Un sector de la diáspora venezolana en el sur del estado de Florida, EEUU, denunció la “terrible” situación de los derechos humanos en Venezuela e instó a Naciones Unidas a tomar carta en el asunto.
Representantes de Venezuela Tricolor, La Junta Patriótica, La Coalición Internacional por Venezuela y Moveré coincidieron en que en que es imperioso que Michel Bachelet, alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, compruebe la situación del país, la cual tacharon de terrible.
“Para nosotros es el holocausto del siglo XXI”, dijo a Radio-TV Martí, Jenny Cestari, politóloga venezolana exiliada en EEUU. “En mi estado, Trujillo, han sido más de 100 horas sin fluido eléctrico, hay que ver la cantidad de gente que murió, la gente que se le dañaron los medicamentos. Al día de hoy, esa luz no se ha repuesto.”
Una comisión de la oficina de Derechos Humanos de la ONU se encuentra en Caracas por invitación del régimen de Nicolás Maduro, pero el exilio exige que sea la propia Bachelet la que viaje al país.
“Instamos a esa comisión a que visite no solo a los presos en la prisión de Ramo Verde sino también a los que están en “La Tumba”, centro donde se tortura a opositores y disidentes”, manifestó Kennedy Bolívar, activistas del Movimiento Venezolano de Resistencia.
Este miércoles, la Asamblea Nacional, aprobó pedir a Bachelet que "realice urgentemente una visita a Venezuela" para que compruebe "in situ la vulneración de los derechos humanos" e indicó que "es imperioso que la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos elabore un informe sobre la violación de esas prerrogativas en el país".
En la conferencia de prensa, el dirigente político exiliado, Pablo Medina, calificó la situación de exterminio causado por “la ausencia de mantenimiento a la red eléctrica” y preguntó:
“Sra. Bachelet, Sr. António Guterres, Secretario General de la ONU, ¿hasta cuándo van a dar la espalda al pueblo venezolano, como se la han dado a los pueblos de Cuba y Nicaragua?”