El gobierno estadounidense impuso este miércoles nuevas restricciones a empresas chinas y sus ejecutivos por lo que considera "actividades malévolas" en el Mar del Sur de China, informó el Departamento de Estado.
"Estados Unidos respalda un mar del Sur de China libre y abierto", recalcó en un comunicado el Secretario de Estado Mike Pompeo.
.@SecPompeo: Estados Unidos toma medidas hoy para apoyar la libertad de los mares y oponerse a la coerción de nuestros aliados y socios del sudeste asiático. No debemos permitir que la campaña de acoso de Pekín impida el acceso a recursos marinos y dañe ecosistemas vitales.
— USA en Español (@USAenEspanol) August 26, 2020
El canciller de EEUU recordó que en junio pasado anunció una "política renovada" en respuesta a los "reclamos ilegales de Beijing sobre el mar del Sur de China". Pompeo dijo entonces que Estados Unidos estaba preparado para "actuar con firmeza" en oposición a la campaña de intimidación de Beijing.
Las medidas anunciadas este miércoles incluyen restricciones de visa a ciudadanos chinos "responsables o cómplices de la reclamación, construcción o militarización a gran escala de puestos de avanzada en disputa en el mar del Sur de China", detalla el comunicado.
Los sancionados y familiares directos no podrán entrar a Estados Unidos.
Además, el Departamento de Comercio añadió a otras 24 empresas estatales del gigante asiático a su Lista de Entidades, incluidas varias subsidiarias de la empresa China Communications Construction Company (CCCC).
"Desde 2013, la RPC viene usando a sus empresas estatales para drenar y reclamar más de 3,000 acres de formaciones en disputa en el mar del Sur de China, desestabilizando la región, pisoteando los derechos soberanos de sus vecinos y causando una incalculable devastación del medio ambiente. CCCC fue la responsable del drenaje destructivo de los puestos de la RPC en el mar del Sur de China y uno de los principales contratistas que usa Beijing en su estrategia global conocida como "La nueva ruta de la seda"", explica el comunicado del Departamento de Estado.
Según el documento, CCCC y sus subsidiarias son reponsables de corrupción, financiamiento predatorio, destrucción medioambiental y otros abusos en todo el mundo.
"Estados Unidos tomará medidas hasta que veamos que Beijing detenga su comportamiento coercitivo en el mar del Sur de China, y apoyaremos a nuestros aliados y socios para resistir esta actividad desestabilizadora", concluye el comunicado.