Sospechoso del atentado de 2012 en Bengasi llega a EE.UU. para ser juzgado

  • Agencias

Fotografía de archivo que muestra un edificio del consulado estadounidense en Bengasi (Libia) tras el ataque al edificio, en el que falleció el embajador.

Jatala se declaró inocente de confabulación, pero afrontará un juicio en el que puede ser condenado a la pena de muerte

Ahmed Abu Jatala, presunto líder del atentado de 2012 contra el consulado estadounidense en Bengasi (Libia), llegó hoy a Washington para afrontar un juicio en el que puede ser condenado a la pena de muerte y que será crucial para aclarar detalles de un ataque que desató una batalla política en EE.UU.

Casi dos semanas después de su detención en Bengasi y después de unos diez días a bordo de un buque de la Marina estadounidense rumbo a EE.UU., Jatala fue trasladado esta mañana en helicóptero desde el navío hasta un juzgado federal situado enfrente al Capitolio en Washington, y se declaró inocente de confabulación ante un tribunal federal de Washington.

Está previsto que hoy a las 15.30 hora local (19.30 GMT), Jatala comparezca por primera vez ante el juez federal John Facciola, que le leerá los tres cargos de los que le acusa el Gobierno estadounidense y, según una fuente oficial citada por el diario Washington Post, se espera que se declare no culpable.

Jatala, un supuesto líder regional del grupo terrorista islámico Ansar al Sharia, fue capturado el 15 de junio en una operación de las fuerzas especiales y el FBI en su vivienda en Bengasi.

Varios testigos le han señalado como líder del ataque del 11 de septiembre de 2012 al consulado de Bengasi, en el que fallecieron varios libios, el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, el encargado de seguridad del Departamento de Estado, Sean Smith, y dos empleados de la CIA.

El ataque, que supuso el primer asesinato de un embajador estadounidense en activo desde 1979 y coincidió con el undécimo aniversario de los atentados de 2001 en EE.UU., desató una tormenta política en Washington, donde los republicanos siguen acusando al Gobierno de Barack Obama de no haber gestionado bien la respuesta.

A unas pocas decenas de metros del Congreso donde prosigue esa batalla se encuentra ahora Jatala, que sostiene que es inocente pese a haber reconocido que estuvo presente en el consulado poco después del incidente.

Los funcionarios estadounidenses que lo acompañaron desde Libia a EE.UU. en el buque USS New York han interrogado ya a Jatala con el fin de obtener información de inteligencia, es decir, datos sobre la identidad y posible localización de otros individuos relacionados con el atentado u otros terroristas requeridos por EE.UU.

Durante los primeros interrogatorios, las autoridades no leyeron a Jatala sus derechos conocidos como 'Miranda', que incluyen el de permanecer en silencio y el de obtener un abogado, al invocar una excepción prevista en la ley para situaciones en las que esté en riesgo la "seguridad pública", según el Post.

El sospechoso fue informado de esos derechos básicos hace unos pocos días y ahora está representado por un abogado público.

Los tres cargos de los que el Departamento de Justicia acusó el año pasado a Jatala incluyen el de matar a una persona durante un ataque a instalaciones federales de EE.UU., un delito por el que puede aplicarse la pena capital.

La oficina del fiscal general del Distrito de Columbia, la autoridad federal que lleva el caso contra Jatala, aún no ha indicado si buscará la pena de muerte contra el sospechoso.

La elección de un tribunal federal en Washington para juzgar a Jatala es poco común, dado que los casos de terrorismo suelen derivarse a cortes más experimentadas en la materia como la de Nueva York o la de Virginia, algo que ha suscitado críticas republicanas.

"No entiendo por qué están haciendo esto. La experiencia en esto no está en Washington, está en Guantánamo o en el distrito sur de Nueva York", dijo hoy el republicano Ed Royce, que preside el Comité de Asuntos Exteriores en la Cámara baja, a la cadena Fox News.

La Casa Blanca ha rechazado rotundamente las peticiones republicanas de trasladar a Jatala a la prisión para sospechosos de terrorismo en Guantánamo (Cuba), dado que el presidente Barack Obama quiere lograr el cierre de esa cárcel.