De momento Podemos ya ha superado a la UPyD de Rosa Díez y se ha quedado a un escaño de empatar con la coalición liderada por la Izquierda Unida de Cayo Lara
Un partido formado en marzo y presentado a las elecciones eurpeas este 25 de mayo, Podemos, logró nada más ni nada menos que 5 escaños en el Parlamento Europeo en España. Su irrupción en estos comicios hace esperar que en las próximas elecciones legislativas en España se sitúe en muy buena posición, logrando superar las marcas de otros partidos que, con mayor recorrido organizativo, como UPyD o Izquierda Unida, no han logrado.
De momento Podemos ya ha superado a la UPyD de Rosa Díez y se ha quedado a un escaño de empatar con la coalición liderada por la Izquierda Unida de Cayo Lara. Podemos, capitaneado por Pablo Iglesias, un profesor universitario que ha creado su popularidad a través de redes sociales y con una presencia destacada en medios de comunicación nacionales con un discurso -por clasificarlo de alguna manera- de izquierda revolucionaria, se confirma como un fenómeno inédito en la democracia española.
Así como en otros países de Europa los resultados electorales han llevado al aumento de la fuerza de los partidos de extremaderecha, en España el aumento del radicalismo se ha producido sobre todo por la izquierda. Lo preocupante de este fenomeno no es su victoria sino más bien su discurso apegado a modelos caducos como es sin dudas la Revolución cubana. En Internet figuran varias intervenciones de Iglesias elogiando lo que ha sido la dictaudra cubana, aunque señalando que “debe reinventarse”.
Resulta realmente curioso que el líder de esta formación, que ha hecho fortuna electoral acusando a los viejos politicos españoles como miembros de “la casta”, sienta en cambio admiración por Fidel y Raúl Castro, que son los obvios representantes de otra casta, incluso peor, porque nadie la ha votado. Dice en una de sus apariciones televisivas, disponible en Internet, que los líderes de la Revolución envejecieron y perdieron “parte de su sex appeal”, las “conquistas sociales” se mantuvieron en Cuba, “a pesar de la presión brutal de los Estados Unidos” y, con cierta expresión de pesar, agrega que en 2006 “la edad obligó finalmente a Fidel a retirarse de la primera línea de la política”. Esto lo dijo Iglesias en su programa Fort Apache, en Hispan TV, el canal en español financiado con capital iraní.
Si parte de su éxito electoral se ha basado en el ataque a la “casta” y a los políticos instalados en el poder gracias a la organización de partidos de larga trayectoria, no deja de resultar contradictorio que, al mismo tiempo, se contemple con esa mirada tan naïf procesos políticos como el cubano que tienen mucho de “casta”, con un problema añadido, y es que esa casta no ha sido sometida nunca a unas elecciones ni tan siquiera se ha sometido a ningún control independiente.
Hay otro aspecto que ha sorprendido de la irrupción de Podemos en las elecciones europeas en España y es el personalismo del partido, algo que podría devenir en una nuevo culto a la personalidad. Podemos optó por incluir la cara de Pablo Iglesias en las papeletas electorales, en el espacio reservado para los logos de las formaciones políticas. Algo que resulta totalmente inédito y que podría devenir en un nuevo modelo de promoción política basada en el culto al líder. Vamos a ver el recorrido de Iglesias y su Podemos y cuál será su futuro en la vida política española, pero sería muy saludable que esta nueva izquierda, en lugar de irse a beber de referencias caribeñas, tomaran nota de otros modelos, democráticos y respetuosos con la pluralidad.
Por el momento, espero que, a pesar de estar hoy en el ‘trending topic’ ibérico, se nos deje criticarles sin temor a persecuciones futuras. Lo digo, básicamente, teniendo en cuenta sus referentes políticos.
De momento Podemos ya ha superado a la UPyD de Rosa Díez y se ha quedado a un escaño de empatar con la coalición liderada por la Izquierda Unida de Cayo Lara. Podemos, capitaneado por Pablo Iglesias, un profesor universitario que ha creado su popularidad a través de redes sociales y con una presencia destacada en medios de comunicación nacionales con un discurso -por clasificarlo de alguna manera- de izquierda revolucionaria, se confirma como un fenómeno inédito en la democracia española.
Así como en otros países de Europa los resultados electorales han llevado al aumento de la fuerza de los partidos de extremaderecha, en España el aumento del radicalismo se ha producido sobre todo por la izquierda. Lo preocupante de este fenomeno no es su victoria sino más bien su discurso apegado a modelos caducos como es sin dudas la Revolución cubana. En Internet figuran varias intervenciones de Iglesias elogiando lo que ha sido la dictaudra cubana, aunque señalando que “debe reinventarse”.
Resulta realmente curioso que el líder de esta formación, que ha hecho fortuna electoral acusando a los viejos politicos españoles como miembros de “la casta”, sienta en cambio admiración por Fidel y Raúl Castro, que son los obvios representantes de otra casta, incluso peor, porque nadie la ha votado. Dice en una de sus apariciones televisivas, disponible en Internet, que los líderes de la Revolución envejecieron y perdieron “parte de su sex appeal”, las “conquistas sociales” se mantuvieron en Cuba, “a pesar de la presión brutal de los Estados Unidos” y, con cierta expresión de pesar, agrega que en 2006 “la edad obligó finalmente a Fidel a retirarse de la primera línea de la política”. Esto lo dijo Iglesias en su programa Fort Apache, en Hispan TV, el canal en español financiado con capital iraní.
Si parte de su éxito electoral se ha basado en el ataque a la “casta” y a los políticos instalados en el poder gracias a la organización de partidos de larga trayectoria, no deja de resultar contradictorio que, al mismo tiempo, se contemple con esa mirada tan naïf procesos políticos como el cubano que tienen mucho de “casta”, con un problema añadido, y es que esa casta no ha sido sometida nunca a unas elecciones ni tan siquiera se ha sometido a ningún control independiente.
Hay otro aspecto que ha sorprendido de la irrupción de Podemos en las elecciones europeas en España y es el personalismo del partido, algo que podría devenir en una nuevo culto a la personalidad. Podemos optó por incluir la cara de Pablo Iglesias en las papeletas electorales, en el espacio reservado para los logos de las formaciones políticas. Algo que resulta totalmente inédito y que podría devenir en un nuevo modelo de promoción política basada en el culto al líder. Vamos a ver el recorrido de Iglesias y su Podemos y cuál será su futuro en la vida política española, pero sería muy saludable que esta nueva izquierda, en lugar de irse a beber de referencias caribeñas, tomaran nota de otros modelos, democráticos y respetuosos con la pluralidad.
Por el momento, espero que, a pesar de estar hoy en el ‘trending topic’ ibérico, se nos deje criticarles sin temor a persecuciones futuras. Lo digo, básicamente, teniendo en cuenta sus referentes políticos.