El presidente Joe Biden inauguró el jueves la primera Cumbre por la Democracia haciendo sonar una alarma sobre un retroceso global de las instituciones democráticas y pidió a los líderes mundiales que se unan y demuestren que las democracias pueden cumplir.
Con la presencia de representantes de unos 100 países, Biden dijo que la democracia enfrenta "desafíos sostenidos y alarmantes" en todo el mundo.
“Estamos en un punto de inflexión de nuestra historia. Las decisiones que tomemos, en este momento, determinarán fundamentalmente la dirección que tomará nuestro mundo en las próximas décadas", expresó el presidente.
Biden señaló que las tendencias "apuntan en gran medida en la dirección equivocada" y que la democracia necesita "campeones".
El presidente afirmó que es un momento crítico para que los líderes redoblen los esfuerzos para reforzar las democracias.
Asimismo, aludió a los propios desafíos de Estados Unidos a sus instituciones y tradiciones democráticas.
La Cumbre fue catalogada por la Casa Blanca como una oportunidad para que líderes y expertos de unos 110 países colaboren en la defensa contra el autoritarismo, la lucha contra la corrupción y la promoción del respeto a los derechos humanos. Pero la reunión ya ha provocado reacciones de los principales adversarios de Estados Unidos y de otras naciones que no fueron invitadas a participar.
Antes de la cumbre, los embajadores en Estados Unidos de China y Rusia escribieron un ensayo conjunto en la revista de política “Interés Nacional” opinando que la administración Biden exhibía una mentalidad de Guerra Fría.
El pasado 2 de diciembre, en una rueda de presa, el principal asesor para Latinoamérica del presidente Biden, Juan González, dijo que Estados Unidos no había invitado a la cumbre virtual para la democracia a Cuba, Nicaragua, ni al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, aunque sí al presidente interino Juan Guaidó. Señaló ademas que no se invitó a Honduras, El Salvador y Guatemala porque afrontan "algunos desafíos".
A una pregunta de Radio Martí sobre el criterio utilizado para decidir a cuáles naciones invitar, un vocero del Departamento de Estado contestó en un correo electrónico que “la Cumbre tiene como objetivo incluir una lista regional y socioeconómicamente diversa de democracias emergentes y bien establecidas… con un reconocimiento claro de que ninguna democracia es perfecta”.
“Si bien las democracias de los países pueden estar experimentando desafíos, nuestro enfoque general se trata de la inclusión: queremos involucrarnos, fomentar cambios positivos y aprender de la experiencia compartida”, añadió.
Por su parte, Cuba, a través de su ministro de exteriores, Bruno Rodríguez, criticó lo que calificó de la "selectiva" Cumbre por la Democracia, alegando que foros de este tipo demuestran en realidad la "debilidad" del país norteamericano.