Emigración versus gestar el cambio: el dilema de los jóvenes cubanos

El manifestante del 11J Rowland Castillo Castro posa en la entrada de la prisión de jóvenes de La Habana, poco antes de ser encarcelado nuevamente.

Cuba tiene al menos 210 personas menores de 31 años encarceladas por motivos políticos, de acuerdo a la información recopilada por la organización independiente Justicia 11J.

Aunque durante más de seis décadas los cubanos se acostumbraron a la precariedad y a la falta de libertades, los últimos años han sido particularmente lúgubres, y han compelido a masivas protestas que han dejado un saldo de más de mil presos.

“En las últimas manifestaciones que se han dado dentro de Cuba, las imágenes hablan por sí solas. La gran mayoría son jóvenes que quieren un cambio, quieren un futuro, pero el régimen no se los permite, y la única manera que encuentran de poder exigir una vida mejor es un cambio de sistema. Y la única manera que encuentran para hacerlo patente es protestando en las calles, pero el régimen, automáticamente, viene a reprimirlos y a encarcelarlos”, señaló desde España Kirenia Yalit Núñez Pérez, coordinadora de la organización opositora en el exilio Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana.

Según la activista, la amplia presencia de este grupo etario en las protestas demuestra que hay un importante número de jóvenes que quieren cambios dentro del territorio nacional.

"Pero frente a la reacción represiva de la élite en el poder, prefieren emigrar, a pesar de que el hacerlo implica peligro, incluso la muerte, porque no ven el futuro dentro de Cuba, justo porque el sistema no les permite crecer, no les permite soñar y muchos de ellos no encuentran cómo van a garantizar su futuro y el de su familia”.

En medio de ese panorama desolador, la semana pasada, en la clausura del congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Miguel Díaz-Canel, enarbolando como principal incentivo la continuidad, lamentó “la dolorosa realidad de una emigración mayormente joven”.

El éxodo de los jóvenes, incrementado de forma progresiva en los últimos años, es uno de los más grandes retos para el régimen cubano y, a la vez, su máxima derrota.

La salida masiva fue incentivada en noviembre de 2021, cuando Nicaragua eliminó la obligación de visa para cubanos y la llamada popularmente “ruta de los volcanes” se convirtió en un mecanismo de escape para los habitantes de la isla.

Cuba se ha convertido en una de las naciones más envejecidas de América Latina. Al cierre de 2022 un 22.3% de sus habitantes tiene 60 años o más, según la cifra más reciente de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

"Los desafíos siguen siendo enormes, pero la Revolución cree en los jóvenes", proclamó el gobernante cubano que, como es habitual, culpó de los males económicos de Cuba al embargo estadounidense.

“Los jóvenes cubanos emigran hoy porque no ven un futuro dentro del país. Muchos de ellos ven a la generación de sus padres, de sus abuelos, como estudiaron, se sacrificaron pensando que iban a tener un futuro mejor y ese futuro mejor nunca llegó. Todo lo contrario: están pasando necesidades, la pensión o el salario no les alcanza y ellos no quieren repetir ese destino para ellos”, indicó el periodista Waldo Fernández Cuenca, exiliado en España.

“Se dan cuenta de que sus amistades, su familia en el exterior, desempeñando trabajos de mucha menor calificación que la de ellos en Cuba, viven mucho mejor. Es decir, que la pirámide en Cuba está invertida, y ha sido así desde hace más de 30 o 40 años. Los profesionales que trabajan con el Estado, ya sean médicos, abogados, ingenieros, no ven que el salario les alcanza ni siquiera para lo más mínimo”, afirmó Fernández Cuenca.

En ese sentido, Roxana Camejo Leyva, de 20 años, residente en Guantánamo, explicó que, aunque estudia la carrera de Enfermería, sabe que cuando se gradúe no podrá tener “una vida digna” ni el futuro que quiere para su familia.

“Tenemos muchas limitaciones, no tenemos libertad de expresión, no podemos decir lo que queremos libremente, porque siempre estamos con el temor a ser señalados. No podemos elegir, no podemos decidir sobre nuestras vidas. Somos esclavos, por eso quiero emigrar”.

Preguntado sobre el particular, Ramón Díaz Reyes, un pinareño de 25 años, contestó: “Lo que nosotros queremos de verdad es que nuestro país mejore, pero concluye en que los únicos que mejoran son los altos dirigentes”.

Para el sociólogo y experto en emprendimiento Ángel Marcel Rodríguez Pita, las restricciones al ejercicio del trabajo privado es uno de los factores que intensifican la emigración joven en Cuba.

“El sector privado ha sido siempre una alternativa de empleo para los jóvenes cubanos ante la emigración. Evidentemente, las medidas del Gobierno cubano han sido cada vez más restrictivas y le han quitado protagonismo a ese sector, a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Entonces, los jóvenes, que anteriormente se estaban empleando en ese sector, ya no encuentran espacios, no ven alternativas para su desarrollo profesional y económico, y tienen que marchar fuera del país”.

El sociólogo, asentado en La Habana, considera que la migración actual en Cuba está motivada mayormente por el factor económico, debido a la crisis financiera y alimentaria que viven los cubanos.

“En otras etapas, los que emigraban eran los profesionales que abandonaban sus misiones en el exterior. También aquellas personas que tenían un desenvolvimiento económico, pero hoy en día lo están haciendo las personas más vulnerables, que no cuentan con los recursos suficientes para sostenerse ante una crisis alimentaria profunda como la que existe”, concluyó.

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