Primavera de Cuba ofrece la visión de la disidente cubana Marta Beatriz Roque sobre la actual perspectiva del escenario político cubano.
Polémica y controvertida, Marta Beatriz Roque Cabello quedará para una ya muy cercana posteridad como la figura política que logra trascender desde el compromiso sin concesiones, en el periodo político más difícil de la historia de la nación cubana.
Para muchos está posicionada como la "dama de hierro" del anticastrismo dentro de Cuba. Alguien que ha visto a muchos llegar y a no pocos partir.
Juan González Febles, periodista independiente de la página Primavera en Cuba entrevista a la disidente que ofrece la sus opinions sobre la actual perspectiva del escenario político cubano.
¿A qué escenario político se asoma el entramado opositor interno en la actualidad?
Marta Beatriz Roque Cabello: Voy a ir un poco atrás y decirte que el escenario actual para muchos cubanólogos es inimaginable para cualquier momento deducible desde el pasado. Nadie pensó que un cambio en Cuba se iba a producir sin la presencia de Fidel Castro. Todos afirmaban que "cuando Fidel Castro se muera", etc., etc.
Ciertamente, en estos momentos Fidel Castro siembra plantas y parece no estar interesado en ningún aspecto político en el país, aunque quieran hacerlo resplandecer. Para los que tuvimos la oportunidad de leer sus últimas reflexiones, está claro cuál es su estado mental. En estos momentos, Raúl Castro trata por todos los medios de minimizar la oposición. Son muchas las artimañas que emplea, pero sabe que en determinado momento tendrá que reconocerla.
¿Cuáles serían las premisas en que esto tendría lugar? Me refiero al reconocimiento de la oposición.
MBRC: Raúl Castro quiere tener conversaciones con el gobierno de los Estados Unidos a un mismo nivel. Pero, ¿dónde está la legitimidad de un gobierno que quiere negociar desde el ámbito político con un gobierno democrático si este gobierno es incapaz de reconocer la diferencia representada por la oposición con la que convive a su pesar?
No pienso que el gobierno de los Estados Unidos llegado el momento diga, "...no eres legítimo porque violas los derechos humanos, porque no reconoces la oposición". No creo que sea esa la postura que conduzca a parte alguna en este momento, pero es importante recordar que un gobierno legítimo permite partidos políticos y prevalece entre la diversidad de opciones. Ahora tuvimos las elecciones para diputados y delegados a la Asamblea Provincial del Poder Popular, la Asamblea Nacional y todo el mundo conocía que los 612 diputados nominados ya estaban electos a priori. Por consiguiente, no hay ningún tipo de legitimidad en este régimen y creo que eso habría que explotarlo en una conversación con el gobierno cubano. La situación sería del corte de: "...bueno, conversamos ustedes y nosotros pero ¿y la otra parte qué?".
Es interesante, hablas de otra parte. Me pregunto y creo que los lectores también querrían saber sobre terceras y quizás hasta de cuartas partes. ¿Sobre eso, qué?
MBRC: En un momento determinado, la iglesia trató de ser la tercera parte, pero ha recogido la pita de una forma que aquello fue muy grande. El cardenal recogió totalmente su serpentina porque supo que su carnaval se acabó. Aquí nadie respaldó la intervención del cardenal como tercera pata de una mesa y él se percató, recogió y se retiró.
De veras que se cometieron muchos errores de todo tipo y sobre todo, para los que creemos en Dios y mantenemos la fe católica, pienso que faltó al respeto a la iglesia como tal. Esto trajo como consecuencia que no pudiera conseguir su objetivo de ser la tercera parte en alguna negociación con el gobierno cubano.
Esa tercera pata es importantísima y si no aparece, no va a haber conversaciones o al menos, estas no serán fructíferas. Pienso que tanto el gobierno de los Estados Unidos como la Unión Europea tendrán en un momento determinado que decir, "bueno, está bien, el gobierno cubano quiere conversar al mismo nivel", pero el caso es que no hay el mismo nivel. No lo hay entre este régimen político y el sistema político de los Estados Unidos y mucho menos de ningún país de la Unión Europea. Por tanto, este es o sería el primer paso para que en un momento determinado la oposición surja como parte legítima de una mesa de conversaciones.
La oposición interna cubana es mostrada como una entidad política fragmentada. Es muy difícil conversar con una parte compuesta por personas que no saben ponerse de acuerdo entre sí. ¿Qué podrías aportarnos en este sentido?
MBRC: La oposición en estos momentos es grande en el país. Ha habido un crecimiento parejo no solo en la capital, sino también en las provincias. Por supuesto, no hay que descartar que mientras hay opositores sinceros en su entrega y en su abnegación, una parte considerable de la oposición lo que desea es marcharse del país, mientras que otra trabaja para el régimen. No pueden ser descartadas ninguna de estas realidades. A despecho de esto, opino que no es necesario que toda la oposición piense igual. Cada quien puede optar por sus matices y puede ver las cosas de diferentes maneras, porque el pluralismo es parte de la libertad que buscamos. Eso no es lo peor, lo peor está en la ofensa, en el irrespeto. No se respetan los espacios y además de eso, quien tiene posibilidad de tener un respaldo internacional, aunque carezca de brillo, brilla.
¿Qué puedes decirnos sobre el "relevo generacional" en las filas de la oposición interna?
MBRC: Hay quien habla y comenta que nosotros llevamos muchos años en la oposición, etc., pero hay toda una serie de acciones acumuladas por los veteranos de la oposición que no pueden dejar de reconocerse. Con independencia de que algunos andemos por la tercera edad, otros hayamos pasado a edades más avanzadas, somos personas que continuamos en la lucha, en el trabajo. Bueno, me refiero a los que seguimos luchando y trabajando. Esto de decir, "se necesita gente joven", "un mejor pensamiento", en fin, 'gente para afuera', me refuerza en el concepto de que la oposición no debe ser "para afuera".
La oposición debe ser para adentro, debe estar dentro de la Isla, en la postura que aglutine y convoque al pueblo. Que sea la punta del iceberg que ayude al pueblo a conocer la realidad del mundo y la realidad sobre lo vivido en los últimos años. Hoy andamos por la cuarta generación desde que tomó el poder el régimen militar y hay personas dentro de Cuba que ignoran totalmente lo que ha pasado. Incluso personas dentro de la oposición que no pueden reflejar los hechos de la democracia porque no la conocieron en ningún momento y no tienen idea de cómo formar un partido democrático. Desgraciadamente, esto es así, pero te repito que lo más importante es el respeto. Cuando existe respeto, no importa que haya diversidad de criterios.
Pero entonces, ¿qué puede hacerse en un paisaje tan complicado?
MBRC: En su momento quedarán descartados aquellos colocados por el gobierno para su servicio. También los que no están interesados en la política sino en largarse del país y que utilizan la oposición como trampolín para saltar fuera del país. Esto, aunque duele mucho decirlo, es una realidad. Así, mientras están en la oposición trabajan, hacen alguna que otra actividad, salen a la calle, son detenidos, pero ciertamente su objetivo final no es la libertad de Cuba. Su objetivo final es su libertad personal en los Estados Unidos.
Habrá que descontar a toda esta gente y entonces quedará un grupo más reducido de personas que durante muchos años se ha ganado el respeto del pueblo y ha pasado por toda una serie de problemas y no vayamos a pensar exclusivamente prisiones, por toda una serie de problemas y avatares que indiscutiblemente hay que respetar y habrá que considerar.
Para concluir y llegar a un punto de reflexión o de inflexión, ¿será posible articular un interlocutor válido para negociar con el régimen militar en estos momentos, cuya validación no sea puesta en entredicho por el régimen?
MBRC: Una sola persona, imposible o improbable. Quien primero se opondría a esto sería el propio régimen. Ellos quisieran que quienes ya tienen preparados para esto fueran sus interlocutores, sin embargo, hay otros que no tienen que ver en lo absoluto con el régimen y que tienen méritos suficientes para ser contados en este grupo. Este grupo podría articularse a partir de la posición negociada por ambas partes. Debe ceder el gobierno y debe ceder la oposición.
El gobierno deberá ceder para que los opositores verdaderos entren en esta negociación. Los verdaderos opositores, que conocen muy bien a quienes el gobierno infiltró, deben ceder y permitir que estos se integren al proceso negociador. Indiscutidamente, hay que ser muy inteligentes, para impedir que el gobierno gane esta última partida.
JG: Muchas gracias, Marta
Para muchos está posicionada como la "dama de hierro" del anticastrismo dentro de Cuba. Alguien que ha visto a muchos llegar y a no pocos partir.
Juan González Febles, periodista independiente de la página Primavera en Cuba entrevista a la disidente que ofrece la sus opinions sobre la actual perspectiva del escenario político cubano.
¿A qué escenario político se asoma el entramado opositor interno en la actualidad?
Ciertamente, en estos momentos Fidel Castro siembra plantas y parece no estar interesado en ningún aspecto político en el país, aunque quieran hacerlo resplandecer. Para los que tuvimos la oportunidad de leer sus últimas reflexiones, está claro cuál es su estado mental. En estos momentos, Raúl Castro trata por todos los medios de minimizar la oposición. Son muchas las artimañas que emplea, pero sabe que en determinado momento tendrá que reconocerla.
¿Cuáles serían las premisas en que esto tendría lugar? Me refiero al reconocimiento de la oposición.
MBRC: Raúl Castro quiere tener conversaciones con el gobierno de los Estados Unidos a un mismo nivel. Pero, ¿dónde está la legitimidad de un gobierno que quiere negociar desde el ámbito político con un gobierno democrático si este gobierno es incapaz de reconocer la diferencia representada por la oposición con la que convive a su pesar?
No pienso que el gobierno de los Estados Unidos llegado el momento diga, "...no eres legítimo porque violas los derechos humanos, porque no reconoces la oposición". No creo que sea esa la postura que conduzca a parte alguna en este momento, pero es importante recordar que un gobierno legítimo permite partidos políticos y prevalece entre la diversidad de opciones. Ahora tuvimos las elecciones para diputados y delegados a la Asamblea Provincial del Poder Popular, la Asamblea Nacional y todo el mundo conocía que los 612 diputados nominados ya estaban electos a priori. Por consiguiente, no hay ningún tipo de legitimidad en este régimen y creo que eso habría que explotarlo en una conversación con el gobierno cubano. La situación sería del corte de: "...bueno, conversamos ustedes y nosotros pero ¿y la otra parte qué?".
Es interesante, hablas de otra parte. Me pregunto y creo que los lectores también querrían saber sobre terceras y quizás hasta de cuartas partes. ¿Sobre eso, qué?
MBRC: En un momento determinado, la iglesia trató de ser la tercera parte, pero ha recogido la pita de una forma que aquello fue muy grande. El cardenal recogió totalmente su serpentina porque supo que su carnaval se acabó. Aquí nadie respaldó la intervención del cardenal como tercera pata de una mesa y él se percató, recogió y se retiró.
De veras que se cometieron muchos errores de todo tipo y sobre todo, para los que creemos en Dios y mantenemos la fe católica, pienso que faltó al respeto a la iglesia como tal. Esto trajo como consecuencia que no pudiera conseguir su objetivo de ser la tercera parte en alguna negociación con el gobierno cubano.
Esa tercera pata es importantísima y si no aparece, no va a haber conversaciones o al menos, estas no serán fructíferas. Pienso que tanto el gobierno de los Estados Unidos como la Unión Europea tendrán en un momento determinado que decir, "bueno, está bien, el gobierno cubano quiere conversar al mismo nivel", pero el caso es que no hay el mismo nivel. No lo hay entre este régimen político y el sistema político de los Estados Unidos y mucho menos de ningún país de la Unión Europea. Por tanto, este es o sería el primer paso para que en un momento determinado la oposición surja como parte legítima de una mesa de conversaciones.
La oposición interna cubana es mostrada como una entidad política fragmentada. Es muy difícil conversar con una parte compuesta por personas que no saben ponerse de acuerdo entre sí. ¿Qué podrías aportarnos en este sentido?
MBRC: La oposición en estos momentos es grande en el país. Ha habido un crecimiento parejo no solo en la capital, sino también en las provincias. Por supuesto, no hay que descartar que mientras hay opositores sinceros en su entrega y en su abnegación, una parte considerable de la oposición lo que desea es marcharse del país, mientras que otra trabaja para el régimen. No pueden ser descartadas ninguna de estas realidades. A despecho de esto, opino que no es necesario que toda la oposición piense igual. Cada quien puede optar por sus matices y puede ver las cosas de diferentes maneras, porque el pluralismo es parte de la libertad que buscamos. Eso no es lo peor, lo peor está en la ofensa, en el irrespeto. No se respetan los espacios y además de eso, quien tiene posibilidad de tener un respaldo internacional, aunque carezca de brillo, brilla.
¿Qué puedes decirnos sobre el "relevo generacional" en las filas de la oposición interna?
MBRC: Hay quien habla y comenta que nosotros llevamos muchos años en la oposición, etc., pero hay toda una serie de acciones acumuladas por los veteranos de la oposición que no pueden dejar de reconocerse. Con independencia de que algunos andemos por la tercera edad, otros hayamos pasado a edades más avanzadas, somos personas que continuamos en la lucha, en el trabajo. Bueno, me refiero a los que seguimos luchando y trabajando. Esto de decir, "se necesita gente joven", "un mejor pensamiento", en fin, 'gente para afuera', me refuerza en el concepto de que la oposición no debe ser "para afuera".
La oposición debe ser para adentro, debe estar dentro de la Isla, en la postura que aglutine y convoque al pueblo. Que sea la punta del iceberg que ayude al pueblo a conocer la realidad del mundo y la realidad sobre lo vivido en los últimos años. Hoy andamos por la cuarta generación desde que tomó el poder el régimen militar y hay personas dentro de Cuba que ignoran totalmente lo que ha pasado. Incluso personas dentro de la oposición que no pueden reflejar los hechos de la democracia porque no la conocieron en ningún momento y no tienen idea de cómo formar un partido democrático. Desgraciadamente, esto es así, pero te repito que lo más importante es el respeto. Cuando existe respeto, no importa que haya diversidad de criterios.
Pero entonces, ¿qué puede hacerse en un paisaje tan complicado?
MBRC: En su momento quedarán descartados aquellos colocados por el gobierno para su servicio. También los que no están interesados en la política sino en largarse del país y que utilizan la oposición como trampolín para saltar fuera del país. Esto, aunque duele mucho decirlo, es una realidad. Así, mientras están en la oposición trabajan, hacen alguna que otra actividad, salen a la calle, son detenidos, pero ciertamente su objetivo final no es la libertad de Cuba. Su objetivo final es su libertad personal en los Estados Unidos.
Habrá que descontar a toda esta gente y entonces quedará un grupo más reducido de personas que durante muchos años se ha ganado el respeto del pueblo y ha pasado por toda una serie de problemas y no vayamos a pensar exclusivamente prisiones, por toda una serie de problemas y avatares que indiscutiblemente hay que respetar y habrá que considerar.
Para concluir y llegar a un punto de reflexión o de inflexión, ¿será posible articular un interlocutor válido para negociar con el régimen militar en estos momentos, cuya validación no sea puesta en entredicho por el régimen?
MBRC: Una sola persona, imposible o improbable. Quien primero se opondría a esto sería el propio régimen. Ellos quisieran que quienes ya tienen preparados para esto fueran sus interlocutores, sin embargo, hay otros que no tienen que ver en lo absoluto con el régimen y que tienen méritos suficientes para ser contados en este grupo. Este grupo podría articularse a partir de la posición negociada por ambas partes. Debe ceder el gobierno y debe ceder la oposición.
El gobierno deberá ceder para que los opositores verdaderos entren en esta negociación. Los verdaderos opositores, que conocen muy bien a quienes el gobierno infiltró, deben ceder y permitir que estos se integren al proceso negociador. Indiscutidamente, hay que ser muy inteligentes, para impedir que el gobierno gane esta última partida.
JG: Muchas gracias, Marta