Estados Unidos tiene pruebas claras y convincentes del ataque químico del régimen de Siria a la población civil.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo hoy que las pruebas de que dispone Estados Unidos sobre la responsabilidad del régimen de Bachar al Asad en el ataque del pasado 21 de agosto en Damasco con armas químicas son "claras y
convincentes".
Kerry aseguró en una declaración ante los medios, en la que enumeró algunas de esas evidencias, que EE.UU. tiene "alta confianza" en el hecho de que el responsable de los ataques es el presidente sirio y que, pese a que Washington no podrá desclasificar ciertos detalles, sabe que fuerzas leales a Al Asad se prepararon
para el ataque y lo llevaron a cabo.
Estados Unidos dice haber confirmado que en los ataques del pasado 21 de agosto fallecieron 1.429 personas, de las cuales 426 niños, y ha tomado "pasos sin precedentes" para desclasificar los datos recabados por sus servicios de espionaje que responsabilizan con "hechos" al régimen de Al Asad de los ataques químicos.
Kerry dijo que esta crisis no será un nuevo Irak, en alusión a la controversia sobre la fiabilidad de las supuestas pruebas que justificaron aquella invasión, en 2003, y que posteriormente fueron desacreditadas, porque nunca fueron encontradas armas de destrucción masiva en el país árabe.
"Nuestra comunidad de inteligencia ha revisado y vuelto a revisar la información sobre el ataque y lo ha hecho con más cuidado que en Irak. No repetiremos ese momento", aseguró, al tiempo que pidió que cada uno juzgue por sí mismo las evidencias difundidas hoy. "Necesitamos preguntarnos sobre el riesgo de no hacer nada", advirtió el jefe de la diplomacia estadounidense, quien aseguró que el presidente Barack Obama sabe que "nuestra elección tendrá grandes consecuencias" y es importante para la seguridad nacional.
En este sentido, Kerry recordó que la decisión, que se inclina sin apenas duda hacia una intervención militar, será un mensaje para otros que se plantean el uso de armas de destrucción masiva, como la milicia chiíta Hizbulá y Corea del Norte. Kerry confirmó que si el presidente decide actuar, lo hará con un ataque "limitado", al tiempo que reiteró que EE.UU. "sigue comprometido con un proceso diplomático" que, al final, resuelva con negociaciones y por la vía política, no militar, la situación en Siria.
El secretario de Estado también recordó que Estados Unidos "no está solo en su voluntad de hacer algo y actuar", para castigar a Al Asad, y que han mostrado su apoyo la Liga Árabe, la Organización de la Cooperación Islámica, Turquía, Francia o Australia. "Hablaremos con el Congreso, con nuestros aliados y con el pueblo
estadounidense y nos aseguraremos de que tomamos nuestras propias decisiones, en nuestro tiempo, y basadas en nuestros valores e intereses", señaló el jefe de la diplomacia estadounidense.
"Sabemos que los estadounidenses están cansados de la guerra, yo también, pero esa fatiga no nos exime de nuestra responsabilidad... la historia nos juzgará si damos la espalda", advirtió Kerry. Aseguró que Estados Unidos "cree en Naciones Unidas" y respeta a los inspectores, "pero como ha dicho Ban Ki-moon, la ONU, como es su
mandato, no confirmará quiénes son los autores del ataque, solo si éste se produjo", y no presentará pruebas que EE.UU. no haya publicado o conozca ya.
Kerry recordó, además, que dado el "obstruccionismo de Rusia" para actuar con el mandato del Consejo de Seguridad, está claro que "Naciones Unidas no puede unir al mundo para actuar".
convincentes".
Kerry aseguró en una declaración ante los medios, en la que enumeró algunas de esas evidencias, que EE.UU. tiene "alta confianza" en el hecho de que el responsable de los ataques es el presidente sirio y que, pese a que Washington no podrá desclasificar ciertos detalles, sabe que fuerzas leales a Al Asad se prepararon
para el ataque y lo llevaron a cabo.
Estados Unidos dice haber confirmado que en los ataques del pasado 21 de agosto fallecieron 1.429 personas, de las cuales 426 niños, y ha tomado "pasos sin precedentes" para desclasificar los datos recabados por sus servicios de espionaje que responsabilizan con "hechos" al régimen de Al Asad de los ataques químicos.
Kerry dijo que esta crisis no será un nuevo Irak, en alusión a la controversia sobre la fiabilidad de las supuestas pruebas que justificaron aquella invasión, en 2003, y que posteriormente fueron desacreditadas, porque nunca fueron encontradas armas de destrucción masiva en el país árabe.
"Nuestra comunidad de inteligencia ha revisado y vuelto a revisar la información sobre el ataque y lo ha hecho con más cuidado que en Irak. No repetiremos ese momento", aseguró, al tiempo que pidió que cada uno juzgue por sí mismo las evidencias difundidas hoy. "Necesitamos preguntarnos sobre el riesgo de no hacer nada", advirtió el jefe de la diplomacia estadounidense, quien aseguró que el presidente Barack Obama sabe que "nuestra elección tendrá grandes consecuencias" y es importante para la seguridad nacional.
En este sentido, Kerry recordó que la decisión, que se inclina sin apenas duda hacia una intervención militar, será un mensaje para otros que se plantean el uso de armas de destrucción masiva, como la milicia chiíta Hizbulá y Corea del Norte. Kerry confirmó que si el presidente decide actuar, lo hará con un ataque "limitado", al tiempo que reiteró que EE.UU. "sigue comprometido con un proceso diplomático" que, al final, resuelva con negociaciones y por la vía política, no militar, la situación en Siria.
El secretario de Estado también recordó que Estados Unidos "no está solo en su voluntad de hacer algo y actuar", para castigar a Al Asad, y que han mostrado su apoyo la Liga Árabe, la Organización de la Cooperación Islámica, Turquía, Francia o Australia. "Hablaremos con el Congreso, con nuestros aliados y con el pueblo
estadounidense y nos aseguraremos de que tomamos nuestras propias decisiones, en nuestro tiempo, y basadas en nuestros valores e intereses", señaló el jefe de la diplomacia estadounidense.
"Sabemos que los estadounidenses están cansados de la guerra, yo también, pero esa fatiga no nos exime de nuestra responsabilidad... la historia nos juzgará si damos la espalda", advirtió Kerry. Aseguró que Estados Unidos "cree en Naciones Unidas" y respeta a los inspectores, "pero como ha dicho Ban Ki-moon, la ONU, como es su
mandato, no confirmará quiénes son los autores del ataque, solo si éste se produjo", y no presentará pruebas que EE.UU. no haya publicado o conozca ya.
Kerry recordó, además, que dado el "obstruccionismo de Rusia" para actuar con el mandato del Consejo de Seguridad, está claro que "Naciones Unidas no puede unir al mundo para actuar".