El posible fin de las restricciones para que los estadounidenses viajen libremente a Cuba como turistas está despertando el interés de los inversores españoles, que se han enfocado en este destino como uno de los principales países para hacer negocios en los próximos años.
El propio Gobierno cubano es consciente de que no cuenta con suficientes plazas hoteleras para acoger a toda la demanda que puede llegar de su vecino del norte y por eso proyecta una capacidad de 110.000 camas para 2030, según el director de negocios del Ministerio de Turismo de Cuba, José Daniel Alonso. Con ese panorama, compañías como NH y Meliá, que cuentan con miles de cuartos en sus complejos en la isla, ya están elaborando planes para ampliar su presencia.
Según datos del Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX), en 2015 operan en Cuba 252 empresas de ese país, aunque podrían ser muchas más a lo largo de los próximos meses ya que se estima que la demanda de inversión no se ha cubierto por completo. Entre los últimos que han anunciado sus planes se encuentran las compañías de ferries Balearia y MSC, que ya cuentan con los permisos de Estados Unidos para los viajes y esperan los de la isla para estrenar sus viajes.
Sin embargo, España también tiene intención de que nuevas compañías se instalen en la isla y ha apostado fuerte con la implementación de créditos. El último de ellos es el que ha puesto en marcha la Compañía de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce) con una línea de financiación de 24 millones de euros para las empresas españolas que quieran invertir en Cuba. Esta entidad, formada por un grupo de empresas que ofrece soluciones integrales para la gestión del crédito comercial en parte de Europa y Latinoamérica, quiere animar así a explorar las oportunidades que se abren.
Esto se suma a los 40 millones de euros que hace unas semanas la Compañía Española de Financiación del Desarrollo (COFIDES) también anunció como línea de financiación para respaldar los proyectos de las Pymes (pequeñas y medianas empresas) y grandes empresas.
En este caso, la financiación irá destinada a dos tipos de proyectos: aquellos desarrollados en cualquier provincia del país y otros más específicos para operaciones en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM).
Estas iniciativas para dotar de crédito a compañías españolas son producto de la nueva legislación cubana, más favorable para el desarrollo de empresas extranjeras. Con la llamada "Nueva Ley" aprobada el 29 de marzo, se permiten ya tres tipos de compañías: las empresas de capital 100% extranjero, para las inversiones cuya complejidad lo requiera; empresas mixtas en el porcentaje que se autorice y contratos de asociación económica internacional.
Según declaró el presidente de COFIDES, Salvador Marín, en el caso de esta entidad pública española el esfuerzo por dar financiación es producto de "la apertura al exterior que está experimentando Cuba, los incentivos a la inversión extranjera que ofrecerá el país y el interés mostrado por las empresas españolas".
En la actualidad, el vínculo económico entre ambos países se cifra en los 697 millones en exportaciones que se realizaron desde España a Cuba en 2014, si bien el Gobierno de Raúl Castro estima que necesita anualmente unos $3.000 millones en inversión extranjera, y no sólo en turismo: Cuba sigue importando el 70% de sus alimentos.