La Casa Blanca estaría preparando un nuevo paquete de regulaciones con relación a Cuba, informaron al diario El Nuevo Herald fuentes que participaron el miércoles en una reunión en la mansión presidencial enfocada en la isla.
Las nuevas normas abordarían áreas como los viajes a Cuba y las transacciones financieras y bancarias. En la primera de ellas se consideraría cambiar los requisitos de los viajes "de pueblo a pueblo", que funcionan bajo la categoría autorizada de viajes educacionales, organizados en grupos, para permitir que viajeros individuales puedan ir a la isla. La medida abarataría los viajes a la isla.
Sin embargo, esta modificación estaría aún en estudio, pues en círculos del Departamento de Estado se arguye que "crearía un enorme agujero en la prohibición de viajes a Cuba".
Uno de los confidentes comentó que este nuevo paquete de medidas es más bien "modesto", pues "no es mucho lo que el Presidente puede hacer con las acciones ejecutivas". El anuncio de las medidas podría ocurrir en un par de semanas, apunta el diario.
Los funcionarios también descartaron que Estados Unidos estuviera considerando realizar deportaciones masivas de cubanos condenados por la justicia estadounidense.
El asesor de Seguridad Nacional y Comunicación Estratégica Ben Rhodes, que fuera uno de los negociadores secretos del deshielo con el Gobierno cubano, dijo en la misma reunión que en enero del próximo año se evaluará una visita del presidente Obama a la isla, lo cual dependerá de los avances en las relaciones diplomáticas y de "cómo se comporten los cubanos", reportó una de las fuentes del Herald.
El Herald precisa que alrededor de 75 invitados participaron en la reunión informativa en la que Rhodes y la asesora del Presidente, Valerie Jarret, así como la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental Roberta Jacobson y su similar en la Casa Blanca, Mark Feierstein, hablaron sobre las nuevas regulaciones, según precisa la invitación oficial. También asistió el actual encargado de negocios interino de la embajada de Estados Unidos en La Habana, Jeffrey DeLaurentis.