Para muchos cubanos, Europa se ha convertido en los últimos años en otra alternativa, no menos azarosa, para emigrar de manera no convencional, pero igual de difícil y riesgosa que el ya conocido trayecto por Sur y Centroamérica.
En días recientes, medios de prensa dieron a conocer de la desarticulación de una red internacional de tráfico de personas que ayudó a al menos a 5.000 cubanos a ingresar en países de la Unión Europea sin documentos, una operación que dejó ganancias de aproximadamente 45 millones de euros.
Serbia era el destino de llegada, país que, ante el incontrolable flujo de cubanos, eliminó a mediados de abril el libre visado para los ciudadanos con pasaporte de la isla que solo necesitaban para ingresar a esa nación una carta de invitación.
En el caso de Cuba, es otra vía de escape y no debe ser punible, aunque los implicados hayan acudido a los traficantes de personas para llegar al destino deseado, opinan entendidos en el tema.
“Los cubanos siempre lo hemos visto como un mal necesario a la hora de escapar. Sin embargo, las personas que participan en una red de tráfico tienen que saber que se están arriesgando a penas que pueden ser altísimas”, dijo a Martí Noticias Fernando Almeyda, abogado cubano y director jurídico de la organización no gubernamental Prisoners Defenders.
Según los resultados de la operación conjunta de agencias policiales de España, Alemania y Serbia, entre otros países europeos, además de Europol e Interpol, el grupo trasladaba a los migrantes de Cuba a Rusia, pero con el inicio de la invasión a Ucrania, el viaje pasó a hacerse a Serbia como primera escala, y luego a Macedonia del Norte y a Grecia.
“Proporcionaban alojamiento cercano a la frontera con Macedonia del Norte. Desde la frontera comenzaban el desplazamiento en grandes grupos hasta Grecia. A veces realizaban el traslado en vehículos, pero en la mayoría de las situaciones lo hacían a pie, caminando durante 13 horas en la oscuridad, sin comida y en condiciones adversas”, explicó al medio RFI Ana Ramón, portavoz de la Policía Nacional española.
Asimismo, agregó que aprovechando la vulnerabilidad de los migrantes que en ocasiones eran menores, se producían estafas, robos e incluso transferían a mujeres a otros grupos criminales para ser explotadas sexualmente.
En total 62 personas han sido arrestadas, 25 cubanos con documentación falsa y 37 acusados de integrar el grupo criminal. Según un despacho de EFE, las detenciones en el territorio español se produjeron en Alicante, Valencia, Tenerife, Málaga, Toledo, Ciudad Real y Girona. Además 8 personas fueron apresadas en Serbia y otros tantos en Grecia.
“El tráfico de personas es muchas veces nido para, desde lavados de activos hasta estafas, robos, secuestros, violaciones, esclavitud y otros horrores, por tanto, no es una opción segura”, explicó el letrado cubano, ex miembro de la plataforma ciudadana Archipiélago y residenciado en Belgrado.
La red en cuestión cobró unos 9.000 euros por el traslado a cada uno de los 5.000 cubanos que finalmente, tras pasar por Italia, llegaban a España, país donde los antillanos carecen de beneficios migratorios.
Alemania, que según la Organización Mundial para las Migraciones es el segundo país de destino de migrantes después de Estados Unidos, mediante su embajada en La Habana, recientemente anunció que los cubanos necesitarán un visado de tránsito para hacer escala en los aeropuertos del país.
El número de cubanos que solicitan asilo en Alemania se multiplicó por ocho durante el primer semestre del año respecto al mismo periodo de 2022, de 73 a 607, según informó el diario Bild.
"El número de solicitudes de asilo de nacionales cubanos este año, a fecha de 2 de julio de 2023, ha subido en comparación con el mismo periodo del año pasado de 73 a 607", confirmó un portavoz del Ministerio del Interior al rotativo.
El funcionario dijo que, en 2022 se identificaron a 302 cubanos que hicieron uso principalmente de este privilegio de tránsito para solicitar asilo.
Para el abogado Almeyda, el trasiego de cubanos por el Viejo Continente ha pasado a ser un problema interregional y, por tanto, la Unión Europea debe buscar el contrapeso entre la intensificación de las operaciones para atacar el flagelo de la trata de personas y la protección del interés legítimo de quienes son víctimas directas del régimen cubano o, simplemente, son incapaces de sobrevivir bajo ese sistema de gobierno por cuestión humanitaria o protección subsidiaria.
“Habría que ver si el segundo paso de la Unión Europea se va a dar, que sería dejar de bloquear las posibilidades de acceso de las víctimas que hay dentro del territorio nacional de Cuba a un espacio de seguridad y de protección de derechos humanos. ¿Habrá una contramedida para proteger a quienes lo necesitan con urgencia dentro del territorio nacional?, es la pregunta que me hago”, concluyó Almeyda.