El caso Alina López Miyares, prisionera política acusada de espionaje

Alina López Miyares, ciudadana estadounidense encarcelada en Cuba.

La presa política Alina López Miyares, condenada por un tribunal militar por un delito de espionaje, podría ser puesta en libertad condicional próximamente si prospera una nueva petición en el caso, según informó el abogado independiente Edilio Hernández a Radio Televisión Martí:

“Con 62 años, con enfermedades de hipertensión y renales y una madre de 94, que teme morir sin ver a su hija, resolvimos proponer la solicitud de libertad condicional porque ya ella cumplió un tercio de la sanción”.

La libertad condicional pedida al Tribunal Supremo el 5 de abril pasado está firmada por Alina Miyares Vall-Llosera, madre de la prisionera política y basada en la legislación de los tribunales militares de Cuba que contemplan la posibilidad de conseguirla cuando se cumple un tercio de la sanción, si la persona no tenía antecedentes penales y ha mantenido buena conducta en prisión.

En marzo de 2021, Hernández pidió el indulto de López Miyares al Consejo de Estado y al gobernante Miguel Díaz-Canel pero no ha recibido respuesta.

López Miyares cumple su castigo en el campamento Ceiba 4 de Caimito, Artemisa.

“La petición se debe presentar en el tribunal de la demarcación donde se encuentra el establecimiento penitenciario de la reclusa, es decir en Artemisa, pero debido a las restricciones de viajar por el coronavirus se presentó en el Tribunal [Supremo] y allí se le dio curso. Parece que lo valoraron humanamente y me llamaron para comunicarme que se necesitaba una dirección de ella aquí en La Habana. Me comprometí a reformar el párrafo de la primera hoja y colocar la nueva dirección. Presenté el documento modificado y me lo recibieron otra vez”, explicó Hernández.

“Los que salen en libertad condicional tienen que tener una dirección siguiendo el curso de lo que dice el control de la libertad condicional por el juez de ejecución,” acotó.

Cubana emigrada a Estados Unidos en la década del 60, fue juzgada el 2 de octubre de 2017 por un delito de espionaje, que establece de entre 10 y 20 años de cárcel, pero a ella le aplicaron el atenuante por haber colaborado en el proceso de investigación.

López Miyares fue apresada en enero de ese año, en uno de sus viajes a Cuba, bajo sospecha de haber servido de enlace entre su esposo, el exdiplomático y ex agente de Inteligencia cubano, Félix Milanés Fajardo, y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos.

Una vez en prisión preventiva, López Miyares, aconsejada por su anterior defensor Abel Solá, presentó dos agendas con anotaciones que constituyen las únicas pruebas del argumento en su contra.

El abogado independiente considera que aunque este hecho le sirvió de atenuante, fue una torpeza, porque sin esas pruebas la acusación no se sustentaba más que en meras suposiciones.

“Espero, confiadamente, que se haga justicia porque ya ella cumplió un tercio de la sanción de 13 años, ya tiene más de 4. Y valoren darle libertad condicional y luego se pueda tramitar una visa humanitaria. Me dio esperanza, me emocioné mucho porque es la primera vez que esto sucede”, dijo el abogado Hernández.