La Organización de los Estados Americanos (OEA) realizó este miércoles una reunión especial de su Consejo Permanente para recibir el estudio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el derecho a la libertad de conciencia y de religión o creencias en las Américas.
En la sesión, el embajador especial en la Oficina de Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado, Rashad Hussain, dijo que en Cuba, aunque el gobierno tolera algunas actividades religiosas asociadas con la asistencia humanitaria, regula estrictamente todos los aspectos de la vida religiosa.
“El gobierno vigila los lugares de culto y amenaza a los actores religiosos que ejercen su libertad de expresión, religión y creencias. En respuesta a esta intimidación, muchos líderes religiosos practican la autocensura en sus sermones y enseñanzas. Según se ha informado, el gobierno tortura y maltrata físicamente a los presos que son actores políticos religiosos”, expresó el Emjadador.
Por su parte, el un líder religioso y activista de derechos humanos, Ofunshi Oba Koso, autor del reciente informe titulado “Obstáculos enfrentados por líderes y miembros de religiones afrocubanas en Cuba”, dijo que a razón de su trabajo tuvo información “sobre un creciente número de casos de estigmatización, discriminación, violencia y otras formas de trato injusto contra practicantes y miembros de religiones de ascendencia africana”.
“Aunque estas prácticas se aceptan en sentido general, como parte de la cultura cubana, e incluso se comercializan para el turismo, vemos que los afrodescendientes y los miembros de la población LGBTI+ de estas religiones sufren discriminación y estigmatización y reciben un trato desigual en muchas circunstancias”, declaró.
Mientras tanto, Knox Thames, abogado internacional de derechos humanos y que ocupó varios puestos clave abogando por la libertad de religión o creencias, incluyendo en el Departamento de Estado, dijo que la “lamentable situación de los derechos humanos en Cuba” es un ejemplo de cómo las limitaciones de los derechos humanos se cruzan con la libertad religiosa.
“La libertad de culto se ve bloqueada cuando el gobierno cubano se niega a reconocer a las comunidades religiosas y la imposibilidad de registrarlas significa que el culto es técnicamente ilegal. Y luego los pastores están sujetos a sanciones penales”, dijo Thames.
Añadió que la libertad de expresión también está limitada "en cuanto a lo que los pastores pueden predicar o penalizada cuando no está aprobada o se considera que desafía las narrativas del gobierno", añadió.
Señaló, además, que los pastores y clérigos que abogan por las necesidades de su comunidad o defienden a sus miembros, “a menudo son encarcelados o forzados al exilio, similar al tratamiento que se da a los defensores de los derechos humanos”.