El expresidente de Egipto Hosni Mubarak salió de prisión por orden de un tribunal pero permanecerá en el centro médico bajo arresto domiciliario.
El expresidente egipcio Hosni Mubarak salió de prisión y fue trasladado este jueves en helicóptero al hospital militar de Maadi, en el sur de El Cairo, donde permanecerá bajo arresto domiciliario.
Un tribunal ordenó la víspera la liberación provisional de Mubarak, encarcelado en la prisión de Tora desde abril de 2011, y a petición propia fue llevado al hospital.
El tribunal determinó que el plazo de prisión preventiva aplicado al ex gobernante ya se había agotado luego de varios meses de prórroga.
El miércoles en la noche, el primer ministro Hazem al Beblaui emitió un decreto por el cual se decidió mantener a Mubarak en arresto domiciliario en virtud del estado de emergencia vigente en el país.
Simpatizantes de su gobierno se dieron cita en los alrededores de la prisión de Tora para celebrar su excarcelación.
Con 85 años de edad y afectado del corazón, Mubarak fue puesto en libertad condicional aunque algunos de los cargos judiciales en su contra por presunta corrupción y enriquecimiento ilícito siguen pendientes.
También sigue abierto su encausamiento por la muerte de manifestantes en las protestas callejeras que provocaron su derrocamiento durante la llamada Primavera Árabe en Egipto, en febrero de 2011.
Un tribunal ordenó la víspera la liberación provisional de Mubarak, encarcelado en la prisión de Tora desde abril de 2011, y a petición propia fue llevado al hospital.
El tribunal determinó que el plazo de prisión preventiva aplicado al ex gobernante ya se había agotado luego de varios meses de prórroga.
El miércoles en la noche, el primer ministro Hazem al Beblaui emitió un decreto por el cual se decidió mantener a Mubarak en arresto domiciliario en virtud del estado de emergencia vigente en el país.
Simpatizantes de su gobierno se dieron cita en los alrededores de la prisión de Tora para celebrar su excarcelación.
Con 85 años de edad y afectado del corazón, Mubarak fue puesto en libertad condicional aunque algunos de los cargos judiciales en su contra por presunta corrupción y enriquecimiento ilícito siguen pendientes.
También sigue abierto su encausamiento por la muerte de manifestantes en las protestas callejeras que provocaron su derrocamiento durante la llamada Primavera Árabe en Egipto, en febrero de 2011.
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