En los 500 años de la muerte de Leonardo Da Vinci

Leonardo Da Vinci

Hoy, 2 de mayo se conmemoran 5 siglos de la muerte de Leonardo di ser Piero da Vinci, más conocido como Leonardo Da Vinci o, simplemente, Leonardo. Leonardo murió y nació en abril, su nacimiento fue en abril 15 de 1452.

Leonardo fue un hijo nacido fuera de matrimonio y no tenía apellido en el sentido moderno. El “da Vinci” solo indica “de Vinci”. Vinci es una población en el área metropolitana de Florencia en la región de Toscana.

Sus dudosos orígenes hicieron que Leonardo no tuviera una educación formal y en su casa, bajo la tutela de su tío Francesco, aprendió a leer, escribir y matemáticas. Este improvisado aprendizaje quizás lo haya liberado de los rígidos cánones de la enseñanza de la época dominada por el clero en que se memorizaba todo “lo que es sabido” y no había incentivo para explorar, preguntar o mucho menos disentir. Esta ausencia de camisa de fuerza didáctica le permitió a Leonardo dar rienda suelta a su asombroso intelecto.

Leonardo da Vinci es la figura más sobresaliente del Renacimiento y una de la mentes más prolíferas de la historia de nuestra especie. Sus intereses, experiencia y ejecución abarcaronlos campos de la pintura, escultura, arquitectura, ingeniería, invención, ciencias, música, literatura, geología, anatomía, astronomía, cartografía, botánica e historia.

Un estudio hecho por el profesorado de MIT consideró a Leonardo como una de las seis personas más influyentes que jamás hayan vivido.

Leonardo escribía sus notas y apuntes de derecha a izquierda y con las letras al revés, como si se vieran en un espejo. Antes se creía que lo hacía para ocultarlas ya que era de carácter misterioso y muy desconfiado. Sin embargo, la ciencia moderna ha determinado que Leonardo padecía de dislexia, una condición que padecemos unos cuantos y que nos hace hacer ciertas cosas de forma diferente a lo “normal” y establecido.

Sin embargo, a pesar de incursionar y ser pionero en todos esos campos, Leonardo nunca estuvo satisfecho con el desarrollo de sus inventos y experimentos y esto lo llevó a decir en su lecho de muerte, “yo he ofendido a Dios y a la humanidad, mi trabajo no alcanzó la calidad que debía”.

El padre de Leonardo fue un hombre rico pero, aunque Leonardo vivió un tiempo con él no descansó mucho en su aporte económico y a la muerte de su padre los 17 hermanos y medios hermanos que Leonardo tenía lo dejaron fuera de la herencia.

Leonardo era muy celoso de su fama y estatus en el mundo del arte y odiaba profundamente a dos de sus contemporáneos a Rafael Sanzio y a Miguel Ángel. Rafael era mucho más joven que Leonardo y Miguel Ángel que, aunque también 30 años más joven era blanco de su antipatía. Leonardo y Miguel Ángel no podían ser más disímiles, mientras Leonardo era un hombre pulcro acicalado y siempre bien vestido que cuidaba con esmero su apariencia personal y no tenía el menor interés por la religión o ningún tipo de misticismo, Miguel Ángel era desaliñado, descuidado en el vestir, y de una profunda religiosidad.

Florencia es una de mis ciudades favoritas y para todo el que esté interesado en el arte, Florencia es un lugar especial donde he ido varias veces en leal peregrinación para visitar el epicentro de ese fenómeno de la humanidad que se llamó el Renacimiento.

El centro de Florencia es un lugar pequeño que se camina en unos minutos pero para conocerlo hace falta meses y quizás años. A muy corta distancia están La Academia con su David y los “prisioneros” de Miguel Ángel, La Galería de Ufficy y cruzando la plaza de La Señoría, nos encontramos la Basílica de la Santa Croce donde están sepultados Miguel Ángel, Nicolo Macchiavello, Galileo Galilei y otros gigantes que eran contemporáneos.

Por cierto Galileo fue sepultado 95 años después de su muerte ya que la “Sagrada Inquisición” no permitía que el sabio tuviera un entierro Cristiano.

A corta distancia está la Iglesia del Salvador donde sepultaron a Sandro Botticelli. Y le decía que todos estos hombres fueron contemporáneos y aunque de distintas edades compartieron una parte de su vida al mismo tiempo y compartieron además otra cosa: Florencia.

Veamos los años en que estos individuos vivieron y de alguna forma, convivieron:

Botticelli vivió de 1445 a 1510, Leonardo de 1452 a 1519, Maquiavelo de 1469 a 1527, Miguel Ángel de 1475 a 1564 y Rafael Sanzio de 1483 a 1520. Todos vivieron en Florencia y seguramente se sentaron a conversar en la plaza de La Signoría, Miguel Ángel iría a misa en la Santa Croce y Leonardo evitaría entrar en esa iglesia, primero porque era ateo y segundo porque quizás el odiado Miguel Ángel estaba dentro.

Vero, volvamos a Leonardo. Leonardo se consideraba así mismo principalmente como un pintor sin embargo, las pinturas que se atribuyen suman menos de 20 aunque por otra parte sus notas de inventos tienen más de 7,000 páginas. Esto se debe en gran parte a que Leonardo era moroso en terminar sus trabajos y éstos muchas veces quedaban inconcluso cuando el autor comenzaba otra cosa.

El primer trabajo de pintura pagado que consiguió Leonardo fue La Adoración de los Magos en el monasterio de San Donato en Florencia para los Medici y lo dejó a medio hacer cuando marchó a Milán para trabajar como ingeniero, arquitecto, escultor y pintor para la familia Sforza que eran los que gobernaban Milán. La familia Sforza era dirigida por Ludovico “El Moro” Sforza, Duque de Milán. Quizás la pintura más hermosa de Leonardo sea el retrato de la esposa del Moro, Beatriz d’Este, “La dama del Armiño.

Sin embargo, a pesar de lo exiguo de su obra pictórica, los cuatros sobrevivientes atribuidos a Leonardo son los más cotizados. Su cuadro Salvator Mundi se vendió en 2017 por $450 millones y la Mona Lisa que está en el Louvre estaba valorada en 1962 en más de $100 millones.

Salvator Mundi pertenecía al oligarca ruso Dmitry Rybolov y el cuadro fue adquirido por el príncipe saudí Bader bin Abdullah bin Farhan al Saud.

Leonardo fue un pionero en el estudio de anatomía y fisiología del cuerpo humano sobre lo que hizo muchos dibujos y diagramas, Visitaba los cementerios para conseguir cadáveres para sus disecciones.

Pero fue en sus invenciones que Leonardo fue más prolífero. Vamos a reseñar algunas de las miles en que empleó su asombroso intelecto:

Construyó un Puente portátil para Duque de Milán; inventó la bomba hidráulica; diseñó la primera bicicleta de la historia, 300 años antes que la primera rodara; hizo planos para un carro blindado; fue la primera persona que estudió científicamente el vuelo de las aves; fue el primero que estudió las fuerzas de la fricción y escribió una teoría sobre su acción; declaró que la Tierra era más antigua que la Biblia (la iglesia sostenía lo contrario); explicó por primera vez por qué el cielo luce azul; fue el primero en hacer la descripción de la arteriosclerosis, observar que el sistema sanguíneo estaba en el corazón y no en el hígado y en saber cómo funciona la válvula aortica; diseñó el paracaídas que fue construido siguiendo los planos de Leonardo en 2000 y usado por el surafricano Adrián Nicholas.

Estos inventos son una pequeña muestra de la obra de Leonardo pero el genio construyó muy poco de esos proyectos durante su vida. Siempre los dejaba para ocuparse de algo nuevo.

Leonardo fue un gran pensador y éstas son algunas de sus ideas:

“Simplicidad es la mayor de las sofisticaciones”. “Aprender nunca cansa la mente”. “El placer más grande es el entendimiento”. “El tiempo es suficientemente largo para quien lo use”. “Un bello cuerpo muere pero una obra de arte nunca perece”. “Las lágrimas vienen del corazón, no del cerebro”. “Mientras pensaba que estaba aprendiendo a vivir, estaba aprendiendo a morir”. “Cuando el espíritu no trabaja con la mano, no hay arte”. “Tu haces mal si alabas pero peor si censuras lo que no entiendes”. “Un día bien usado trae un sueño feliz, una vida bien usada trae una muerte feliz”. “Nada fortalece más la autoridad que el silencio”. “Pobre es el alumno que no sobrepasa a su maestro”. “Donde hay gritos no hay conocimiento”. “Los hombres de real genio logran menos trabajo cuando están más activos”.

Grande Leonardo. Insuperado después de cinco siglos.