Exmilitar que vive en la miseria denuncia desatención de funcionarios comunistas en Songo-La Maya

Carlos Ferrera, un exoficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) residente en Songo-La Maya.

Carlos Ferrera, un exoficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) residente en Songo-La Maya, mostró a UNPACU las condiciones deplorables en que vive.

El proyecto audiovisual de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) continúa develando casos de miseria extrema en que se encuentran algunos pobladores de la región oriental, principalmente en municipios de la provincia Santiago de Cuba.

Amas de casa, padres de familia que esperan la respuesta del gobierno luego de un lustro de haber sido afectados por los fenómenos meteorológicos que afectan constantemente a la isla, declaran ante las cámaras de activistas y periodistas independiente su inconformidad con la respuesta oficial, que de una promesa, se ha convertido en una decepción.

Carlos Ferrera, un exoficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) residente en Songo-La Maya, mostró a UNPACU las condiciones deplorables en que vive y el poco acceso que tiene a los servicios de atención primaria de salud.

“No me ayudan en nada, no me visitan: ni la doctora (Médico de la Familia), ni la trabajadora social, ni los organismos”, señala Ferrera.

Visiblemente molesto, el hombre explicó que es tal la desorganización en la distribución de apoyo para los huracanes que “ahora cuando el último ciclón que amenazaba aquí dieron tres botellas de luzbrillante (combustible doméstico)… se la cogieron en la tienda porque a mí no me la dieron”.

En un paneo que hace la cámara por dentro de la vivienda Ferrera muestra el fogón de leña, sobre unas piedras, donde cocina. “Aquí hay un núcleo del partido (Partido Comunista de Cuba) como de cuarenta o cincuenta militantes del partido y ninguno hace nada (…) aquí no viene nadie”.

Una extensión al final del patio, cubierta por ramas secas, le sirve de excusado para hacer sus necesidades fisiológicas. A un lado del bohío techado por hojas de palma, un pequeño espacio funciona como local para el baño.

“La medicina para la hipertensión es por un tarjetón (documento para autorizar la venta de medicinas reguladas por el estado), pero no la hay. Ahora tengo problemas con el certificado del tarjetón, y la doctora hace seis meses que no viene aquí a mi casa”, finaliza.

Otros casos denunciados en materiales de video por UNPACU recogen a damnificados por el huracán Sandy hace cinco años y que esperan ayuda en materiales para reparar sus viviendas, pacientes con trastornos mentales en una larga lista para medicamentos o familias que reclaman la atención de las autoridades ante irregularidades del sistema judicial cubano.

[Redactado por Luis Felipe Rojas, con entrevista de la Unión Patriótica de Cuba].