Exigen dimisión de Díaz-Canel, Alpidio Alonso y Fernando Rojas

El gobernante Miguel Díaz-Canel junto a Alpidio Alonso, ministro de Cultura.

La organización Feministas Cuba ha puesto una petición de firmas en la red para exigir la dimisión inmediata del ministro y el viceministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso y Fernando Rojas, y del dictador designado de la isla, Miguel Díaz-Canel Bermúdez "ante su incapacidad para dialogar con la ciudadanía que reclama pacíficamente el fin de la represión policial, la corrupción y el abuso de poder".

La agresión que protagonizaron los funcionarios del Ministerio de Cultura en contra de artistas e intelectuales "es inaceptable en cualquier circunstancia o país", dice la petición en Change.org.

El Ministerio de Cultura ha demostrado ser "un órgano más represor del Estado", no una institución "al servicio de la cultura y lxs creadores cubanxs".

¡¡¡¡Basta ya de mentiras y difamación!!!, proclama la carta pública.

"Reiteramos una vez más las demandas de la sociedad civil que se reunió el pasado 27 de noviembre fuera del Ministerio de Cultura y exigimos que sean atendidas", dice la misiva.

El texto íntegro de la petición:

"Hoy venimos una vez más, a insistir en el diálogo, pero también a exigir ser escuchados, a ejercitar nuestra libertad como ciudadanos, y a celebrar la unidad, la serenidad y la perseverancia que hemos mantenido alrededor de los sucesos del 27 de noviembre de 2020. En tal sentido, manifestamos que no renunciaremos a las demandas de aquella noche, y a las que posteriormente dimos a conocer en sucesivas declaraciones.

Exigimos nuestro derecho a tener derechos. El derecho a la libertad de creación, de expresión y asociación, al disenso y a las libertades políticas. Exigimos el respeto y reconocimiento del posicionamiento independiente, y que la sociedad civil -de la que somos parte- sea reconocida como interlocutor válido, sin exclusiones.

El cese del hostigamiento, la represión, la censura, el descrédito, la difamación, la violencia policial y el odio político, los actos de repudio, o cualquier otra forma de violencia lesiva a la dignidad de la persona humana.

Que los medios de comunicación oficiales pongan freno al discurso de odio, y que favorezcan condiciones propicias para la paz, el diálogo y el respeto a las personas, independientemente de sus convicciones políticas.

Seguiremos exigiendo que, tal y como se acordó la noche del 27N, se abra un canal de diálogo verdadero e inclusivo, entre instituciones y ciudadanos. Un diálogo respetuoso de las diferencias y que considere todos los matices de nuestra realidad, que deje las ideologías a un lado y se centre en Cuba y el bienestar de los cubanos.

Además, declaramos que nos mantendremos fieles al espíritu que nos llevó, nos animó y nos sostuvo el 27 de noviembre: La protesta cívica, pacífica, propositiva, abierta al diálogo y a la negociación con el diferente, desde una postura moderada y respetuosa, a la vez que comprometida con las libertades, los derechos y el bienestar de los cubanos todos.

Apostamos por una sociedad libre, inclusiva y democrática, en que quepamos todos. Y en esta hora de turbulencias para Cuba, hacemos una invitación a todos los cubanos a no ser indiferentes ante el sufrimiento y el dolor, a no ser apáticos ante la realidad que se nos ofrece como oportunidad para el cambio, a asumir las riendas de nuestras propias vidas y conquistar un futuro mejor para todos, a aportar lo que podamos --desde la fuerza de lo pequeño-- para que haya más derechos y libertades, más diálogo y reconciliación, más prosperidad y bienestar en nuestra nación," concluyen así las feministas isleñas.