Al cabo de 20 años de oficio, Rene Ruiz se confiesa un "enamorado" de la moda y su ropa se encuentre en tiendas como Neiman Marcus o Saks Fifth Avenue.
Con una trayectoria de más de 20 años, el cubano Rene Ruiz es un diseñador y empresario textil enamorado de la moda, y que busca rescatar el oficio de la costura en la industria de la confección desde su factoría en el sur de Florida.
Ruiz llegó a Miami desde La Habana cuando era un adolescente, en la década de los 80, acompañado sólo por su hermano, en una época en que la ciudad era relativamente pequeña y distinta al resto del país.
"Miami es hoy tan diferente a como era hace 30 años. Antes era como el 'lejano oeste', pero me encanta y soy feliz por haber desarrollado mi carrera en esta ciudad y haber podido ser testigo de sus cambios", señaló a Efe durante una entrevista realizada en su tienda de Coral Gables.
Según confesó el diseñador, una vez establecido en Miami, que a su juicio hoy "se ha convertido en una gran ciudad", entendió rápido que para sobrevivir había que ponerse a trabajar y estudiar.
"Yo estudié arquitectura, pero siempre tuve mucha facilidad para hacer cosas con mis manos, para crear. Pintaba, hacia esculturas, pero sobre todo me gustaban las cosas bien hechas, especialmente la ropa, y una cosa a otra me fue llevando hacia el diseño", relató.
Su gusto por la moda nació desde sus años en Cuba, donde para escapar del ambiente represivo del comunismo el diseñador encontraba refugio en las salas de cine, en las que veía no sólo películas de Hollywood, sino largometrajes de la época dorada del cine español, mexicano o argentino.
"Me encantaban esas mujeres elegantes e imaginaba una vida que sea lo más diferente a lo que me rodeaba", confesó.
Para pagar sus préstamos estudiantiles y graduarse en el International Fine Arts College de Miami, Ruiz trabajó como ayudante en una empresa de eventos y también en una factoría de ropa, donde aprendió a coser.
Luego, explica, empezó a hacer vestidos de uno en uno.
"Tengo clientas que siendo ellas y yo muy jóvenes les hice un vestido, y hoy siguen viniendo para que les haga trajes para las bodas de sus hijos", comentó.
El diseñador asegura que lo más importante para conservar a esa clientela durante años es "guiarlas, aunque al final son ellas las que se tienen que sentir cómodas porque son las que se van a poner el vestido", resaltó.
El diseñador aseguró que cuando se empieza un negocio desde cero
se pasa por momentos difíciles.
"Hay días que no son como tú quisieras, pero yo siempre tuve el empeño en esforzarme, y mucho, especialmente por influencia de mi madre y de mi abuela que me inculcaron ese amor por el trabajo", manifestó.
Ruiz, cuya empresa da trabajo a más de 65 empleados, hoy en día es un trabajador incansable que se mueve entre su factoría en Hialeah, su tienda en Coral Gables y su showroom en Nueva York, además de atender diferentes compromisos comerciales que han permitido que su ropa se encuentre en tiendas como Neiman Marcus o Saks Fifth Avenue.
Pero el empresario, que también desarrolla una línea de ropa para hombres, confiesa que el camino no ha sido fácil.
"En los últimos 20 años, esta industria se ha puesto más difícil, porque se ha perdido el oficio de la costura en Estados Unidos. Con la firma de los tratados (internacionales), y al llevarse la manufactura a países como China, el negocio que más sufrió fue el de la confección de ropa", aseguró.
No obstante, Ruiz, quien recordó que en los años 80 en Miami había más de 1.000 factorías de ropa y hoy existen menos de 10, se ha empeñado en enseñar el oficio de la costura y en mantener su propia fábrica de ropa, aún cuando la competencia sea muy fuerte.
"Me orgullece tener gente joven, latinos inmigrantes que quieren aprender este oficio y haberles enseñado. Alguna de esas personas podría ser el próximo Rene Ruiz", indicó el diseñador, quien en estos días prepara su colección 'Otoño 2014' que presentará en febrero en Nueva York, siempre teniendo como inspiración a la ciudad de Miami, tanto en los colores como en las telas.
"Miami es hoy tan diferente a como era hace 30 años. Antes era como el 'lejano oeste', pero me encanta y soy feliz por haber desarrollado mi carrera en esta ciudad y haber podido ser testigo de sus cambios", señaló a Efe durante una entrevista realizada en su tienda de Coral Gables.
Según confesó el diseñador, una vez establecido en Miami, que a su juicio hoy "se ha convertido en una gran ciudad", entendió rápido que para sobrevivir había que ponerse a trabajar y estudiar.
"Yo estudié arquitectura, pero siempre tuve mucha facilidad para hacer cosas con mis manos, para crear. Pintaba, hacia esculturas, pero sobre todo me gustaban las cosas bien hechas, especialmente la ropa, y una cosa a otra me fue llevando hacia el diseño", relató.
Su gusto por la moda nació desde sus años en Cuba, donde para escapar del ambiente represivo del comunismo el diseñador encontraba refugio en las salas de cine, en las que veía no sólo películas de Hollywood, sino largometrajes de la época dorada del cine español, mexicano o argentino.
"Me encantaban esas mujeres elegantes e imaginaba una vida que sea lo más diferente a lo que me rodeaba", confesó.
Para pagar sus préstamos estudiantiles y graduarse en el International Fine Arts College de Miami, Ruiz trabajó como ayudante en una empresa de eventos y también en una factoría de ropa, donde aprendió a coser.
Luego, explica, empezó a hacer vestidos de uno en uno.
"Tengo clientas que siendo ellas y yo muy jóvenes les hice un vestido, y hoy siguen viniendo para que les haga trajes para las bodas de sus hijos", comentó.
El diseñador aseguró que cuando se empieza un negocio desde cero
se pasa por momentos difíciles.
"Hay días que no son como tú quisieras, pero yo siempre tuve el empeño en esforzarme, y mucho, especialmente por influencia de mi madre y de mi abuela que me inculcaron ese amor por el trabajo", manifestó.
Ruiz, cuya empresa da trabajo a más de 65 empleados, hoy en día es un trabajador incansable que se mueve entre su factoría en Hialeah, su tienda en Coral Gables y su showroom en Nueva York, además de atender diferentes compromisos comerciales que han permitido que su ropa se encuentre en tiendas como Neiman Marcus o Saks Fifth Avenue.
Pero el empresario, que también desarrolla una línea de ropa para hombres, confiesa que el camino no ha sido fácil.
"En los últimos 20 años, esta industria se ha puesto más difícil, porque se ha perdido el oficio de la costura en Estados Unidos. Con la firma de los tratados (internacionales), y al llevarse la manufactura a países como China, el negocio que más sufrió fue el de la confección de ropa", aseguró.
No obstante, Ruiz, quien recordó que en los años 80 en Miami había más de 1.000 factorías de ropa y hoy existen menos de 10, se ha empeñado en enseñar el oficio de la costura y en mantener su propia fábrica de ropa, aún cuando la competencia sea muy fuerte.
"Me orgullece tener gente joven, latinos inmigrantes que quieren aprender este oficio y haberles enseñado. Alguna de esas personas podría ser el próximo Rene Ruiz", indicó el diseñador, quien en estos días prepara su colección 'Otoño 2014' que presentará en febrero en Nueva York, siempre teniendo como inspiración a la ciudad de Miami, tanto en los colores como en las telas.