El exilio cubano envía ayuda, el régimen persigue y decomisa

Un grupo de ancianos en Falcón, Villa Clara, recibiendo ayuda de exiliados cubanos, una iniciativa de la cubano-siria emigrada, Nayua Haddad.

La Policía detuvo el viernes en Alquízar, provincia de Artemisa, a la activista Idelisa Diasniurka Salcedo Verdecia y le confiscó provisiones y dinero destinados a auxiliar a personas necesitadas.

“Fui detenida violentamente, maltratada física y psicológicamente, durante el arresto de cuatro horas en el municipio donde radico. Me dirigía a entregar una ayuda humanitaria y en el camino fui interceptada por agentes policiales”, dijo a Radio Televisión Martí la opositora.

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Un reportaje de Yolanda Huerga

“Durante mi arresto, en la Unidad Policial de Alquízar, me decomisaron 200 dólares que tenía para la compra de alimentos. También me incautaron mi teléfono móvil, mi aparato para medir la presión arterial y los medicamentos que debía entregar”, dijo.

Salcedo pertenece a los grupos de Facebook “Las Marianas cubanas” y “Las Marianas del presente”, cuyos miembros envían dinero y otras vituallas a los vulnerables.

“Hace tiempo que vengo realizando este trabajo y vengo denunciando en las redes sociales la situación real que vive el pueblo de Cuba”, apuntó.

En los últimos meses se han formado, a través de las redes sociales, grupos integrados por cubanos residentes en el exterior y en la Isla, que contribuyen con sus recursos a socorrer a la población.

A través de las redes sociales se han visibilizado las condiciones de pobreza en Cuba. Así sucedió hace pocos días con un niño residente en San Juan y Martínez, Pinar del Río, que inició el curso escolar en chancletas porque no tenía zapatos.

“Me llegan estas tristes imágenes desde San Juan y Martínez, Pinar del Río, un niño sin zapatos va a la escuela. Lleva unas humildes chancletas y el adoctrinamiento al hombro, combinación que resulta en la degeneración y ‘el declinamiento’ [sic] de una sociedad que pierde la decencia para vivir”, divulgó María Cristina Garrido Rodríguez, la autora del post.

La foto fue tomada por su esposo, el activista del Partido Republicano de Cuba, Michael Valladares. La publicación de esta historia sensibilizó a personas de dentro y fuera de Cuba que mandaron dinero a la madre, Daisy Caridad Machín Hernández, con el que pudo comprar zapatos para sus hijos.

“Hay que ver la pobreza y la tristeza que hay dentro de esa casa, el hambre, la miseria que están pasando. Hay que ver a esos niños donde duermen. Ella ha sido asistida por residentes en Estados Unidos, que no pertenecen a ninguna organización. Con el dinero que les han enviado han comprado, además, comida”, indicó a nuestra redacción Valladares

“La pobre mujer, asombrada, me expresó que esas gentes si son humanitarias, que no son como el régimen los llama gusanos, vendepatrias”.

Asimismo, el grupo “Todos somos Placetas” proporciona comestibles y aseo a desamparados y ancianos en esa localidad villaclareña.

La cubano-siria emigrada, Nayua Haddad, encabeza un equipo de auxilio a adultos mayores que viven en el poblado de Falcón, Villa Clara.

En un post aseguró que “estas caras de felicidad merecen la pena una y mil veces” y agradeció a los que la apoyaron.

De igual modo, los activistas Héctor Luis Valdés Corcho y Esteban Rodríguez reparten bastimentos en barrios de la periferia de La Habana, gracias a exiliados.

Desde el pasado agosto, las autoridades aduaneras cubanas retienen en el puerto de Mariel toneladas de víveres y medicinas donadas por el exilio en Miami para contribuir al alivio de la crisis que vive actualmente el pueblo cubano.