El Programa del Médico y la Enfermera de la Familia cumplió el 4 de enero 40 años de haberse implementado en Cuba.
Una doctora, que pidió permanecer en el anonimato, dijo desde La Habana que el programa hoy en día se lleva a cabo a puro esfuerzo debido a la falta de recursos. “No hay medicamentos ni para una urgencia. No consta con ningún ultrasonido, con ningún otro análisis para hacer, no consta con placas, o sea que estamos a puro pulmón trabajando aquí, estamos trabajando a pulmón y dándole la cara a los pacientes”.
Sobre el tema, Martí Noticias conversó además con cubanos de a pie. Arelis Casanova, una habanera que reside en el municipio Plaza, aseguró que la atención recibida durante la pandemia del COVID-19 de su consultorio fue la mejor. “Tuve Covid. Estuve aquí en mi casa pasando todo el tratamiento y demás, y la enfermera todos los días pasaba y demás”.
Mientras que Esther, vecina del Cerro, también en La Habana, señaló que no tiene quejas del personal de su consultorio, y comentó que “el único problema es que en el consultorio mío hace años que no hay enfermo para tomar la presión, es el único problema que hay”.
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Declaraciones sobre el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia
Un artículo publicado por el medio oficialista Tribuna de La Habana recordaba que el 4 de enero de 1984 se había inaugurado el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia en Cuba por iniciativa de Fidel Castro, con el fin de alcanzar nuevos niveles de salud y satisfacción de la población.
"La doctora Ailuj Casanova Barreto, directora Nacional de Atención Primaria de Salud (APS) del Minsap, informó que en los 11 548 consultorios del país, se apuesta por incrementar la satisfacción del pueblo y elevar su calidad de vida con sensibilidad y pormenorizado esmero", reportó Tribuna de La Habana.
Sin embargo, desde la provincia Holguín, el médico opositor Eduardo Cardet dijo que sin dudas el programa está pasando por su peor momento.
“Quizás en los inicios o años posteriores, al menos había una cobertura mayor. En las áreas rurales y semiurbanas existía una disponibilidad de personal médico mayor que podían ofrecer servicios de salud. Había una capacidad material, no, para que esos programas se cumplieran en alguna forma. Realmente ahora no existe ni un tratamiento para las enfermedades crónicas. Vamos a hablar solo de la hipertensión, de la diabetes mellitus, casi nunca los pacientes pueden tener un mínimo control siquiera de sus patologías crónicas. Por lo tanto, hablar de que el programa del médico de familia está haciendo medianamente exitoso ahora es algo irreal”.