España invitará a la Fiesta de la Hispanidad, en su embajada en La Habana, a autoridades, diplomáticos, españoles residentes en Cuba y a miembros de la “sociedad civil”, aunque sin aclarar, en este último caso, si se trata de opositores democráticos o grupos oficialistas.
Así lo informaron a Radio Televisión Martí fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, en relación con la habitual celebración del 12 de octubre, fiesta nacional del país ibérico.
En el pasado reciente se produjo un debate similar, debido a que numerosas organizaciones oficialistas se presentan como integrantes de la “sociedad civil”. De este modo, la Unión Europea aseguraba en sus informes que atendía a estos sectores, cuando en realidad discriminaba a los activistas independientes y solo dialogaba con grupos controlados por el régimen de La Habana.
Your browser doesn’t support HTML5
Reporte de Michel Suárez para Radio Martí
En este sentido, el Partido Popular de España (PP) propuso esta semana al gobierno de Pedro Sánchez que “las embajadas abran sus puertas a todos los demócratas, a todos los luchadores por la libertad” en el Día de la Hispanidad.
“Especialmente, en los países donde lo están pasando mal, como es Cuba, Venezuela o Nicaragua. Y que se invite a estos demócratas y luchadores por la libertad, para que puedan celebrar con nosotros la fiesta nacional [de España]”, dijo a esta emisora Valentina Martínez, secretaria de Relaciones Internacionales del PP.
El Partido Popular presentará una propuesta al Congreso para exigir un gesto hacia los demócratas cubanos.
“Nosotros sabemos lo importante que es la visibilización de los demócratas, darles voz y legitimidad”, añadió la diputada nacional.
Durante las legislaturas del conservador José María Aznar, los opositores cubanos fueron invitados a las celebraciones del 12 de octubre en la embajada, mientras que su sucesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, solo lo autorizó al principio de su mandato. Desde 2012, un gobierno del PP, presidido por Mariano Rajoy, dejó de hacerlo, en una maniobra que cambió la histórica posición de la derecha española con respecto a la dictadura cubana