El embajador británico en Cuba, Tim Cole, ofreció en su blog oficial de la Cancillería un premio al primero que le escriba un comentario desde una señal de Wi-fi en un parque de Trinidad, Sancti Spíritus o Santiago de Cuba.
¿Por qué el embajador ofrece un premio? Dice estar entusiasmado por el anuncio de nuevos puntos de Wi-fi en parques de la isla, algo que el diplomático asegura es una gran oportunidad para impulsar la economía. De igual manera elogia los anuncios en medios de prensa oficialistas sobre el compromiso del Gobierno cubano apara ampliar el acceso a internet en los hogares a un 50%.
"Temor a una hegemonía cultural" así fue planteado, continúa Cole, en la reciente Conferencia sobre Tecnologías Informáticas y de la Comunicación realizada recientemente en Cuba, teoría desarrollada por el comunista italiano, Antonio Gramsci a principios del siglo XX. Según Gramsci, la hegemonía existe cuando la clase dominante no sólo es capaz de obligar a una clase social subordinada o minoritaria a que satisfaga sus intereses, renunciando a su identidad y a su cultura grupal, sino que también la primera ejerce control total en las formas de relación y producción de la segunda y el resto de la sociedad.
Pero para Cole lo que más se acerca a la realidad es el temor que parece existir en los gobernantes cubanos debido a que como muchas de las grandes compañías de internet radican en Estados Unidos, "la cultura cubana y el pensamiento cubano puedan ser barridos y quizá desaparecer".
El plenipotenciario dice estar seguro de que esto no sucederá en la isla debido entre otras causas, por la fascinación que tantas personas tienen en la actualidad por Cuba, para Cole internet no acaba con las cosas, por el contrario le permite crecer y desarrollarse. Y concluye preguntándose qué hubiera hecho Karl Marx en esta época interactiva, ¿estaría de acuerdo con la proliferación del internet libre y abierto para los cubanos?
Para Cole, el Museo Británico de Londres en la década del 1870 rodeado de libros, donde Marx escribió Das Kapital bien podría ser el internet de la época. Otra comparación que bien podría tomar en cuenta el diplomático, es la cantidad de londinenses que tenían acceso a tanta información en aquel entonces en la biblioteca comparado al porcentaje actual de cubanos que tienen acceso a internet.