Datos interceptados por EEUU eran de altos mandos de Al Qaida

El general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto.

"Hay una importante amenaza creciente y estamos reaccionando", dijo el general Martin Dempsey.
La inusual decisión de Estados Unidos de cerrar este domingo la mayor parte de sus embajadas en países árabes fue consecuencia de la interceptación de conversaciones de altos mandos de Al Qaida sobre operaciones para efectuar un ataque de magnitud, dijeron este domingo legisladores estadounidenses.

"Hay una importante amenaza creciente y estamos reaccionando", dijo el general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, en una entrevista concedida a ABC.

Dempsey dijo que se desconocían las localizaciones específicas y los objetivos, pero que sí sabían de la voluntad de "atacar intereses occidentales, no solamente intereses estadounidenses".

Al menos 25 embajadas y consulados estadounidenses fueron cerrados este domingo, la mayoría de ellos en Medio Oriente y el Magreb, en respuesta a una amenaza.

El representante Dutch Ruppersberger, principal demócrata en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo a la cadena ABC que se estaban organizando operativos de Al Qaida.

El legislador dijo que Estados Unidos obtuvo esta información porque "altos mandos de Al Qaida en la Península de Arabia" se refirieron a un ataque de gran magnitud.

ABC News citó a un funcionario estadounidense no identificado diciendo que hay preocupación de que Al Qaida pueda perpetrar un ataque suicida con bombas implantadas quirúrgicamente en una persona, con el objetivo de evitar los controles de seguridad.

El titular del Comité de Seguridad Interior de la Cámara baja, Michael McCaul, señaló que Estados Unidos estaba en un elevado estado de alerta, ante lo que calificó como "probablemente una de las amenazas más creíbles y específicas que he visto desde, tal vez, el 11/9".

Agregó que el ataque parecía ser "inminente", posiblemente para coincidir con la última noche del Ramadán, el mes sagrado musulmán.

La amenaza se produce asimismo ante la fuga de miles de presos de cárceles de Irak, Libia y Pakistán, añadió.

También se produce en medio del debate en Estados Unidos disparado por la filtración a la prensa de los programas de vigilancia de las comunicaciones de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), por el prófugo ex contratista de inteligencia Edward Snowden.