El regreso del boxeo rentado pone en jaque el modelo deportivo cubano

Julio César La Cruz

Aunque la cartelera genera entusiasmo, el escepticismo sigue sobre la mesa. Intentos anteriores, como el de Golden Ring, no lograron consolidar un camino claro para el profesionalismo en Cuba, en gran parte debido a los obstáculos internos y las restricciones impuestas a los atletas.

El boxeo cubano está en un punto de inflexión. El 11 de abril, en el Hotel Meliá Internacional de Varadero, AGON Sports traerá una cartelera que podría marcar un antes y un después en la relación de la isla con el profesionalismo.

Con el respaldo de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), el evento busca ofrecer una vía para que los pugilistas cubanos accedan a un escenario que durante décadas les fue negado.

Sobre el ring estarán nombres pesados del boxeo: Arlen López, Julio César La Cruz, Erislandy Álvarez y Lázaro Álvarez, todos con experiencia olímpica y profesional.

"Los cuatro excepcionales atletas cubanos, que ya han disputado sus primeros combates profesionales, también fueron cortejados por otros equipos de boxeo de renombre internacional, pero al final decidieron emprender el camino con AGON", declaró la promotora en su comunicado oficial.

Uno de los puntos llamativos del evento es la implicación de la WBA, una entidad que en su momento apoyó abiertamente a Yordenis Ugás cuando este alzó su voz contra el gobierno cubano. "Con este sensacional golpe de efecto, AGON Sports demuestra una vez más su ambición internacional y subraya su papel como uno de los establos de boxeo más innovadores e influyentes en el panorama mundial", aseguró el matchmaker de la empresa, Flavio Oleaga Mirabal.

Junto a los cubanos, la velada tendrá la presencia del superpluma Moussa Gholam, quien en su momento estuvo en la órbita para enfrentar a Shakur Stevenson. Además, AGON Sports es la promotora de William Scull, el supermediano cubano que el próximo 3 de mayo tendrá el reto más grande de su carrera al enfrentar a Saúl "Canelo" Álvarez por el título absoluto de la categoría.

De hecho, a finales del año pasado Scull estuvo en Cuba y muchos fanáticos del deporte interpretaron su presencia en la isla como una señal de que la promotora alemana buscaba fortalecer su relación con el boxeo cubano.

Aunque la cartelera genera entusiasmo, el escepticismo sigue sobre la mesa. Intentos anteriores, como el de Golden Ring, no lograron consolidar un camino claro para el profesionalismo en Cuba, en gran parte debido a los obstáculos internos y las restricciones impuestas a los atletas.

"Mantengo una buena relación con el equipo olímpico y los responsables deportivos de Cuba desde hace muchos años", comentó Oleaga Mirabal, dejando entrever la esperanza de que esta vez sea diferente.

La velada del 11 de abril representa una oportunidad, pero también una prueba de fuego. Con una generación de boxeadores que ansía competir sin limitaciones, el evento servirá para medir hasta dónde llega la apertura del boxeo cubano y si realmente se están dando los pasos correctos hacia una nueva era en la isla.