España vuelve a la vida; Madrid, Barcelona y Valencia tendrán que esperar

Personas se ejercitan en Madrid.

Con la epidemia de COVID-19 en retroceso, la mitad de la población de España avanzará gradualemente hacia la normalidad desde este lunes con la reanudación limitada de actividades sociales, comerciales, turísticas, de ocio, culturales y deportivas, aunque con la cautela del Gobierno por el temor de un rebrote y la incertidumbre del importante sector hostelero.

La evolución de la enfermedad sigue un "camino favorable" en todo el país, resaltó este domingo el portavoz del Ministerio de Sanidad, el doctor Fernando Simón, en conferencia de prensa.

Sin embargo, 6 de las 17 regiones españolas solo podrán pasar mañana parcialmente a la fase 1 del plan de transición previsto por el Ejecutivo, en la que se alivian algunas de las restricciones económicas y de movimiento de personas impuestas desde el inicio del estado de alarma, el 14 de marzo pasado.

Las tres ciudades españolas más habitadas y sus áreas de influencia (Madrid, Barcelona y Valencia) tendrán que esperar. Sus respectivas regiones (Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana) no cumplen aún todos los requisitos de refuerzo sanitario o control epidémico establecidos por el Ejecutivo.

Madrid, con 6,7 millones de habitantes, será la única región cuyo territorio permanecerá al completo en la etapa previa (fase 0), pendiente de afianzar la atención sanitaria primaria.
En el último día, el número de fallecidos en España por coronavirus fue de 143 (es decir, 36 menos que una jornada antes), que es la cantidad más baja desde el 18 de marzo, y el total de defunciones llegó a 26.621 desde que comenzó la epidemia.

Los contagiados notificados en un día por pruebas PCR repuntaron ligeramente a 621, hasta alcanzar los 224.390 casos, informó este domingo el Ministerio de Sanidad, aunque los fines de semana suelen conllevar un retraso de datos, que se actualizan los días siguientes.

Madrid y Cataluña encabezan las estadísticas acumuladas de defunciones y casos; y también las diarias, seguidas por las regiones de Castilla-La Mancha y Castilla y León, que limitan con Madrid.
El Gobierno español, que sigue recomendando el teletrabajo, autoriza, en esta nueva etapa, la reanudación y reapertura de
numerosas actividades, instalaciones y servicios, aunque con
condiciones como límite de asistencia, distancia de seguridad entre personas, medidas de higiene, protección personal y desinfección frecuente de instalaciones y puestos laborales.

En la fase 1 se permite visitar a la familia, las reuniones de hasta 10 personas, desplazarse a segundas residencias y hoteles de la misma provincia donde se vive, comprar en comercios de hasta 400
metros cuadrados, salvo excepciones, o asistir a iglesias y museos.

Entre esas actividades figuran las de alojamiento y consumo de
bebida y comida al aire libre en terrazas.

Los hoteles y establecimientos turísticos (España es una
potencial mundial en el sector) solo podrán prestar servicio de
alimentación a los clientes hospedados, sin usar zonas comunes como piscinas, balnearios, gimnasios, miniclubs, zonas infantiles,
discotecas ni salones sociales.

Las terrazas de hoteles, bares y restaurantes podrán ocuparse al
50 % de las mesas, con un máximo de 10 clientes en cada una.

Pero con estas condiciones, el sector hotelero prevé seguir cerrado hasta que se permita la movilidad entre provincias y regiones, lo que se espera sólo al final de todo el plan de transición, probablemente a partir del 22 de junio.

Las restricciones de desplazamiento tanto en España como desde el
extranjero dificultan la afluencia de clientes, argumentó a Efe el
secretario general de la Confederación Española de Hoteles y
Alojamientos Turísticos (Cehat), Ramón Estalella.

Tampoco abrirán locales con terraza porque la mitad de ocupación
no sale rentable, dijeron a Efe algunos propietarios.


La decisión del Ministerio de Sanidad de impedir que la región de
Madrid (muy precupada por la paralización comercial minorista) y
parte de otras, como la Comunidad Valenciana (este) y Andalucía
(sur), generó duras críticas contra el Ejecutivo.

El jefe del Gobierno, el socialista Pedro Sáchez, se reunió por videoconferencia con los presidentes de todas las regiones. En
una comparecencia de prensa posterior, la portavoz del Gobierno,
María Jesús Montero, pidió actuar con lealtad y "no trasladar falsos
agravios" entre regiones.

"Forzar el ritmo nos puede costar muy caro" en vidas humanas y
retroceso económico, advirtió. "Lo realmente grave sería alejarse de
ese criterio sanitario y dejarse llevar por consideraciones de tipo olítico o de cualquier otra índole", subrayó, pues es muy
importante evitar los rebrotes para la recuperación del país en
todos los sentidos.

Las decisiones se basan en la "prudencia, la precaución y la
cautela", según Montero, y el "criterio técnico" según indicadores
"objetivos", añadió el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien destacó el ambiente de "cordialidad" con las regiones.

No obstante, generó polémica que el Gobierno mantenga el anonimato de los expertos que evalúan la situación de cada región para cambiar de fase.