La Asamblea General de Naciones Unidas reunida el martes condenó el embargo comercial de Estados Unidos sobre Cuba en una resolución en la que Washington votó en contra, pese a un restablecimiento de las relaciones y una iniciativa del presidente Barack Obama por eliminar las restricciones económicas.
Sólo Estados Unidos e Israel se opusieron a la medida, en la vigésimo cuarta ocasión consecutiva en la que el ente internacional condena las sanciones comerciales, económicas y financieras impuestas al Gobierno de La Habana.
La votación del martes contó con un récord de países que votaron para condenar el embargo: Un total de 191. Los diplomáticos en el foro aplaudieron de pie al conocerse los resultados.
El canciller cubano Bruno Rodríguez se declaró "decepcionado" por la oposición de Estados Unidos y avanzó que La Habana seguirá llevando el asunto ante Naciones Unidas mientras esa política siga en vigor.
El diplomático de EEUU dijo que Washington seguirá promoviendo "el respeto de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales para todos en Cuba".
"Me siento decepcionado con el voto de los Estados Unidos", dijo Rodríguez en una conferencia de prensa tras la votación.
Los argumentos que planteó Washington para defender su postura, según el Canciller cubano, "resultan francamente insustanciales" y usan "pretextos relacionados con el contenido del proyecto de resolución".
El enviado de Estados Unidos criticó la resolución cubana, pero dejó claro que sigue comprometido con el proceso de acercamiento entre los dos países.
"Lamentamos que el Gobierno de Cuba haya elegido seguir adelante con su resolución anual. El texto no representa los pasos significativos dados y el espíritu de compromiso que el presidente (Barack) Obama ha defendido", dijo el diplomático Ronald Godard.
"Nos parece desafortunado que a pesar de nuestro progreso bilateral, el Gobierno cubano haya elegido presentar una resolución que es casi idéntica a las planteadas en años anteriores", dijo Godard explicando la posición estadounidense.
"Si Cuba cree que este ejercicio va a ayudar a que las cosas avancen en la dirección que los dos Gobiernos han indicado que esperan, está equivocado", insistió el diplomático.
Godard, pese a todo, aseguró que Estados Unidos no caerá en la "historia de desconfianza" entre los dos países y seguirá comprometido "en trabajar duro para lograr una genuina cooperación bilateral con Cuba en beneficio de los dos países".
"No esperamos que Cuba o Estados Unidos olviden el pasado de un día para otro. Somos conscientes de que normalizar totalmente nuestra relación bilateral requerirá años de insistencia y dedicación en ambas partes", añadió.
Al mismo tiempo, Godard subrayó que Washington seguirá promoviendo "el respeto de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales para todos en Cuba".
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, no estuvo en la sesión, pues participa al frente de la delegación estadounidense a la "Cumbre global de la alianza para el gobierno abierto", que se desarrolla en Ciudad México del 27 al 29 de octubre.