Cientos de personas que recordaban la muerte de un joven negro desarmado, Michael Brown, a manos de la Policía se manifestaron este sábado en Ferguson en vísperas del primer aniversario del hecho, que desató acusaciones de racismo contra las fuerzas de seguridad en Estados Unidos.
Encabezados por el padre de Brown, también de nombre Michael, y otros familiares, la muchedumbre marchó por una de las avenidas de esta ciudad de Misuri (centro de EEUU) en las que el pasado noviembre se produjeron disturbios después de que un tribunal decidiera no procesar al policía blanco que disparó contra el muchacho de 18 años.
La marcha fue pacífica, y en ella participaron hasta niños. Fue acompañada de un amplio contingente policial.
No obstante, por la tarde aumentó la tensión: los manifestantes se mostraron más agresivos y algunos de ellos saltaron las vallas de protección para desafiar a los policías.
Los manifestantes corearon eslóganes como "¡Manos arriba, no disparen!" y "¿Por quién hacemos esto? Lo hacemos por Mike Brown". La manifestación concluyó en el Normandy High School, al que concurría Brown.
El padre de Brown declaró a los medios que dedicaba todo su esfuerzo a "mantener viva la memoria" de su hijo haciendo "todo lo posible para empoderar" a la comunidad negra.
Pero "nada" ha cambiado desde hace un año para él, dijo. "Algunas familias pudieron obtener justicia por las repercusiones de la muerte de Michael Brown y esto los ayuda, pero en lo que a mí respecta, yo sigo tratando de superarlo", agregó.
Entre otros eventos previstos para el domingo, los manifestantes mantendrán silencio durante 4,5 minutos. Eso se debe a que el cuerpo de Brown estuvo boca abajo en la calle por aproximadamente cuatro horas y media después de recibir los disparos.
También habrá otra marcha de silencio hasta una iglesia, donde habrá un servicio religioso.
Los disturbios que se produjeron en Ferguson el año pasado se extendieron a otras ciudades estadounidenses y provocaron un debate sobre la violencia empleada por la Policía contra jóvenes negros, en el que se involucró incluso el presidente Barack Obama.
Brown fue el primero de una serie de afroestadounidenses abatidos por la Policía en 2014 y 2015.