"Esta lucha continúa": el mensaje de las misas a Payá y Cepero

Fotografías de Payá y Cepero en la iglesia St. Raymond (Miami) en la misa por 8 años de sus muertes.

En más de una decena de ciudades del mundo volvieron a resonar este miércoles sus nombres. En esquinas, casas y monumentos se alzaron carteles con sus fotografías y se leyeron pensamientos suyos. En Iglesias de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica se les dedicaron misas. Incluso dentro de la Isla comunista, a pesar de la represión, se manifestaron en contra de lo que les hicieron y se encendieron dos velas junto a sus imágenes.

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Así no sólo fueron recordadas las vidas de los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, sino también denunciadas sus muertes, ocurridas el 22 de julio de 2012, en lo que organizaciones de derechos humanos, abogados, peritos, testigos y familiares de las víctimas consideran que fue un atentado provocado por agentes del Estado cubano.

"Esta lucha continúa" es el mensaje más importante que, según el periodista Julio Estorino, se le envió otra vez al régimen de La Habana.

Payá fue "un hombre coherente con su fe, con su vida cívica, con su vida como opositor, que en todo momento mantuvo esa integridad, que es tan necesaria en las luchas de esta naturaleza, como la que él desarrolló", dijo Estorino a Radio Televisión Martí al concluir la misa en la Iglesia St. Raymond, en Coral Gables.

Para este estudioso de las relaciones entre la oposición al castrismo y la Iglesia, el Movimiento Cristiano Liberación (MCL), creado por Payá, se "fundamenta más que nada en sus convicciones religiosas, en Jesucristo, y precisamente de esa fe es que arranca el sentido de la justicia que él tenía. Lo mismo que Harold Cepero", precisó el autor de Biografía de un hombre de Dios. La vida de Monseñor Agustín Román, libro clave para entender quién fuera el Obispo Emérito de Miami y el fundador de la Ermita de la Caridad.

Camino a la libertad

Conducir a los cubanos a través de la lucha pacífica "hacia un camino de libertad y democracia" era el propósito esencial de Payá. "Y en todo momento dio testimonio de eso. El último testimonio fue su muerte. Como todo parece indicar fue víctima de los verdugos de la Seguridad del Estado. Y hay que llegar a una conclusión: tú no matas lo que no te molesta; tú no matas lo que no piensas que pueda derrotarte; tú no matas a aquél que tu consideras insignificante. Tú matas a quienes por su ejemplo y su lucha pudieran llegar un día a ponerte en tu lugar. Ese es el razonamiento del régimen castrista", advirtió Estorino.

La iglesia St. Raymond de Miami recordó a Payá y Cepero.

"Lamentablemente Oswaldo Payá y Harold Cepero no fueron los primeros mártires en esta lucha. Son 60 años de martirio. Y precisamente matando, atropellando, asesinando, reprimiendo, no han podido apagar del todo la voz de la oposición. El mensaje es que Oswaldo y Harold son semillas, no son troncos caídos, y esa semilla seguirá floreciendo hasta el día que Cuba alcance la libertad", aseguró una de las voces más reconocidas del exilio histórico.

Ofrendar lo más preciado

Tony Díaz, secretario general del MCL, quien acudió a la eucaristía en la iglesia Nuestra Señora de Lourdes (Kendall, Miami), manifestó que "Oswaldo y Harold ofrendaron lo más preciado que uno tiene, que es su vida, en aras de la libertad de Cuba", y que por ello "año tras año queremos recordarlos, y mandar el mensaje a esta comunidad y al mundo de que sus vidas no se han sido en vano, que sus vidas fueron otorgadas en el sacrificio que ha costado esta agonía de tantos años, esta entrega de tantos hombres, y creemos que es justo siempre todos los años recordar que dieron su vida por nosotros y por Cuba".

"La línea del MCL se mantiene intacta después de la pérdida de Oswaldo. Creemos que la solución se inicia, y así lo creía Oswaldo, cuando se comience un proceso de elecciones libres y democráticas para todos los cubanos, donde todos los cubanos podamos participar y decir qué queremos para Cuba", recalcó.

En los últimos años, el MCL ha desarrollado, dentro y fuera de Cuba, nuevos proyectos como Un cubano, un voto, y Ley de Reencuentro Nacional. Todos, según Díaz, con "el mismo espíritu que creamos el Proyecto Varela, el Programa de Transición, el mismo espíritu del reencuentro de cada cubano con su conciencia, con su sociedad y su vida. Por eso decimos que todos los días caminamos en la misma dirección que caminaba Oswaldo y el Movimiento Cristiano Liberación antes de su pérdida".

Una historia de crímenes

En Nuestra Señora de Lourdes, el padre Domínguez, de origen cubano, explicó más de una vez que tanto Payá como Cepero habían sido "asesinados por el régimen de la isla".

A esta ceremonia asistió Ramón Antúnez, para quien la muerte de Payá "se inscribe dentro de toda una historia de crímenes por parte del régimen cubano", donde aparecen nombres conocidos como Pedro Luis Boitel, Laura Pollán y Orlando Zapata Tamayo, entre otros.

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Lo que la dictadura cubana esperaba con la muerte de Payá, según el también fundador del MCL, era "la eliminación física, social y espiritual de un líder que hizo un proceso de establecer una demanda colectiva [el Proyecto Varela] que nunca se había logrado" impulsar bajo la dictadura castrista y que Payá, a la cabeza del MCL, "la presentó, apoyada por miles de cubanos, y que tuvo un efecto muy positivo dentro de la sociedad cubana porque sentó una esperanza para el pueblo que estaba inconforme con el régimen cubano".

Antúnez suscribe la tesis de que las muertes de Payá y Cepero "están rodeadas de circunstancias muy sospechosas" que apuntan a que "fue un crimen de Estado" y considera que el motivo fundamental es que "Oswaldo era la persona que estaba levantando la voz en un momento en que el régimen cubano está tratando de restablecer relaciones con el gobierno norteamericano para salir dentro de ámbito internacional como un país con una democracia. Payá constituye una manera de declarar la ingobernabilidad, la inconstitucionalidad de un régimen que no respeta los derechos humanos, que no abre un proceso político".

Elementos que no pueden ser obviados

"Después de su muerte se levantaron innumerables denuncias y se ha establecido ante tribunales la causa del asesinato de él y de Harold Cepero. Estas causas han sido un poco dilatadas dentro de ámbito internacional y no han habido resultados. Sin embargo esperamos que algún día la justicia pueda hacerse con todos los que tuvieron que ver alguna vez con este crimen. Sabemos que evidentemente la mano de la Seguridad del Estado estuvo presente en esos momentos cuando ese carro fue agredido en esa carretera solitaria", destacó.

Rosa María Payá, Ofelia Acevedo y asistentes a la misa el 22 de julio de 2020.

Hay una cadena de elementos que, al decir de Antúnez, "no pueden ser obviadas dentro de un proceso de acusación contra el régimen" en el contexto y el escenario de las muertes de Payá y Cepero:

"El antecedente de ese crimen fue un tiempo antes cuando el carro de Oswaldo fue agredido también y fue volcado en medio de una avenida cerca de su casa, las amenazas constantes que recibió, la persecución. Eso es lo que ha pasado. El gobierno cubano no ha sido transparente. Además se ha negado a aportar pruebas. Por ejemplo, la autopsia del cadáver de él, la partida defunción de él, que Ofelia Acevedo, su esposa, ha solicitado, el gobierno nunca se la ha entregado".

"Han habido elementos de juicio, por parte de personas que estuvieron cerca de él, que manifiestan que hubieron muchas cosas que redundan en que fue un crimen. El gobierno se ha negado siempre a establecer un diálogo entre los peticionarios, los tribunales internacionales, las acusaciones, y una respuesta sustancial de lo que ocurrió en realidad", enfatizó.

Oswaldo me cambió la vida

Narvier Hernández conoció a Payá cuando tenía unos 20 años. "Fue alguien que me impresionó muchísimo. Su inteligencia, su coherencia, la manera como concebía el cambio en Cuba, es decir, la coherencia entre la meta que tenía trazada, el camino y las herramientas que desglosaba para llegar a esa meta, como fueron el Proyecto Varela, el Proyecto Heredia. Fue alguien de una sencillez tremenda, le importaban mucho las personas y le importaba no solamente la lucha por la libertad de Cuba sino también el cubano de a pie, la familia de los que luchaban por la libertad de Cuba", relató.

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EntreVistos: La lucha continúa (Misas a Payá y Cepero)

"Realmente pertenecer al MCL y estar junto a Oswaldo, más que un activismo político y a un líder al que seguí sus ideales y sus metas, para mí fue integrarme a una familia más, y unirme a un amigo, que a mí me ayudó muchísimo a crecer como persona. Enseguida compartí la visión que tenía sobre el cambio y fue alguien que le dio al pueblo cubano una propuesta, un camino. Dar su carnet de identidad [en el Proyecto Varela] es un gran paso, que el cubano que nunca se había identificado, que nunca se había asociado o se había unido para identificarse con una una causa. Para mí fue tremendo. Oswaldo a mí me cambió la vida como hombre, como persona, como luchador por la libertad", expresó.

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Hernández subrayó que "el mensaje que estamos enviando en este momento, donde nos estamos reuniendo para honrar su vida, es un mensaje de continuidad, de que a pesar de que haya desaparecido físicamente sus ideales están vigentes y son nuestras herramientas de lucha, pues hasta que no haya libertad de expresión y prensa, hasta que no haya libre asociación y no se pueda elegir un representante, realmente la vigencia de su ideario y su lucha está más palpable que nunca. El ejemplo que él nos dio todavía continúa vivo y seguirá mientras haya un cubano que tenga deseos de luchar por sus derechos".

El problema lo tiene el gobierno cubano

A la misa en St. Raymond, donde ofició el sacerdote Francisco Hernández, acudió la familia de Payá, representada por su viuda, Ofelia Acevedo, y su hija, la activista Rosa María Payá, quien ese mismo día, a través del grupo Cuba Decide y de conjunto con activistas y organizaciones pro derechos humanos, coordinó ​un panel con parlamentarios y políticos del hemisferio occidental como el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.

Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Payá, en la iglesia St. Raymond, Miami.

"Los cubanos que lo conocieron y que siguen su legado dentro y fuera de Cuba nos sentimos hoy conmovidos pero también esperanzados, y la forma que tenemos de agradecer a Dios es reuniéndonos para celebrar la eucaristía", explicó Acevedo.

Y precisó que "el problema lo tiene el gobierno cubano. Ellos provocaron la muerte de Oswaldo y de Harold. Ellos los asesinaron, y para nosotros, claro, que lamentamos muchísimo que esto haya sucedido, pero el problema es del gobierno cubano. Nosotros solamente vamos a seguir el legado de Oswaldo, vamos a seguir trabajando por la democracia, por la libertad para Cuba, la reconciliación, porque el pueblo cubano, como decía Oswaldo tiene derecho a los derechos y a una vida más plena".

"Quiéralo o no el gobierno cubano, nosotros vamos a seguir el camino que Oswaldo y Harold trazaron y regaron con su sangre. Y ese camino es un camino de liberación", concluyó.