Autoridades de salud de la provincia cubana de Holguín y el municipio homónimo indicaron el miércoles que enfrentan una especie de tormenta perfecta en la situación epidemiológica del zika y el dengue.
Los funcionarios declararon en una canal de televisión local que la cantidad de casos rebasa la capacidad de los hospitales y crea una elevada circulación viral en presencia de una alta infestación del mosquito transmisor Aedes Aegypti, con mes y medio todavía para que finalice la temporada de lluvias que favorece al vector.
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Dirigentes del MINSAP sobre situación epidemiológica en Holguín
El periodista independiente local Fernando Donate Ochoa reportó para Cubanet las inquietantes declaraciones a la televisión provincial Telecristal de algunos altos funcionarios del MINSAP en el territorio.
Sin ofrecer cifras, el director provincial de Salud Pública, Luis Arley González, admitió que las nueve áreas de salud del municipio cabecera “se encuentran en transmisión de zika y dengue”, habiéndose registrado una cifra de fallecidos, que no precisó. Dijo que la cantidad de pacientes enfermos “hoy rebasa la capacidad de nuestros hospitales”, lo que ha hecho necesario “abrir otras capacidades”.
Según el colaborador de Cubanet, “en julio y agosto funcionó un hospital de campaña para casos de zika y dengue en la Filial de Enfermería Arides Estévez”, pero “ante la incapacidad de las autoridades sanitarias para detener la epidemia, el improvisado hospital fue trasladado hacia una sección del Instituto Tecnológico de Holguín (ITH) Calixto García Íñiguez”, a unos siete kilómetros de la ciudad.
Por su parte el director municipal de Higiene y Epidemiología en Holguín, Eduardo Michel Serrano, calificó en el programa televisivo de “asombroso” el alto índice aédico, o de infestación del mosquito transmisor Aedes aegypti, que actualmente está por encima de 2.
Dijo que otro indicador, el índice de Breteau, se encuentra por encima de 3, con algunas áreas de salud en 6. Este es un índice relacionado con las larvas, que define el número de insectos en desarrollo que se encuentran en las viviendas humanas, y que se deriva del número de recipientes positivos encontrados, comparado con el número de viviendas inspeccionadas.
Pero Serrano manifestó mayor inquietud por la alta población adulta del vector (en fase reproductiva), lo que incrementa su dispersión, y que en conjunción con la también alta cantidad de personas contagiadas eleva las probabilidades de que otros enfermen.
El pasado 29 de septiembre el diario provincial Ahora reportó en cambio, citando al director provincial de Higiene y Epidemiología Dr. Alcides Lazo, que “en las últimas dos semanas hay tendencia a disminuir la incidencia de casos sospechosos y positivos de dengue y zika en Holguín, como resultado de la nueva estrategia de trabajo en marcha en las áreas de Salud de la zona urbana del municipio cabecera”.
El periódico decía que “de acuerdo con su evaluación, la infestación disminuye de manera general”.
Precisó el especialista Serrano que los casos sospechosos son confirmados en un rango del 95 al 99 % por los laboratorios del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) lo que se traduce en una circulación latente del virus y un número tan elevado de enfermos que ha desbordado los hospitales.
Informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre casos de dengue y zika en las Américas en 2017 muestran 270 casos confirmados de dengue en Cuba hasta el 25 de junio, y 187 casos de zika, de ellos 58 importados, hasta el pasado jueves 12 de octubre.
Las cifras son aportadas por el gobierno cubano, que no confirma ninguna muerte y tampoco casos del síndrome congénito asociado al zika, del que otros países de la región caribeña como Dominicana y Puerto Rico reportan 85 y 47 respectivamente.
El reportero de Cubanet señala que la situación en Holguín “se ha tornado más dramática ante el déficit de operarios para el tratamiento adulticida (fumigación) e intradomiciliario como parte de la campaña antivectorial”.
Agrega Donate que “entre las medidas para revertir la crisis, las autoridades sanitarias decidieron emplear a los estudiantes de la universidad Oscar Lucero Moya para realizar la tarea”.