EEUU despliega cuantiosa ayuda financiera para enfrentar COVID-19 en la región

Embajada de Estados Unidos en El Salvador

Desde el brote de COVID-19, el Gobierno de Estados Unidos ha destinado fondos por más de $ 1.000 millones a nivel mundial en concepto de asistencia de emergencia sanitaria, humanitaria, económica y para el desarrollo.

La ayuda ha sido orientada a gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales para combatir la pandemia.

Esto incluye casi $ 112 millones para los países del Hemisferio Occidental y más de $ 22 millones para El Salvador, Guatemala, Honduras y México.

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Estados Unidos también sigue trabajando en asociación con El Salvador, Guatemala, Honduras y México para abordar los factores económicos, de seguridad y de gobernabilidad que propician la inmigración ilegal hacia EEUU, en particular en el contexto de la crisis de salud en curso.

El incremento de las restricciones en la frontera estadounidense a causa de COVID-19 intenta equilibrar la protección de la salud con la necesidad de que se realicen viajes esenciales, a medida que respondemos a este desafío sanitario sin precedentes.

EEUU ha otorgado a El Salvador fondos de asistencia por casi $ 6,6 millones,así como 250 respiradores portátiles que podrán usarse para complementar la respuesta nacional de ese país a los casos críticos de COVID-19.

A Guatemala EEUU ha dado más de $ 8,4 millones en asistencia, así mismo ha ayudado a mejorar la cadena de suministros para los productos básicos sanitarios y conseguir la capacidad de realizar pruebas de detección de COVID-19.

Para Honduras la asistencia ha sido por más de $ 5,4 millones destinados a agua potable, saneamiento e higiene.

A México EEUU ha destinado fondos por más de $ 1,8 millones. El apoyo incluye la distribución de insumos de saneamiento e higiene personal en refugios y centros migratorios, la colocación de instalaciones para el lavado de manos, la provisión de asistencia humanitaria de emergencia a poblaciones vulnerables y asistencia técnica a la agencia mexicana para los refugiados.

La Casa Blanca ha facilitado que México pudiera comprar respiradores fabricados por proveedores estadounidenses, y ya se han entregado cientos de unidades.