Estados Unidos condenó este jueves "con contundencia" el atentado cometido en Yakarta, que dejó al menos siete muertos (entre ellos cinco asaltantes) y una veintena de heridos, y que se atribuyó el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
"Apoyamos firmemente al pueblo indonesio contra el terrorismo y las ideologías extremistas que alientan a la violencia terrorista", afirmó el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en un comunicado emitido desde Washington.
Kirby recordó también en la nota las palabras de reprobación del secretario de Estado, John Kerry, quien señaló este jueves en Londres que "los actos de terrorismo no van a intimidar a las naciones-estado".
Vista de las armas que llevaban presuntos terroristas tras una explosión cerca de un centro comercial en Yakarta, Indonesia. EFE
"Todos estamos juntos en nuestros esfuerzos para eliminar a quienes eligen el terrorismo", subrayó Kerry, quien visita Londres para reunirse con el ministro de Exteriores saudí, Adel al Yubeir, y conversar sobre las tensiones con Irán y la situación en Siria.
El portavoz agregó que EEUU seguirá colaborando con Indonesia y otros socios en todo el mundo para "combatir esas amenazas comunes".
En otro comunicado, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, dijo que EEUU está "firmemente comprometido" con colaborar con el Gobierno indonesio para llevar ante la justicia "a los responsables de este bárbaro ataque terrorista".
El atentado tuvo lugar en el barrio de Jalan Thamrin, una céntrica zona de la capital de Indonesia donde se encuentran varios hoteles y restaurantes frecuentados por extranjeros y las oficinas de la ONU, en las cercanías del palacio presidencial.
El asalto comenzó a media mañana, con una primera deflagración delante de un local de la cadena Starbucks, cerca de un puesto de policía, que dio inicio a un intenso tiroteo seguido por otra explosión.
El intercambio de disparos continuó en un cine situado en el centro comercial Sarinah, donde se atrincheraron varios atacantes hasta que fueron abatidos por la Policía horas más tarde.
Tres de los atacantes murieron en el tiroteo, mientras que los otros dos lo hicieron al detonar la bomba que llevaban en la motocicleta con la que se lanzaron contra el puesto de la Policía, indicó el jefe de las fuerzas de seguridad, Tito Karnavian.
Karnavian explicó que en la acción murieron dos civiles, un indonesio y un canadiense, mientras que se registraron veinte heridos, incluidos cinco agentes.