“Nunca soñé con ser cardenal”, y el Espíritu Santo tendría que estar loco para hacerme Papa, dijo el arzobispo de La Habana, Monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, en una entrevista que publica la revista de la Iglesia Católica cubana, Palabra Nueva, en vísperas de su investidura como nuevo cardenal cubano y tercero en la historia del país.
El Consistorio, como se llama el colegio cardenalicio donde el Pontífice ordena a los nuevos cardenales, tendrá lugar este sábado en el Vaticano. Monseñor García Rodríguez es uno de los 13 prelados que recibirán la investidura.
Antes de que el Papa Juan Pablo II proclamara a Jaime Ortega Alamino el 26 de noviembre de 1994, Cuba había tenido un solo cardenal: Manuel Arteaga Betancourt, quien recibió el birrete de manos de Pío XII en febrero de 1946.
“Quien sueñe con ser cardenal está loco”, declaró el Arzobispo de La Habana en la entrevista. Luego de haber bromeado con el sacerdote que le dio la noticia sobre si el Papa Francisco está loco o no, Palabra Nueva le pregunta a Monseñor García Rodríguez si alguna vez le ha pasado por la cabeza –porque tiene la edad requerida por la Iglesia— la posibilidad de llegar a ser Sumo Pontífice.
“¡Ahí sí entonces el Espíritu Santo estaría loco! Ni soñarlo, ni soñarlo”, respondió el Arzobispo habanero.
Ni siquiera podía creer que el Papa Francisco lo hubiera escogido para la misión cardenalicia porque, dice, no cree tener las condiciones necesarias.
“En todas las misas pedimos ‘por todos los obispos, por el Papa Francisco, y por mí, indigno siervo tuyo’. Y lo soy, por eso así hacemos en todas las misas”, recuerda Monseñor García Rodríguez.
Por tener menos de 80 años –nacido en Camagüey el 11 de julio de 1948, cumplió 71 hace menos de tres meses--, el Arzobispo habanero sí entra en el grupo de los cardenales que ejercen voto a la hora de escoger un nuevo Pontífice.
Palabra Nueva le pregunta entonces qué cualidades deberá reunir un cardenal para ganar su voto cuando llegue el momento de elegir al sucesor del actual jefe de la Iglesia Católica.
“Debería tener el estilo del Papa Francisco, su deseo de una Iglesia en salida, cercana a los más necesitados”, respondió el Arzobispo de La Habana. “El sucesor del Santo Padre debería ser alguien que continúe con su línea, aunque por supuesto tendría sus carismas especiales. Pero el camino es el trazado por este pontificado”.
La revista subraya que, como hombre de sencillez extrema, Monseñor García Rodríguez “prefiere trabajar en silencio, alejado de las miradas”, y le pregunta si el purpurado no lo obligará a dejar a un lado esa modestia.
“Cuando me nombraron obispo, los que son cercanos a mí me dijeron: ‘Sigue siendo el mismo’. Cuando me nombraron arzobispo de La Habana, aquellos a quienes siento como amigos me dijeron: ‘Sigue siendo el mismo’. Yo estoy seguro de que el Papa ahora me dirá: ‘Sigue siendo el mismo”, respondió.
Your browser doesn’t support HTML5
Una nota publicada por el sitio de internet de la Iglesia Católica de Cuba reproduce un afiche de Amaya Torres, distribuido en las 11 diócesis cubanas, con el lema episcopal del Arzobispo: “Ve y anuncia el Evangelio”, y anuncia que unos 60 peregrinos acompañarán a Monseñor García Rodríguez a Roma.
Cuando regrese a La Habana el miércoles de la semana próxima, 9 de octubre, habrá una celebración en la parroquia de la Caridad, y el 12 será en la Catedral, dijo Monseñor José Félix Pérez Riera a en entrevista con Radio Televisión Martí.
[Con información de Palabra Nueva Conferencia de Obispos Católicos de Cuba y entrevista de Ariane González, de Radio Martí]