A medida que se acerca el Plebiscito que se desarrollará este domingo en Chile, el interés internacional sobre el proceso que se inició a raíz de las protestas ocurridas hace un año ha ido creciendo día a día, con la realización de debates y la aparición de columnas de opinión en el extranjero que han analizado el rumbo que podría tomar el país.
De hecho, hace una semana, el Wilson Center, centro de estudios cuya sede está en Washington DC y que es uno de los "think tanks" más influyentes del país, organizó un debate en el cual participó el ex canciller chileno Heraldo Muñoz, junto a la abogada Pamela Figueroa, el ex embajador Darío Paya y el cientista político, Patricio Navia.
Al respecto, el excanciller Muñoz comentó que la elección llama la atención en Estados Unidos. "Hay atención afuera por lo que está pasando, hay interés", añadió el líder político socialdemócrata, quien también adelantó que el día de los comicios "van a venir observadores de la Internacional Socialista, son unos 50 que van a estar físicamente o van a estar siguiendo el proceso a través de Zoom".
Consultado sobre cuáles cree que son los aspectos que más llaman la atención en el extranjero, explicó que "el hecho de que la movilización o el estallido social haya llevado al acuerdo del 15 de noviembre entre los partidos oficialistas y la oposición, eso es lo primero que se destaca, el acuerdo que fue el inicio del proceso".
"Segundo, el Plebiscito propiamente tal, en cuanto a que es muy inédito para definir si se quiere una nueva Constitución y el mecanismo para realizarlo. También creo que se destaca mucho este acuerdo que hay para que sea paritario y eventualmente que haya escaños reservados, eso se destaca como algo único y singular", añadió.
El caso chileno también ha sido seguido de cerca por el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, cuya sede está ubicada en Noruega. Su director, Alfredo Zamudio, conversó sobre el interés que despierta en el exterior la forma en que Chile resolvió el conflicto político y social surgido hace un año.
A su juicio, "es una buena decisión hacerlo democráticamente. En medio de una crisis, es algo que muchos países del mundo están mirando con buenos ojos, mucha gente envidia este proceso porque está siendo democrático y, esperamos, sin violencia. Eso en sí es algo envidiable, muchos países lo envidian".
Otro aspecto que despierta la atención de otros países del mundo es el hecho de que Chile realice su Plebiscito en medio del desarrollo de la pandemia del covid-19, la cual obligó a a las autoridades y al Servicio Electoral (Servel) a tomar una serie de inéditas medidas de seguridad para evitar contagios.
Al respecto, el presidente del Consejo Directivo del organismo, Patricio Santamaría, señaló que "efectivamente hemos podido comprobar que hay mucho interés en el mundo respecto de lo que va a ocurrir en Chile el 25 de octubre, porque por primera vez en un país se está preguntando al pueblo si quiere una nueva Constitución y además quién debería redactarla".
"Dada esa situación, en conjunto con el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) estamos preparando y vamos a realizar por el hecho de la pandemia una misión virtual, no de observación, pero sí de invitados internacionales de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), que hoy presiden las autoridades electorales de México y también del Instituto Interamericano de DDHH", dijo.
Los medios de comunicación más importantes del mundo también han dedicado líneas para avizorar qué es lo que le depara al futuro a Chile después del Plebiscito. Uno de ellos fue el Wall Street Journal, el cual publicó una columna de opinión escrita por su editora, Mary Anastasia O'Grady, y que provocó reacciones en Chile.
"La Misión Suicida de Chile", fue el título del artículo, en el cual planteó que “es difícil entender por qué existe un respaldo popular para hacer estallar un sistema que ha tenido tanto éxito", subrayando que "es probable que una nueva Constitución haga al país más pobre, más corrupto y menos libre".
Una visión distinta sostuvo el periódico español El País, que destacó este lunes que "Chile celebrará la que probablemente sea la votación más trascendental en sus últimas tres décadas” para “cambiar el armazón institucional del país, dejando definitivamente atrás el legado por el gobierno de Augusto Pinochet".
"Se trata de un momento crucial en la historia del país al que, desgraciadamente, se llega en un grave clima de tensión que ha ido creciendo durante el último año", añadieron, subrayando el estallido social del año pasado y la conmemoración del 18-O el pasado fin de semana, que culminó con graves hechos de violencia.