"No cabe duda de que los cubanos, los rusos y otros (ciudadanos extranjeros) todavía están infiltrando nuestro gobierno con individuos leales a ellos", afirmó a la cadena CBS, Peter Lapp, uno de los agentes del Buró Federal de Investigaciones, (FBI por sus siglas en inglés), que participó en las investigaciones y el arresto de la espía Ana Belén Montes.
La pieza producida por la periodista Cecilia Vega presenta un video inédito que muestra a Montes en uniforme de presa mientras era interrogada.
"Creo que ella está en el nivel de algunos de los espías más notorios de la historia de EEUU y considero que el daño que causó fue increíblemente significativo", dijo Lapp, autor de Queen of Cuba, la historia de Montes y actualmente encargado principal del Centro de Análisis de Amenazas del Departamento de Defensa de EEUU.
A través de entrevistas a especialistas en el tema, Vega revela los peligros que aún representan los servicios cubanos de espionaje para la seguridad nacional de EEUU.
"Montes llegó completamente reclutada el primer día. Sólo fue a la Agencia de Inteligencia de Defensa con el propósito de espiar para los cubanos. Y cuando piensas en otras personas que han sido arrestadas por espionaje, la mayoría empieza siendo leal. Prestan juramento, tienen la intención de cumplir con ese juramento. Pero luego sucede algo y cambian de parecer", agregó Lapp y aseguró que La Habana no paga, por lo que los estadounidenses que espían para Cuba no lo hacen por dinero, sino por ideología.
Durante sus años al servicio del régimen, pasó información a La Habana sobre un programa satelital ultrasecreto de EEUU para espiar a otros países y reveló la identidad de 450 agentes estadounidenses que trabajaban en asuntos latinoamericanos, incluidos cuatro oficiales plantados en la isla.
La espía trabajó durante 17 años y cumplió 22 años de una condena de 25 por espionaje a favor del gobierno de Cuba desde su puesto como analista de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), perteneciente al Pentágono.
Como contenido introductorio de la pieza, la periodista cita el caso de Víctor Manuel Rocha, un exdiplomático estadounidense que, según confesó en un juicio celebrado en Miami en abril último, prestó servicios a la inteligencia cubana durante cuatro décadas. Fue condenado a 15 años de privación de libertad.
"Rocha causó un daño enorme a la seguridad estadounidense", dijo Brian Latell, ex principal analista del buró Cuba en la Agencia Central de Inteligencia, CIA, durante la Guerra Fría.
Para el experto, los agentes cubanos son disciplinados y cuando reclutan, tienen mucho cuidado al hacerlo y cómo se comunican.
“Si obtienen información sobre las intenciones de Estados Unidos, intenciones políticas hacia Moscú, Pekín o Teherán, sería de mucho interés para esos países", opinó en su conversación con la reportera de CBS.
Rocha estuvo destacado en la embajada de EEUU en Buenos Aires, fue miembro del Consejo de Seguridad Nacional, embajador en Bolivia y parte del personal diplomático de lo que era la Sección de Intereses en Cuba. Todo ese tiempo, contaba con la más alta autorización de acceso a altos secretos y la más sensible información de inteligencia de EEUU.
Para José Cohen, ex oficial de la Dirección de Inteligencia de Cuba y exiliado, es un hecho que La Habana comparte los secretos de inteligencia sobre EEUU con sus aliados, que a su vez, son enemigos de EEUU.
“Países como la Unión Soviética durante años, Corea del Norte, Irán, tuvieron información sobre el funcionamiento del Departamento de Defensa de EEUU”, indicó el exmilitar.
“Todo eso fue lo que me hizo darme cuenta de que ésta es una batalla entre el bien y el mal. Cuba estaba al servicio de todos los enemigos de Estados Unidos”.
Para cerrar el reportaje, Vega preguntó a Peter Lapp si creía que en este momento hay otras Ana Belén Montes en el gobierno de EEUU. “Por supuesto que sí", respondió el exagente del FBI.