Encarcelan a manifestante que gritó "¡Abajo el comunismo! ¡Patria y Vida!" frente al partido comunista en Cárdenas (VIDEO)

Samuel Pupo Martínez gritó "Abajo el Comunismo" en las protestas de Cárdenas del 11 de julio.

Frente a la sede del Partido Municipal en Cárdenas, Matanzas, Samuel Pupo Martínez subió a un auto volcado por la muchedumbre y gritó "¡Abajo el comunismo! ¡Patria y Vida!".

Era el 11 de julio de 2021 y el pueblo se manifestaba contra el régimen a lo largo de toda la Isla. Desde entonces, Samuel está detenido y el viernes lo trasladaron a la cárcel Combinado del Sur bajo la medida cautelar de prisión preventiva.

“Oficialmente lo acusan de ‘desorden público’. El abogado me dice que está complicado porque le están achacando que es líder, que propició esa demostración y que incitó a los que estaban allí”, dijo su esposa Yuneisy Santana González.

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Samuel Pupo Martínez durante la protesta en Cárdenas el 11 de julio

“Primero estuvo arrestado en el centro de Instrucción Penal y ahora el 20 de agosto lo pasaron para la cárcel. No he podido verlo. Estuve 9 días sin tener fe de vida de él. Yo iba diariamente a la policía aquí en Cárdenas, pero me decían que no sabía nada de él. Yo rogaba por la llamada a la que decían tenía derecho Samuel, pero nada. Estaba muy preocupada porque él tiene problemas de salud, es diabético y estaba sin sus medicamentos. Al noveno día me llamó”.

Pupo Martínez podría enfrentar cargos, usados contra otros de los participantes en las marchas del 11 de julio, como daños a la propiedad pública e instigación a delinquir, pero Radio Televisión Martí no ha podido verificar esas acusaciones.

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Manifestante Samuel Pupo Martínez encarcelado por protestar en Cárdenas


“Yo creo que la detención es injusta porque expresarse es un derecho, manifestarse es un derecho. Y eso fue lo que hizo él. El fiscal Rubén Remigio Ferro dice que protestar no es un delito. ¿Y por qué mi esposo sigue preso?", se pregunta la mujer desesperada.

Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular de Cuba, en una comparecencia sobre los sucesos del 11 de julio, afirmó que "manifestarse, es más, lejos de constituir un delito, constituye un derecho constitucional de las personas”.

Luego advirtió que "invitar a disturbios, a desórdenes, agredir, dañar, lesionar, desobedecer y desacatar las indicaciones que van encaminadas a preservar el orden y la tranquilidad", sí lo es.

En la práctica, las autoridades tratan cualquier llamado a expulsar el comunismo del poder como una amenaza a la seguridad nacional.

“Estamos desesperados. Mi niño de 12 años me pregunta por qué su papá no llega a casa. Siente un ruido en la puerta y piensa que es papá. Anoche mismo a las 2 y pico de la mañana, yo me asusté mucho porque comenzó a temblar y me decía mamá, tengo deseo de vomitar. ¿Y yo me preguntaba por qué tiembla tanto? No tenía fiebre. Lo abracé porque creo que fue algo de pánico. Ha vivido muchos días de stress. Y yo no sé ni qué decirle a mi hijo por qué su papá no viene, simplemente porque su papá se manifestó pacíficamente”.

En Cárdenas, los manifestantes hambreados, hastiados y azotados por la pandemia volcaron patrullas policiales y vehículos de funcionarios y dirigentes del Partido Comunista.

“Ellos dicen que es líder, él no es líder de nada y mucho menos pagado por Estados Unidos. Todos los que estaban allí no fueron convocados por él. Si él no sabía nada, se enteró por las redes sociales”.

Las redes sociales de los cubanos se inundaron el 11 de julio de llamados a salir a las calles a pedir libertad. Tras la represión se han convertido en el escenario principal de las denuncias que llevan los rostros de centenares de cubanos que están siendo interrogados, han sido sentenciados en juicios sumarios o están en prisiones.

“Lo único que él quería era un bienestar y un futuro mejor para su país. Samuel es un hombre que se dedica a su trabajo. Es autónomo. Es muy bien llevado aquí con sus vecinos. Todos en el barrio lo quieren. Me animan a mí”, comenta Santana.

Ahora Samuel y su familia esperan el proceso legal, pero saben que las garantías son escasas.

“Yo pido que, por favor, finalicen la investigación que nos informen a los familiares y pido libertad inmediata no sólo para mi esposo, sino también para todos los acusados del día 11 y los días sucesivos y que los fiscales y los abogados se pongan del lado de la justicia verdadera y que hagan valer las leyes y la constitución de Cuba. Que pongan punto final”, clama Santana González.