En medio del descontento popular, ¿intenta Rusia reducir el voto de protesta?

Imagen de Vladimir Putin es pisada en mitin contra la reforma para aumentar edad de jubilación.

Rusia celebra elecciones locales este domingo en medio de un inusual descontento público -incluso hostil- agravado por una economía tambaleante y por un plan del gobierno, masivamente impopular, que pretende aumentar la edad de jubilación.

"Soy una madre con muchos hijos", dice Nadezhda Devyashina, residente de la aldea de Solnechny, a unos 25 kilómetros al oeste de Abakan, capital de Khakasia, "y no recibo ningún subsidio, ni para calefacción ni servicios comunales".

Devyashina dice que tiene muy claro cuál es la utilidad de la votación de este 9 de septiembre.

“¿Iremos a votar? ¡Solo si podemos tomar nuestros tridentes o algo así! ¡De ninguna otra manera!”, Devyashina le dice al servicio ruso de RFE/RL. “Ni siquiera tenemos hospitales. ¿Por quién vamos a votar? Incluso nuestros niños entienden que algo tiene que cambiar”.

El malestar de los votantes amenaza con impulsar diversas formas de protesta en las votaciones, posiblemente tentando a los funcionarios locales a redoblar los esfuerzos para obtener el voto y asegurar los resultados que exige el Kremlin.

"Ante esta situación, las autoridades están interesadas en suprimir un poco la participación y asegurarse de que solo “su” electorado aparezca y vote de la manera que se supone en que deben hacerlo", dice Stanislav Andreichuk, analista del grupo independiente de monitoreo de elecciones Golos. "Harán lo que puedan para que los votantes que protestan se queden en casa".

Golos ha registrado el rechazo de las juntas electorales locales para registrar candidatos del Partido Comunista en Altai Krai y Omsk Oblast, dice Andreichuk.

Los movimientos de oposición genuinos, como el Partido del Progreso, no registrado, de Aleksei Navalny, no pueden presentar candidatos por barreras administrativas caprichosamente aplicadas.

Al mismo tiempo, dice que los candidatos de los partidos de oposición "oficial" o "sistémico", como los comunistas, el Partido Nacional Liberal Democrático de Rusia (LDPR) y el partido de centro izquierda Rusia Justa, "no están usando el tema de la reforma de pensiones tan activamente como podrían".

"A menudo vemos que incluso en esos raros debates televisivos donde participan los funcionarios regionales ni siquiera se les pregunta sobre el tema", dijo Andreichuk a RFE/RL. "Este es un indicador de una campaña electoral 'simulada'. Se entiende que los candidatos que fueron admitidos en la campaña, al menos a nivel de gobernador, se permitieron solo si se llegaba a un acuerdo sobre cómo se comportarían. Solamente está permitida la crítica ritualista de las autoridades. Los candidatos de los comunistas o del LDPR tienen que criticar, pero su crítica es mucho más cautelosa de lo que cabría esperar en esta situación ".

'Recursos administrativos'

La falta de competencia y una campaña real es percibida por algunos como una estrategia para reducir la participación.

Al mismo tiempo, funcionarios de todo el país están "utilizando métodos, probados y verdaderos, a través de los empleadores y sus propias redes para movilizar a las personas -y estamos hablando principalmente de trabajadores del sector estatal y activistas regionales pro Kremlin- que dependen del sistema actual", dice Andreichuk.

En la ciudad siberiana de Barnaul, las empresas locales de turismo recibieron una carta del jefe de la comisión electoral del distrito Zheleznodorozhny ordenando presentar datos personales de todos los "residentes de Barnaul que estarán de vacaciones fuera de la ciudad el día de las elecciones".

La Comisión Electoral Central de Moscú prometió investigar la carta, que el vicepresidente de la comisión, Nikolai Bulayev, ha denunciado como "ilegal".

Andreichuk está de acuerdo y dice que la estratagema parece tener como objetivo generar información que pueda usarse para falsificar las elecciones. "Cuando las comisiones electorales saben exactamente qué votantes no aparecerán en las urnas, se crea la oportunidad de usar esa información para falsificar los resultados", dice. "Es decir, pueden emitir esos votos para quien quieran. Desafortunadamente, en los últimos años, tales episodios han sido documentados en Altai Krai".

Altai Krai es regularmente catalogado por Golos como una de las regiones más atroces de Rusia en términos de violaciones a las leyes electorales y el uso ilegal de "recursos administrativos" por parte de la rama ejecutiva.

Cartel que dice "Reforma de pensiones". Manifestación del Partido Comunista en San Petersburgo.

Reforma impopular

A principios de este verano, el partido gobernante, Rusia Unida, y el gobierno del primer ministro Dmitry Medvedev, patrocinaron un proyecto de ley en la Duma (cámara baja de la Federación Rusa) que elevaría la edad de jubilación para los hombres a 65 para 2028 y para las mujeres a 63 para 2034.

Más tarde, después de la protesta pública, el presidente Vladimir Putin propuso aumentar la edad de las mujeres a solo 60 (actualmente la edad de jubilación es de 60 años para los hombres y 55 para las mujeres, los trabajadores de la policía, los militares y los servicios secretos son elegibles para jubilarse a los 40 años, lo que no se vería afectado por la reforma propuesta).

La propuesta de reforma desencadenó una ola de protestas en todo el país. El político opositor Aleksei Navalny ha pedido que otra ronda de mítines coincida con la votación del 9 de septiembre.

Según las encuestas, hasta el 90 por ciento de los rusos se oponen a la reforma. De acuerdo con la encuesta más reciente del Levada Center poll (organización rusa independiente, no gubernamental de investigación sociológica y encuestas), el 53 por ciento de las personas dicen estar preparadas para participar en manifestaciones contra la propuesta, una tasa de descontento que no se ha visto desde el desplome económico del rublo y el default (suspensión de pagos) de 1998.

"La insatisfacción definitivamente ha estado creciendo", dice el director de Levada Center, Lev Gudkov. "Esto no es algo único, sino un patrón constante desde las elecciones de marzo [para la Duma del Estado]".

Además, agrega Gudkov, los rusos no están considerando la reforma de las pensiones de forma aislada, pero como parte de un complejo de políticas gubernamentales que perciben como perjudiciales para sus intereses, incluyendo operaciones militares en Medio Oriente y presunto apoyo a militantes separatistas en la vecina Ucrania.

"Cuando el gobierno está elevando la edad de jubilación, mientras que al mismo tiempo llevan a cabo varias aventuras de política exterior como la guerra en Siria o la guerra no declarada en la región de Donbas [de Ucrania], y están aumentando los gastos militares y para la burocracia, la gente comienza a pensar... el gobierno está tratando de resolver el problema del déficit presupuestario a su costa", dijo.

Nikolai Lyaskin, director de la Fundación Anticorrupción de Navalny, dice que la propuesta de reforma de pensiones "finalmente abrió los ojos de la gente".

"La gente ha comenzado a mirar a su alrededor y a pensar que el aumento de precios que ven no es el capricho de algunos extraterrestres sino la consecuencia de las ineptas políticas de Rusia Unida, de Putin y Medvedev", dijo a RFE/RL.

Emilia Slabunova, presidenta del partido liberal Yabloko, expresa su esperanza de que los ciudadanos "presenten activamente su opinión utilizando todos los medios posibles", desde protestas hasta apelaciones ante los representantes de la Duma en las urnas.

"Necesitamos utilizar nuestros votos durante las elecciones del 9 de septiembre para protestar contra esas fuerzas políticas, en primer lugar, Rusia Unida, que están impulsando una propuesta tan poco considerada", dice Slabunova.

A los votantes en 22 regiones rusas (incluida la ciudad de Moscú) se le pedirá que elijan líderes para la rama ejecutiva. Dieciséis regiones seleccionarán legislaturas. Además, algunos escaños de mandato único en la Duma Estatal estarán en juego, y los alcaldes serán seleccionados en varios centros administrativos en Siberia.

(Escrito por Robert Coalson en base a informes de Lyubov Chizhova, del Servicio Ruso de RFE/RL, Mikhail Sokolov, Ksenia Smolyakova y Svetlana Pavlova del Servicio Ruso de RFE/RL, e Igor Chigarskikh de la redacción de Siberia)