EE UU incluye a Mali en la guerra contra el terrorismo

Un mapa de Mali en una base militar francesa en Timbuktu.

Una de las primeras cosas a que se habrá de enfrentar el nuevo secretario de Estado John Kerry, cuando empiece su gestión este lunes, es la entrada de EE.UU en la guerra contra el terrorismo en Africa.
En este caso, se trata de Mali donde, al igual que en Libia, el Pentágono no participa directamente y son sus aliados europeos los que combaten en primera línea. Es Francia, al antigua potencia colonial, la que trata de impedir el avance de Al Qaeda en Mali, aunque lo hace con apoyo norteamericano.

Los primeros resultados de la intervención francesa fueron todo un éxito que celebró el presidente Francois Holande, con su visita a Mali, que fue el colofón glorioso de unos deberes hechos a medias.

Porque la ofensiva del Ejército galo desmanteló la logística y redujo la capacidad ofensiva de Al Qaeda en el Norte de Malí, pero ni erradicó el problema sociopolítico de este país, ni resolvió el mayor peligro terrorista de la zona que es la cooperación de parte del ejército argelino con los guerrilleros del Alqaeda que en Malí se llaman “Aquim” (Al Qaeda in the Magreb).

Al presidente Hollande le basta con la victoria militar para evitar por ahora riesgos terroristas y, sobre todo, le sirve para rehabilitar un poco su imagen política, muy venida a menos en Francia.

Hollande no se atrevió a resolver a la brava el conflicto racial que ha hundido políticamente a Malí porque la incompatibilidad entre el sur negro y el norte árabe-tuareg reclama a gritos una división del país, pero en estos momentos tal división significaría dotar a Alqaeda de una base jurídica y territorial que acaba de perder ante el ejército francés.

El norte árabe-tuareg, representado por el movimiento MNLA (Mouvement National pour la Liberation d'Azawad), lucha desde hace tiempo contra el gobierno central maliense y consiguió en parte sus objetivos, pues lo que parecía un éxito separatista quedó truncado cuando se apoderó de su movimiento AQIM.

En cuanto a las causas del terrorismo – en primer lugar, pobreza e ignorancia -, la tarea es de tal magnitud que Francia sola no la puede resolver, ni lo intenta pero, al menos por ahora, se declara decidida a continuar la lucha hasta que Mali consiga recuperar fuerzas para defenderse por sí sola.

Es una perspectiva demasiado optimista y ello explica que Estados Unidos haya negociado una base en el vecino país de Niger, para lanzar desde allí operaciones que sirvan paa seguir las actividad de AQIM en Mali y en toda la región del Sahel.