críticas por sus numerosos viajes al exterior explicó que “ha habido resultados políticos”, que son necesarios, y que muchos de los acuerdos que se toman no se pueden hacer públicos porque “el enemigo” está detrás de todo.
Casi al final de la entrevista, la periodista sacó a relucir el tema de las promesas realizadas por ministros y funcionarios en la televisión nacional sobre una mejoría en la situación energética. Añadió que, después de las promesas, que venían con fecha incluida, los apagones se han incrementado. En respuesta, Díaz-Canel aseguró que su gobierno no miente, pero “que en la vida surgen imprevistos”, y puso el ejemplo de un barco de combustible que no podían descargar por la falta de divisas para realizar el pago.
Según una encuesta realizada por Cubadata en 2022, los cubanos desconfían de la capacidad de Díaz-Canel para enfrentar la crisis que vive el país y responder a las necesidades básicas del pueblo. Más de la mitad de los encuestados dijo estar "totalmente insatisfecho" con la forma en que se gobierna en Cuba.