El Bárbaro de los libros cubanos

Un puesto de libros en la Plaza de Armas de La Habana Vieja.

Se hace llamar Barbarito Lázaro Prieto, autor de la bitácora digital La biblioteca cubana de Barbarito, un nicho a donde ha ido a parar la Cuba letrada, pero de manos de un español que se enamoró de la isla hace mucho tiempo.

Debe tener muchos libros –él asegura que sí. Tiene que haber leído mucho- jura que lee cada una de las obras que compra. Se hace llamar Barbarito Lázaro Prieto, autor de la bitácora digital La biblioteca cubana de Barbarito, un nicho a donde ha ido a parar la Cuba letrada, pero de manos de un español que se enamoró de la isla hace mucho tiempo.

“Para sorpresa de muchos lectores (a excepción de unos pocos que me conocen en persona), voy a descubrirles mi verdadera nacionalidad; para ello me valdré de mis 'cartas credenciales' que siempre he usado en la Red cuando alguien me ha preguntado: "Soy español de nacionalidad, pero me siento cubano de corazón pues estoy unido con lazos indisolubles a esa sufrida isla por vínculos mucho más que sentimentales”, indica este bloguero que postea periódicamente todo lo que encuentre a su paso en materia literaria cubana.

Se casó “hace años” con una cubana. “Y ahí empezó mi 'problema'... no sólo me enamoré profundamente de una mujer, ¡me enamoré de un país entero!, de su gente, de sus paisajes, de su música, de su cultura... (nada que ver con su gobierno)”, asegura en entrevista escrita para Martí Noticias.

Lo demás fue encargarse libros y ponerse a leerlos, a postear las portadas y contraportadas, las reseñas de las contracubiertas y los datos legales. Lo demás fueron los primeros mensajes de gente agradeciéndole, o señalándole tal o cual edición.

“Así empezó mi afición, mi pasión por la cultura cubana. Fundé mi particular Biblioteca cubana de Barbarito allá por el año 1999, y lo que fueron dos o tres libros han ido creciendo a ritmo y velocidad proporcional a mi amor por Cuba”, añade.

Aun con las horas de vuelo en un sofá, dejando la retina en las páginas de una vida libresca de la que pudiera presumir, aclara: “No quisiera que nadie me tache de "cubanólogo", y más teniendo en cuenta que tal definición suele usarse en sentido peyorativo. Más bien me conviene acuñar el término "cubanósofo" con el que me siento más identificado. No sabría explicarles en profundidad mi posición al respecto”, explica.

Su portal digital cobró vida en medio del auge de la blogósfera cubana, de dentro y fuera de la isla, y en él podemos leer lo mismo una nota de contracubierta de un libro de Lidia Cabrera que una convocatoria en barcelona para condenar la muerte en huelga de hambre del disidente Orlando Zapata, el 23 de febrero de 2010.

Alguien dijo que los libros son mitad de quien los escribe y mitad de quien los lee. Por eso Barbarito ya es dueño de esa casa-almacén en que ha convertido su guarida. “… de todo libro que adquiero doy mi referencia en el blog; con ello quiero decirles que todos y cada uno de los libro que cito en él, existen realmente en mi biblioteca y por tanto la inmensa mayoría, la práctica totalidad han sido leídos por mí”.

¿Cuánto gozo te han traído estas 'horas de vuelo' entre libro y libro?

A la 'mesa de trabajo' y junto a un buen café cubano han estado invitados -presidiendo la mesa Martí-, desde el Padre Varela a Alberto Yarini, desde Fernando Ortiz a Pedro Juan Gutiérrez, desde Dulce María Loynaz a Zoé Valdés. Ilustres cubanos que han tenido conmigo interesantísimas tertulias literarias, políticas y sociales. Ellos son los protagonistas de nuestra historia; cubanos de ayer, de hoy y de siempre. Estos son algunos de los invitados que han asistido a mis veladas literarias (en perfecto desorden de asistencia).

Las lecturas cubanas de Barbarito en una mesa revuelta

Cirilo Villaverde, Miguel de Carrión, Gertrudis Gómez de Avellaneda, José Antonio Saco, Antonio Bachiller y Morales, Alejo Carpentier, Fernando Ortiz, Lydia Cabrera, José Lezama Lima, Jorge Mañach, Miguel Barnet, Virgilio Piñera, Heberto Padilla, Jesús Díaz, Reinaldo Arenas, Eliseo Diego, Samuel Feijóo, Abilio Estévez, Paquito D'Rivera, Nicolás Guillén, José María Heredia, Enrique Labrador Ruiz, Héctor Zumbado, Eduardo Robreño, Enrique Núñez Rodriguez, Ciro Bianchi, Julio Travieso Serrano, Eladio Secades, Carlos Victoria, José Kozer, José Ángel Buesa, Severo Sarduy, Manuel Pereira, Gastón Baquero, Emilio Ballagas, Antón Arrufat, Luis Rogelio Nogueras, Condesa de Merlín, Carilda Oliver, Fayad Jamis, Manuel Díaz Martínez, Rafael Rojas, Enrico Mario Santí, Ramón Fernández-Larrea, Enrique del Risco, José Soler Puig, Onelio Jorge Cardoso, José Duarte Oropesa, Nivaria Tejera, Rafael Alcides, Belkis Cuza Malé, (…)

¿Cuántos libros puedes leerte a fondo en una semana? ¿Tienes algún método especial de lectura?

No podría precisar la cantidad exacta, el número puede ser muy variable dependiendo de diversos factores: el volumen, la densidad de la obra, la materia, el estilo. A veces puedo llegar a leer tres o cuatro en una semana (por ejemplo, si son breves), aunque lo más normal es uno o dos a la semana, aunque a veces si es un ladrillo considerable me puede llevar hasta dos semanas.

Mi único 'método de lectura' es el reposo y la constancia. Hasta donde recuerdo no paso ni un sólo día de mi vida si leer. Y hablando de métodos, por ejemplo yo no creo en el método de la lectura rápida, para mí eso no es leer, por lo menos no es lo que yo entiendo por disfrutar de la lectura y aprovecharla a fondo. Facilita grandemente la lectura que el libro esté bien escrito. No hay más, si un libro está bien hecho -independiente del género que trate- te atrapa desde las primeras páginas, te lleva de la mano y no te suelta hasta el final.

Si a un libro hay que empujarlo, hay que esforzarse en leerlo, eso es un libro mal escrito. Lo mismo sucede con una película, si es buena no se te hace larga, no puedes apartar la vista de la pantalla, ponerte a conversar con los de al lado, ni siquiera mirar el reloj. Y así mismo leo yo, vivo los libros, los visualizo, me meto en su interior y comparto las vivencias con los protagonistas -si es novela- o investigo y debato el tema con el autor -si de ensayo se trata.

Miami, Madrid, México son rincones donde hay autores cubanos ¿Cómo te las arreglas para llegar tan puntualmente a esos anaqueles digitales y físicos?

Bueno, ya sabemos que los autores cubanos se encuentran, además de en Cuba, regados por el mundo entero. En principio y usando de la tradicional bibliografía, podría decir que un libro me llevaba a otro libro y este a otro y a otro y... Cuando un autor o tema es de mi interés, este era el sistema de búsqueda; hoy en día superado por la Red de Redes. Por ejemplo esa eficaz herramienta de comunicación llamada Facebook me ha ayudado a contactar con un sinnúmero de escritores cubanos. Y en cuanto a la adquisición física de los libros -una vez agotada la vía de las librerías tradicionales- resuelvo los más fabulosos hallazgos a través de Amazon, donde encuentro desde libros nuevos de diversas editoriales, pasando por los recién fabricados bajo demanda, hasta libros antiguos, agotados y descatalogados ¡¡esos maravillosos tesoros!!

Comprar, leer, reseñar, postear…

Realmente, más que un esfuerzo, lo considero un placer, una pasión. Claro que algunas listas, como Historias de la Historia de Cuba y la que has citado Autores no cubanos de mi biblioteca cubana sí requieren cierta dedicación. En la inmensa mayoría de los posts, como podrán observar los lectores, me limito a insertar la referencia bibliográfica del libro en cuestión, acompañado por la reseña de la contracubierta; y raramente hago algún breve comentario de entrada.

Me gustaría algún día acompañar cada post con una reseña propia (quizá más adelante, cuando llegue mi jubilación...), hoy por hoy no me considero un reseñador de calidad, y además tal misión me restaría tempo de lectura.

Nota: 'Bárbaro Lázaro Prieto', prefirió mantener su anonimato y no quiso entregar fotos suyas u otro tipo de identidad para esta entrevista con Martí Noticias.

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